Tras la tempestad llegan la calma... y las sorpresas: rodaballos XL y hasta bocartes en la ría de Muros-Noia

La normalidad se abre paso en las lonjas, y los mariscadores confían en que el buen tiempo ayude a la regeneración natural de los bancos

Rogelio Santos con un rodaballo de 7,5 kilos

Rogelio Santos con un rodaballo de 7,5 kilos / Cedida

Suso Souto

Volvió el buen tiempo y, con él, la normalidad a las lonjas gallegas. Y es que, tras varias semanas de borrascas, las rulas vuelven a contar con una gran variedad de pescados y mariscos. La borrasca Nelson, que el mes pasado impactó fuertemente en Galicia, con rachas de viento de hasta 122 kilómetros por hora, dejó bajo mínimos la actividad en la lonja de Ribeira, que ya recobró su habitual dinamismo con las subastas de unas setenta especies diferentes de pescados y mariscos.

Y, con la calma que sigue a toda tempestad, llegan también las sorpresas a las redes. En la lonja ribeirense se pagaron nada menos que 252,75 euros por un espectacular rodaballo de 7,50 kilos (se pagó a 33,70 euros el kilo) capturado por el marinero y divulgador sonense Rogelio Santos Queiruga en la playa de Arnela. Por supuesto, no es un ejemplar de récord (por la rula ribeirense pasaron rodaballos del doble de peso), pero lo cierto es que los de ese tamaño no son muy habituales.

Como tampoco lo son los bocartes en la ría de Muros-Noia. En la misma playa, Santos descubrió entre sus redes un ejemplar de esta especie. “Sardiñas ou xurelos pequenos, para o furado grande de malla que teñen as nosas redes, temos collido moitas, como todo o mundo que anda con esta arte, pero bocarte, nunca colléramos. E levo no mar máis de trinta anos”, explica Rogelio Santos.

Bocarte que entró en las redes de Rogelio Santos en la playa de Arnela

Bocarte que entró en las redes de Rogelio Santos en la playa de Arnela / Cedida

Con todo, el patrón mayor de Portosín, Isaac Gaciño, señala que sí es normal que lleguen a las costas gallegas bancos de bocarte.

Ahora solo falta que el buen tiempo siga siendo propicio para que los bivalvos alcancen su talla comercial durante la primavera y el verano. Al respecto, Santos Queiruga es optimista: “O berberecho medra moi rápido, e os temporais limparon os areais, o que contribuirá a que as crías agarren e medren”.

Eso sí: la campaña de la sardina sigue lastrada pese a haber cesado los temporales. Ahora es el fuerte viento el que complica la faena a las embarcaciones de cerco. El precio medio de la sardina sigue por debajo del euro en Galicia: 0,91 euros. El precio máximo estos días fue de 9 €.