Obélix estuvo en Pedra Longa... y se dejó un menhir

Si cualquier fin de semana le apetece cambiar de tornas y no perder la jornada paseando por el centro comercial, Tordoia es una buena alternativa. Cambiará baldosas por aire puro con menos de media hora de viaje.

Si vive en Santiago, por ejemplo, basta con coger la carretera hacia O Romaño, y girar a la derecha hacia la parroquia de A Peregrina. Casi 25 kilómetros después, y siguiendo siempre las indicaciones de la carretera, encontrará la parroquia de Cabaleiros, la capital del Concello de Tordoia.

Otro letrero le llevará, sin posibilidad de pérdida alguna, a Pedra Longa. Llegará por un camino más estrecho, que suele ser utilizado como ruta de senderismo o para hacer bicicleta, pero tranquilo y correctamente asfaltado.

Y frente a sí tendrá un menhir como esos que llevaba Obélix a la espalda, de cuatro metros de altura y paredes completamente lisas y verticales. El menhir se acompaña de otra roca más pequeña. Los vecinos más antiguos decían que esta composición de piedras era obra de la Virgen María; que ella las había llevado allí. Y en el libro Olladas de Tordoia, que publicó el Concello en 2007, se cuenta que "por los años cincuenta se convocó una especie de concurso para ver si alguien se atrevía a subir hasta la parte superior". Al final, "dos vecinos lograron la hazaña". Y, hablando con ellos después, "comentaron que había unas inscripciones en la cumbre".

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