Los incondicionales de quien oposita: familiares y amigos insuflan ánimos

5.286 personas se presentaron este domingo a las oposiciones en Silleda para conseguir una plaza en la Xunta

Opositores entrando al recinto rodeados de sus incondicionales

Opositores entrando al recinto rodeados de sus incondicionales / J. M.

Los titulares de estos días se centran en las miles de personas (18.000 este fin de semana) que se congregan en el recinto de la Feria Internacional de Silleda para intentar conseguir un empleo público en la Xunta. Detrás de esas cifras hay también miles de incondicionales (casi tantos como opositores), la mayoría familiares y amigos, que les acompañan y les insuflan ánimos hasta que cruzan la puerta para hacer frente a los duros exámenes.

Este domingo estaban convocados 12.444 aspirantes a una de las 119 plazas de subalterno ofertadas. Finalmente se presentaron 5.286, según los datos del Gobierno gallego. A casi todos les esperaban también a la salida esos incondicionales para levantar el ánimo a los que no acabaron las pruebas satisfechos y alentar esperanzas a los que se veían más cerca de conseguir su objetivo.

Silleda se convirtió en el epicentro de Galicia, pues allí se congregaron aspirantes y acompañantes de las cuatro provincias, e incluso de más allá. Uno de los que acudió a arropar a su hijo fue José López, vecino de O Corgo (Lugo), quien reconocía, después de que su hijo ya accediese al examen, que “el vai nervioso, pero o pai tamén o está. É un rapaz novo, de 22 anos, e é a primeira vez que se presenta. Leva uns cinco meses preparando a oposición e a ver se hai sorte”. A pesar de la inquietud, su hijo no quiso tomar ningún tranquilizante. “Pregunteille se quería algo, pero díxome que non, que almorzara coma sempre e que iso xa lle bastaba”, añadió.

Los incondicionales de los opositores

José López, pai dun opositor do Corgo / JOSÉ M. RAMOS

Acompañando a su esposa acudió también Manuel Ángel Piñeiro, vecino de Cambre (A Coruña). En su caso, ambos aseguraron estar muy tranquilos. “Ela é a segunda vez que vén a examinarse, pero xa está traballando como interina no Sergas. Tomouno con tranquilidade porque tampouco veu moi preparada”.

Desde Vigo, Eva Carrera acudió a Silleda con su esposo , que se presentaba a las pruebas, y ambos aguardaron con tranquilidad la llamada para el examen. “A verdade é que este ano está todo moi ben organizado, non tivemos problemas para aparcar e hai cafeterías para tomar o que queiras, e iso tamén axuda estar máis tranquilo”, afirmó Eva. Recuerda que el año pasado “debido á Covid non había nin onde tomar un café”.

Los incondicionales de los opositores

Manuel Ángel Piñeiro acompañó a su esposa desde Cambre / JOSÉ M. RAMOS

Las cuarenta puertas habilitadas para los exámenes de este domingo abrieron en torno a las diez de la mañana pero, desde una hora antes, el ambiente humano en el recinto ferial de Silleda recordaba mucho al que se vive cada año durante la celebración de la Semana Verde. A la cita acudieron también varias churrerías, frente a las cuales se formaron largas colas, al igual que en la cafetería del propio recinto, donde para poder comprar un refresco, un sandwich o un bocadillo era preciso aguardar unos veinte minutos y seguir una serpeante fila hasta llegar a la barra.

Después, cada cual amenizó el largo tiempo de espera hasta la salida de los opositores (los últimos acabaron en torno a las 13.00 horas) como buenamente pudo. Unos optaron por buscar un lugar apartado para leer un libro y otros, que venían acompañados también de sus mascotas, dieron varias vueltas al recinto ferial. Hubo quien optó por algo más relajante y aprovechó los tímidos rayos de sol para broncearse en las zonas verdes. Algún padre incluso se atrevió a darle unos toques al balón con sus hijos más pequeños.

Al mediodía comenzaron a salir los primeros candidatos a funcionarios y las expresiones cuando volvieron a encontrarse con sus incondicionlaes fueron diversas: “era moi difícil”, decía uno, mientras otros optaban por el “hai que esperar”.