El perfil del parado en la comarca de Santiago: mujer y relacionada con el sector servicios

En junio, la comarca de Santiago disminuyó su tasa de paro con respecto a la registrada el mes anterior. De acuerdo con los datos que ofrece la Consellería de Emprego e Igualdade de la Xunta de Galicia, que cada treinta días actualizada sus cifras de empleo, en total hay 6.635 personas sin trabajo, 290 menos con respecto a mayo, lo que supone una bajada porcentual del 4,19%. Hace un año, en junio del 2022, el número se situaba en 7.220, es decir, 585 desempleados más y un 8,10% de variación. Atendiendo a los datos por grupos poblacionales, destacan dos tendencias a la hora de definir el perfil de las personas paradas: la mayoría son mujeres que se dedican sector servicios.

“A redución da taxa de paro é alta, porque moitos dos contratos son fixos discontinuos. Esas personas, aínda que estean un tempo paradas, non computan como demandantes de emprego”, explica Renato Núñez, coordinador de la Conferencia Intersindical Galega (CIG) en Santiago. La peculiaridad de este tipo de convenios reside en que la actividad laboral se lleva a cabo de forma intermitente. En palabras de Núñez, en detrimento de los contratos temporales, está diseñado para las actividades productivas de temporada. “Son persoas que o resto do ano están sen traballar aínda que nas estatísticas non conten como tal”, continúa el coordinador de la CIG. La razón por la cual este tipo de contratos se encuentra en alza reside en la importancia del sector servicios para la economía de la comarca. Según el último informe del Instituto Galego de Estatística, el área de los servicios representa más del 80% del PIB de estos concellos.

Por eso, al ser el sector que aglutina a un mayor número de personas, la cifra de desempleo es superior. Entre Ames, Boqueixón, Brión, Santiago de Compostela, Teo, Val do Ubra y Vedra, el 75% de los parados pertenecen al sector de los servicios. En total, de los 6.635 desempleados que se han registrado en la comarca, 5.011 corresponden a esta rama. En cuanto a la evolución, en el mes de mayo fueron 5.234. Por ayuntamientos, Santiago registró 3.058 parados relacionados con el sector servicios, frente a 228 relacionados con la construcción, 207 con la industria y 60 con la agricultura y la pesca. En Ames, 1.034 personas desempleadas pertenecen al sector servicios, frente a 86 que venían de la construcción, 81 de la industria y 22 de la agricultura y la pesca. En Teo, 483 del sector servicios, frente a 53 de la construcción, 51 de la industria y 17 de la agricultura y de la pesca.

“Os números non queren dicir que haxa menos paro nesas áreas, senón que son máis pequenas na comarca. Ademáis, a cifra dos servizos, o sector máis importante de Santiago, conduce a engano. Emprega os contratos fixos discontinuos, que axudan a reducir a taxa de desemprego, aínda que realmente non sexa así. Tamén hai xente que traballará durante os meses de verán por circunstancias da produción e que, ao rematar, volverá ao paro”, explica el coordinador de CIG-Santiago.

En el 2022, por ejemplo, el mes de junio registraba 5.503 desempleados. El de julio 5.706, el de agosto 5.798 y el de septiembre 5.732. “Un traballo na industria ou na construción non é tan dado á temporalidade, ten unha estabilidade. No verán aumenta o turismo e o número de visitantes externos e internos. Polo tanto, ten unha porcentaxe de temporalidade moito mais grande ca os demais”, explica.

Si la mayoría de las personas en paro de la comarca pertenecen al sector servicios, el segundo dato que define el perfil es que más de la mitad son mujeres. En concreto, el 57% de los parados de la comarca. En junio hubo 3.790 mujeres desempleadas y 2.845 hombres, casi mil menos. Por eso, al ser preguntado sobre el perfil que impera entre las personas en situación de desempleo, Renato Núñez establece una tendencia clara: “Muller, do sector servizos e cuns contratos anteriores precarios”.

Alba Toribio, trabajadora social en el centro de Cáritas Milladoiro, atestigua un perfil diferente. Asegura que allí trabajan, sobre todo, con gente en situación irregular y sin permiso de trabajo. “Son personas extranjeras que buscan su primer empleo aquí. Nosotros los asesoramos, les recomendamos la formación adecuada y que homologuen las titulaciones que obtuvieron en sus países de origen”, explica la trabajadora social. Con un grado de dificultad añadido tanto por su situación burocrática como por prejuicios, tardan más en encontrar un empleo. Según Toribio, “pasan años hasta que regularizan su estado”. En cuanto a las labores que suelen alcanzar, también están las del sector servicios. “Profesiones como la hostelería o la limpieza del hogar tienen una salida laboral más rápida”, explica.

En cuanto a la edad, por comarcas, el informe de la Xunta sólo hace referencia al número de personas empleadas menores y mayores de 25 años. Aunque sea una franja poblacional más pequeña, entre los cinco ayuntamientos hay 202 personas desempladas con menos de 25 años. Daniel P., de 23 años, trabaja en Ames desde hace un par de semanas. Residente en Santiago de Compostela, comenzó a buscar alternativas laborales una vez terminó sus estudios de máster. Reconoce que, de todas las empresas en las que entregó su currículum, sólo recibió la llamada de una. “Me tuve que desplazar de Santiago hasta Ames porque me surgió una oportunidad laboral fuera de la ciudad”, comenta este joven dedicado al sector audiovisual.

Por ayuntamientos, Boqueixón ha sido el que más empleo ha creado. Este mes registró 101 parados frente a los 117 que había anotado en junio del año anterior, lo que supone un descenso en la tasa de paro del 13,7%. Le sigue Ames, que cuenta 1.366 parados frente a los 1.530 del año anterior, un 10,8% menos. Superan a Santiago de Compostela, cuya tasa descendió en un 9%. Brión, por su parte, tiene a 287 personas desempleadas frente a las 307 de junio del año pasado, un 6,6% menos. Vedra y Teo registran un descenso similiar del 2,3% y del 2,1% respectivamente. El primero pasó de 133 a 130 y el segundo de 690 a 676. El único ayuntamiento de la comarca de Santiago que registró un aumento del número de parados fue Val do Dubra, que pasó de 106 a 124 en un año, un 16% más.