Siete faros en 38 horas y 45 minutos

La malpicana Maite Rojo cumplió su sueño de establecer un récord corriendo los doscientos kilómetros de costa entre Malpica y Fisterra

Con el apoyo logístico de su hermano Diego en los avituallamientos, logró su reto con 270.612 pasos

Afrontó pendientes del veinticinco por ciento que la pusieron al límite de sus fuerzas

Maite Rojo, quinta por la izquierda, tras completar el Camiño dos Faros, posa con miembros del colectivo que visibiliza el síndrome de Rett

Maite Rojo, quinta por la izquierda, tras completar el Camiño dos Faros, posa con miembros del colectivo que visibiliza el síndrome de Rett / traski

La atleta Maite Rojo (nacida en Malpica en 1973) cumplió su sueño de completar el Camiño dos Faros y llegar al faro de Fisterra en 38 horas y 45 minutos, estableciendo así un récord en el recorrido costero de 200 kilómetros entre Malpica y Fisterra.

Con el imprescindible apoyo moral y logístico de su hermano Diego en el avituallamiento cada 7 kilómetros y una decena de amigos corredores de la zona, que se fueron relevando para que no estuviese sola en ningún momento del trayecto, Maite salió de Malpica a las tres de la madrugada del pasado día 23.

Salí con 22 grados, chorreaba de calor, pero por suerte a mí el calor se me da bien”, relata. Con tranquilidad y buen ritmo pasó la playa de Seiruga. Allí había unas fans que se habían levantado para animarla.

En la segunda etapa, el tramo que recorre la costa del Roncudo es de lo más complicado del recorrido.

En Valarés, como en cada avituallamiento, la estaba esperando su hermano con todo lo necesario.

La tercera etapa la corrió sola, por la Senda do Anllóns y un tramo fácil y sombrío que la llevaba primero al Castro de Borneiro y después al dolmen de Dombate. Aquí podía correr y así lo hizo hasta volver a la costa de Cabana. El sol continuaba pegando con fuerza y Maite recorría completa la playa de Laxe, ante la mirada de los veraneantes, para finalizar la etapa con 12 horas y 35 minutos, lo que suponía 40 minutos de adelanto sobre su horario previsto.

Comenzaba la cuarta etapa con altas temperaturas, pasando por el Peñón do Castro y las playas de Soesto y Traba. A las 15 horas y 49 minutos de carrera llegó a Arou, Km 91,7 y final de la cuarta etapa, donde la atleta y sus acompañantes fueron recibidos al son de la gaita. Tras el puerto de Santa Mariña y atravesar la playa de O Trece, el reto llegaba al Cementerio dos Ingleses.

La llegada al faro Vilán fue un susto: de pronto pasó de los 30 grados que había tenido todo el día a estar dentro de una nube húmeda que bajó las temperaturas hasta los 12.

El tramo más difícil fue la subida al Monte Pedrouzo y bajar la Ribeira de Viseo hasta la playa de Moreira, con tramos de descenso que en muchos momentos llegan al 25% de pendiente. Esta bajada puso a Maite Rojo al límite de sus fuerzas.

Tras pasar el faro Touriñán llegó a la playa de Nemiña. Por delante quedaban aún los acantilados de Canosa, con un terreno irregular, y los más de 2.000 metros que mide la playa de O Rostro. A su llegada al faro de Fisterra la estaban esperando sus familiares y amigos, que le dieron una emocionantísima ovación.

En su largo y corto recorrido (según se mire) dejó atrás siete faros: los de Punta Nariga, Roncudo, Laxe, Vilán, Muxía, Touriñán y Fisterra.