Centollas, nécoras y percebes se revalorizan y darán las campanadas en las lonjas gallegas

Noviembre avanza entre temporales, y la situación del sector marisquero en Galicia (que tiene otros frentes abiertos) se complica a nedida que se acerca la campaña más importante del año: la navideña. La escasez de almeja y berberecho de talla comercial motivó ya su revalorización en las lonjas, al igual que otras especies que reinarán en las mesas el mes que viene y cuya producción está menos amenazada.

Y es que ayer se abrieron con buenas expectativas las campañas de la almeja y de la centolla en Ribeira y del percebe en Aguiño, al igual que la del bou de vara (que incluye la nécora) iniciada el jueves en Rianxo.

En la ría de Muros-Noia, cerrada tras la mortandad del 80% de bivalvos a consecuencia de las riadas del invierno (algo que afectó a todos los bancos marisqueros de la costa gallega) y de la apertura de golpe de las compuertas del embalse del Tambre, la cofradía noiesa alertó ayer de un nuevo problema: la preocupante mortandad de la cría de berberecho. El motivo es el mismo: la bajada de la salinidad por las riadas de estos días y por el embalse.

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Así las cosas, el principal banco de berberechos es actualmente el del río Anllóns, del que salieron ya en lo que va de año 121.045 kilos que reportaron unos ingresos de 1,5 millones de euros. Se cotiza a una media de 12,64 € y alcanzó un máximo de 15. La producción total en Galicia desde enero es de 456.710 kilos (5,2 millones de euros).

Sin embargo, la amenaza que se cierne sobre este bivalvo lo demuestra el hecho de que en el mismo período se habían capturado ya el año pasado 1.531.492 kilos (de ellos, 526.115 en Noia, por los que se facturaron 2,9 millones de euros).

La cofradía de Ribeira abrió ayer las campañas de la almeja y de la centolla. El año pasado fue la segunga productora de centolla, con 128.112 kilos, por detrás de la lonja de A Coruña (152.860 kilos). Ayer, esta especie alcanzó en la lonja ribeirense un precio máximo de 17,50 € (faenaron 85 barcos y capturaron 2.800 kilos). Con todo, la de ayer no fue una subasta significativa dado el temporal. Pero las expectativas son buenas por calidad y cantidad.

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La producción de centolla en Ribeira fue creciendo en el último lustro: 65.469 kilos en 2019; 91.756 en 2020; 114.980 en 2021 y 128.112 en 2022. Y también su facturación, que pasó de 695.114 € en 2019 a 1,1 millones de euros el año pasado. Igualmente, su precio medio subió en 2022 respecto al ejercicio anterior: de 8,82 a 9,15 € el kilo. En cuanto a la almeja, la babosa se cotizó ayer en Ribeira (donde subastaron 1.200 Kg) a 35 € de media y a un máximo de 80 € (el primer día de la campaña de noviembre de 2022 arrancó a un máximo de 72,27 euros).

Y, dado que esta especie no se extraerá en Muros-Noia al menos hasta el próximo otoño, su cotización crece estos días en otras lonjas con respecto a noviembre de 2022. Así, la babosa que hace un año se pagaba a 17,39 € de media en Aguiño, ahora se cotiza allí a 21,25; la fina pasó en Cabo de Cruz de 31,74 a 54,10 y, en Carril, de 11,74 a 42,44; y la japónica, de 8,17 a 18,02 en Cabo de Cruz y de 8,09 a 16,88 en Carril.

Rianxo abrió el jueves la campaña del bou de vara, que incluye, ente otras especies, la nécora. Y, si su precio medio en Galicia en lo que va de año es de 19,66 €, en Rianxo se paga este mes en lonja a 22; en A Pobra a 20; en Ribeira a 12,95; en Cambados a 10 y en Camariñas a 9.

En Aguiño abrió la campaña del percebe, donde este crustáceo tiene uno de sus tronos. El precio medio en Galicia es de 34,46 € en Galicia, pero en Aguiño entró ayer a 118,77 €. Y, aunque la marea alta y el oleaje hicieron que solo el 30% de los percebeiros cogiesen el tope, son buenos el precio y las expectativas.