Puja por trece de las parcelas destinadas a crear el polígono estrella de la comarca en O Pino

La Sareb, junto a otras entidades bancarias, sacan a subasta notarial un total de trece lotes correspondientes a parcelas que estaban destinadas a conformar el primer polígono industrial del Concello de O Pino, a pocos metros del aeropuerto Rosalía de Castro. Eran propiedad de Martinsa Fadesa, el gigante inmobiliario que entró en concurso de acreedores en 2008, y estaban llamadas a configurar una de las áreas empresariales con más futuro en la comarca. En total, son terrenos con medidas que oscilan entre los 5.962 y los 21.409 metros cuadrados, sumando un precio de salida conjunto de un millón y medio de euros.

De esta forma, el polémico espacio que se preveía urbanizar hasta sumar un millón de metros cuadrados vuelve a la actualidad después de haber pasado por múltiples vicisitudes desde que en 2004 se firmó el convenio con (en aquel entonces) Fadesa para desarrollar suelo industrial en un entorno privilegiado. El problema empezó con las expropiaciones a particulares, ya que la gran mayoría rechazó los poco más de 6 euros con los que se tasó entonces el metro cuadrado. Sin embargo, solo unos pocos llegaron en plazo a los tribunales, que aumentaron el justiprecio inicial, lo que obligó a la administración local a abonar casi 1,3 millones de euros. Además, también hubo polémica con el trazado del Camino Francés, que atravesaba esta zona.

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Estas circunstancias obligaron a la administración local a solicitar un préstamo y también a reservar fondos de los planes provinciales para cubrir los pagos, si bien el mandatario local, el popular Manuel Taboada, subraya que “despois do litixio coa Xunta conseguimos sacar por fóra, polo perímetro” la Ruta jubilar más transitada de todas las existentes, lo que supuso un balón de oxígeno de cara a encauzar su futuro.

En cuanto a los lotes que se subastarán, los precios de salida cubren justamente la deuda que se reclama, y son los siguientes. El primero se denomina M-24 y tiene una superficie de 15.799 m2 con una edificabilidad de 15.619 m2; también constan el M-31, con un área de 9.085 m2 y edificabilidad de 8.400 m2; el M-35, de 19.985 m2 y 18.720 m2 de edificabilidad; M-39, con una superficie de 5.962 m2 y edificabilidad de 4.882 m2; M-40, de 21.409 m2 de área y edificabilidad de 12.417 m2; M-38, de 14.975 m2 de área y 14.040 de edificabilidad; M-23, que suma 22.486 m2 y 10.000 construibles; el lote M-12, de 19.446 m2 y una edificabilidad total de 16.372 m2; M-16 con 20.985 m2 de superficie y 20.280 para levantar naves; M-17, con 21.030 m2 y 16.400 edificables; M-18, de 21.000 m2 (19.188 m2 edificables); M-19, que suma un total de 21.000 metros cuadrados, si bien solamente se puede construir inmuebles en 19.188 m2,; y M-30, de 19.418 m2 y edificabilidad de 11.262 m2. En total, 211.580 m2 (equivalentes a unos veintitrés campos de fútbol).

ALCALDÍA. El alcalde de O Pino, Manuel Taboada, no echa balones fuera, y reconoce que “o proceso foi o que foi”. Pero también tiene claro que, en la actualidad, “a nosa intención é que alguén adquira eses terreos e poidamos sacar adiante o proceso para crear o noso primeiro polígono empresarial”, apuntaba. “A idea é darlle continuidade, pero hai que lembrar que tamén existen parcelas de particulares; o que está claro é que o Concello, sempre dentro da legalidade, ten a intención de loitar por ese solo industrial”.

Además, tampoco evita la polémica con el Ejecutivo autonómico, entonces bipartito, por la delimitación del Camino Francés en esa zona: “Gañamos o litixio coa Xunta, porque antes a Ruta pasaba polo medio da área empresarial prevista”, dijo. Y este mismo año divulgaba que se acordó con la administración concursal la devolución de los avales que presentó Martinsa Fadesa por un millón de euros a cambio de que retirase el contencioso por ello.

PSOE. Desde la oposición, Óscar Vilar, portavoz del PSOE, coincide con el regidor en que es prioritario dotar al municipio de un área empresarial de estas características, pero opina que actualmente “falta acción política para desenvolver un polígono que se podería facer por partes, fragmentando”, ya que se muestra pesimista sobre la posibilidad de urbanizar ese millón de metros.