Gallo, cordero y merluza del pincho: el Plan B que reina en las plazas la víspera de Nochevieja
La subida de precios contra reloj por escasez de pescado y marisco diversificó la demanda
Las últimas centollas volaron a 50 euros y el camarón llegó en lonja a 205 // El rey del corral y el bacalao con grelos, alternativas en auge
La cuenta atrás ya comenzó y, a estas alturas, el pescado está (literalmente) vendido. La subida de precios de pescados y mariscos, con algunas especies volando en las lonjas entre temporales, animó a muchos consumidores a planificar compras y echar mano de un Plan B para Nochevieja allí donde almejas, centollas, cigalas, camarones, besugos o lubinas se tornan inasequibles... o no están ni se les espera.
Y es que, aunque los placeros del mercado de Boiro coinciden en que “este año la gente compró lo mismo de siempre, pero en menores cantidades y de menos calidad”, todos vieron incrementadas las ventas de algunos productos que nada tienen que envidiar a los pescados y mariscos tradicionalmente más cotizados.
Marcial Giráldez dice que en la última semana el gallo de corral fue uno de sus productos estrella, a 9,50 euros el kilo, seguido del cordero (a 17), el cochinillo (a 19) y la espaldilla de ternera (a 13,50).
Pero también en las pescaderías hubo especies que rivalizaron ayer con las entronizadas lubinas (que Álex Vázquez vendía a 45 €), rodaballos (a 45 €) y besugos (a entre 65 y 90 €, según el tamaño): su público tuvieron también la merluza del pincho (a 25 €, otra de las estrellas de ayer en el mercado boirense) y el San Martiño (que el viernes estaba a 28 € en el puesto de Juana Silva).
En cuanto al marisco, Juana vendía la almeja babosa a 30 €, el buey a 23, la vieira a 12, el bogavante a 75 y la cigala a 65 (“la pequeña, porque la grande no la compré; estaba en lonja de a 80 euros”, explica).
“A cousa está peor ca por Noiteboa”, dice Rosa Carabel, de la Peixería Antonio de la plaza de abastos de Carballo. La subida de precios en las lonjas provocó que en su puesto de venta no estén disponibles muchas de las especies demandadas en estas fechas, como el besugo o el rodaballo, “que se pagaron na lonxa a 60 e 70 € o quilo, respectivamente, e xa non o compramos. Nestes casos só servimos baixo reserva, sempre que as consigamos, porque tiñamos encargas de santiaguiños e de cigala, e non hai”, explica Rosa.
Otro de los pescados que se ha revalorizado “como nunca antes vin”, señala Rosa, fue la merluza de volanta. “Estase vendendo a 25 e 26 euros o quilo debido a que non hai do pincho, que é máis cotizada, xa que co mal tempo non foron ao mar”.
Los más asequibles para esta Nochevieja son el abadejo, que venden en su pescadería de Carballo a 18 euros el kilo, y la lubina, que se cotiza a 35 las piezas más grandes y a 30 las medianas. “O ano pasado por estas datas vendíamola a 50 €”, recuerda.
Precios más prohibitivos o, al menos, al alcance de pocos, registran algunas especies de mariscos. “Os camaróns estanse a pagar en lonxa a 205 euros o quilo; os percebes a máis de 150 e as nécoras a máis de 90”, destaca Rosa Carabel. Más asequibles están las centollas que, aunque se revalorizaron ligeramente respecto a Nochebuena, en su pescadería se sirven a 45 € el kilo, y la almeja babosa se paga a 40. “Da fina apenas hai este ano”, señala.
Estos elevados precios pueden hacer creer que son sinónimo de gran negocio para los vendedores, pero Rosa Carabel lo niega. “É cando menos gañamos”, afirma, al tiempo que asegura que estas fechas navideñas “para nós son datas de moito traballo, pero sobre todo de moita carga psicolóxica, porque coa alta demanda, a escaseza de recursos e a alza de prezos é moi complicado satisfacer o que nos piden os clientes”.
Pasada la Nochevieja, en la Pescadería Antonio confían en que la primera semana del mes de enero continúe la alta demanda de productos, “porque para as festas de Reis tamén se compra moito peixe e marisco, e os restaurantes, aos que tamén servimos, teñen tamén reservas”.
Pescados, carnes y mariscos son los protagonistas principales en las mesas cada Nochevieja, pero en aquellos hogares donde se apostará hoy por productos y recetas más tradicionales habrá cuatro tipos de verduras apuntalando las propuestas. Teresa Bretal notó este año un mayor interés por los grelos (que vendía a 3 € el manojo) para acompañar al bacalao “porque son más digestivos que la coliflor”, señala. Esta última, a 5 € la pieza, junto con las coles de Bruselas (a 4,50 € el kilo) y el nabicol (a 2,50) “tuvieron mucha clientela esta semana para acompañar al cordero, el cochinillo o el gallo de corral”, dice.
De hecho, este sábado agotó las existencias de grelos. Y lo mismo le ocurrió con las uvas de moscatel de mayor calidad, que el viernes vendía a siete euros el kilo y ayer se habían agotado. “La gente las prefiere por su sabor, pero también por su tamaño, porque son más operativas para tomar con las campanadas”, explica Teresa. Este sábado le quitaban de las manos las de menor calidad, a 4,50 euros.
En el mercado de Boiro, uno de los más frecuentados del Barbanza, había ayer prisas a un lado del mostrador... y agobio con los encargos, al otro. Eso no cambia.
- El Correo Gallego - Diario de la capital de Galicia
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