Barbeira evita pronunciarse y Ucha impulsa una moción de censura en Santa Comba

Saltó la liebre, y el regidor de Santa Comba por CxG, David Barbeira, optó por dar por terminado y abandonar el pleno en el que se le reclamaba que confirmase si cumpliría el pacto de relevo en la alcaldía acordado tras las elecciones a favor del socialista José Antonio Ucha Velo. Así, y tras dar un discurso en el que puso de manifiesto las tensas relaciones con su socio del PSOE, Barbeira se marchaba del salón de sesiones. Y acto seguido, Ucha anunciaba una moción de censura que, paradójicamente, permitirá que el PP alcance el poder.

Y será posible gracias a que la citada moción está rubricada por Ucha y Cristina Fajín, lo que podría propiciar su expulsión de las filas socialistas, más los seis populares. De esta forma, María Pose (PP) se convertirá en alcaldesa el próximo día 15 a mediodía. En cuanto a las críticas del mandatario por poner fin al pleno sin aludir a las dos cuestiones que se le preguntan (asegura que lo que hizo fue levantar la sesión), evidentemente tanto él como quien le asesora son conscientes de que rehuyó las preguntas de sus socios, y que se limitó a narrar desencuentros y tomar las de villadiego cuando estimó que ya estaba finiquitado el tema.

Así, y a la espera de que la ejecutiva del PSOE mueva ficha e incóe expediente contra Ucha y Fajín por cederle el poder a los populares, el aún líder socialista se reafirmaba en que su decisión es por el bien del pueblo, y dejaba claro que volverá a presentarse a las elecciones, ya sea en las filas socialistas o por otra formación. Además, y al sumarse sólo dos concejales del PSdeG al documento (los mínimos indispensables en virtud de la legislación actual contra el transfuguismo) junto a los del PP hará posible que, en caso de que existan expulsiones, se respete la filiación de los otro cuatro concejales que fueron en la lista socialista.

La polémica había calado en las últimas horas al respecto de si habría rotación en el gobierno xalleiro, y si sería a favor de la oposición popular, que como los socialistas suma seis ediles. Y esta circunstancia fue directamente alentada por el todavía mandatario local, no sólo al negarse a responder a los medios, sino también a confirmar de forma rotunda si entregaría el poder.