Clamor en Grixoa: vecinos sin agua desde hace año y medio
Los conflictos por el agua continúan coleando en la localidad de Grixoa, Santa Comba, donde parte de los vecinos no tienen acceso a la traída pública por un presunto sabotaje del entubado que atribuyen a algunos lugareños frustrados. El problema es que en el entorno hay ganaderías (en total, son más de un centenar los residentes), y es necesaria una gran cantidad de abastecimiento para darles servicio.
El origen de la polémica data de 2017, cuando se pedía permiso a Augas de Galicia para extender el agua potable, al considerar que el viejo acuífero estaba seco. Para ello, decidieron constituir una asociación y excavar un nuevo manantial, reconduciéndolo al antiguo. La cuestión es que, desde un primer momento, se denunciaron las actuaciones por carecer de permisos, además de afectar a elementos patrimoniales. Pero el proyecto siguió adelante, “e ao ano seguinte, no 2018, foron a máis os problemas, porque había xente que xa tiña outro suministro”, apuntaba a este diario una residente en el entorno.
“O máis curioso é que parte desa xente, a maioría, tamén quixeron sumarse a esta nova traída”, continúan las mismas fuentes... hasta que el 8 del noviembre de 2020, parte de la aldea amanece sin agua en los grifos. Y hasta hoy. Al hilo, afirman que se detectaron hasta tres acciones vandálicas, con testigos incluidos, en las que se inutilizaron de forma evidente varias de las canalizaciones
XUSTIZA. “É alucinante que levemos 18 meses sen líquido, e que a Xustiza non condene a esas persoas” que, a su juicio, dañaron conscientemente los entubados. Por ahora van tirando con pozos particulares, pero una buena parte teme que las altas temperaturas estivales los acaben por secar.
En cuanto a la obra que autorizó Augas, a día de hoy está terminada. “Pero uns días antes de que comezaran as conexións, cortaron esa tubería xeral que pasaba por unha leira privada”. Y en toda esta problemática los vecinos que sufren la falta de agua aplauden la colaboración del Ayuntamiento de Santa Comba, “que nos deu todos os permisos e axudounos, pero o grupo de liantes decidiu denunciar á administración local, aínda que finalmente gañou o Concello”, acaban.