Cocina central con lavadero para alimentar a 1.400 escolares al día
Estará habilitada en el viejo almacén municipal de Bertamiráns el próximo año // El 5 de mayo terminarán el comedor de A Maía tras veinte meses
El concejal de Educación de Ames, el nacionalista David Santomil, tiene previsto supervisar el próximo 5 de mayo el final de obra del nuevo comedor para el colegio A Maía de Bertamiráns... tras veinte meses de incumplimientos de contrato y sanciones contra la adjudicataria. Se trata de la punta de lanza del renovado servicio que, entre este año y el que viene, tendrá sus cocinas centrales con centro de lavado en la vieja nave de obras de Bertamiráns, facilitando así la logística y el reparto de las 1.400 comidas escolares que se sirven al día en este municipio.
Hay que recordar que hasta ahora funcionan dos cocinas para preparar la comida de los alumnos de la capital maiana, una en el colegio Agro do Muíño y otra en la Escola de Educación Infantil de O Milladoiro. Además, cada uno de los centros educativos locales se encargaba de “facer o lavado” para intentar descargar trabajo y ahorrar tiempo, algo que ya no será necesario con el servicio centralizado en Bertamiráns, y que se emplazará a lo largo de la presente anualidad y la que viene, siempre según el responsable municipal de Educación.
En cuanto a las obras del nuevo comedor del CEIP A Maía, estarán finiquitadas a principios del próximo mes, pendientes eso sí de “pequenos detalles e o mobiliario”, adelantaba el mismo concejal. Santomil mantuvo, por último, una reunión con los directores de los distintos colegios de Barouta, A Maía, Agro do Muíño, Ventín y la EEI do Milladoiro para presentarles el plan de reparación y mantenimiento de patios escolares para este año y el que viene. Incluirá “actuacións de nivelado, pulido e pintado das pistas dos pavillóns escolares, para facilitar a práctica deportiva e as actividades do centro escolar, así como o acondicionamento das áreas de xogo e lecer”, enumeraba el edil.
Desde la concejalía de Educación subrayan, al respecto de la licitación de obras como la del comedor de A Maía, que “as administracións debemos de ter máis ferramentas para garantir os prazos e cumprimento do contrato” tras los procedimientos de licitación. Se trata de una demanda en la que, asegura Santomil, sí ha avanzado la Diputación, pero que aún tiene recorrido en cuanto a introducir mejoras en los pliegos y fórmulas para exigir lo acordado, “porque o que queremos é rematar as obras e que se fagan ben” sin que el factor precio sea preponderante.
Precisamente, el ejemplo de este comedor escolar resulta paradigmático. Tras acordarse el 24 de mayo de 2019 el expediente de licitación por 454.580 €, se adjudicaba la obra el 12 de septiembre de ese año. Posteriormente, el 23 de septiembre, se formaliza el contrato con un plazo de ejecución de cuatro meses a contar desde el día siguiente al de la firma... pese a lo cual la infraestructura educativa aún está hoy sin acabar. Porque fue ya a punto de finalizar el plazo –el pasado 10 de marzo de 2020– cuando la contratista pedía papas y solicitaba una ampliación hasta el día 31 de julio 2020 (y, luego, al 31 de agosto de 2020).
Visto lo visto, la junta de gobierno local del 20 de agosto de 2020 autorizó una segunda ampliación de plazo, de carácter improrrogable, hasta el 31 de agosto de 2020. Transcurridos tres meses desde la fecha de finalización de la segunda prórroga, el Ayuntamiento de Ames aprobó el 26 de noviembre del año pasado el inicio del expediente sancionador por demora en la ejecución de dichas obras. En total, alrededor de 15.000 euros en sanciones, afirma el concejal, “ata o punto de que pensamos en resolver o contrato”, si bien los trámites para ejecutar esta posibilidad podrían demorar aún más la actuación, imprescindible para atender al elevado censo de este colegio, con unas 400 plazas.
La previsión es que el nuevo comedor, con capacidad para 460 chavales, pueda funcionar el 1 de julio.