Color para San Xoanciño con treinta alfombristas
No hay demasiados concellos que conserven la tradición de las alfombras florales alrededor de sus templos e incluso para actos civiles. Pues Ames es uno de los afortunados, y acaba de celebrar los 10 años de la implantación de una costumbre llena de estética y devoción que trajo la vecina María José Bello tras su estancia en Celanova. Y la capilla del San Xoanciño fue el marco elegido para festejarlo, en un acto en el que colaboraron maestras de este arte llegadas de la capital de A Maía, pero también de Bueu, Cangas o Miño, arropadas por el regidor y la directora de Promoción de Turismo.
Bello, presidenta de la asociación San Xoanciño Alfombristas de Ames, así lo puso de manifiesto en una emotiva intervención en la que tuvo palabras de agradecimiento para la Corporación, pero también para el sacerdote Manuel Blanco, “pola súa entrega e xenerosidade”, sin olvidar su “humildade” y apoyo constante. Tampoco se olvidó de sus padres, que supieron trasmitirle la devoción por la Virgen de Lourdes, y de algunos de los colaboradores más estrechos del colectivo local de alfombristas, como Manolo Seijas, el tesorero y fundador; Ofelia Pérez, la vicepresidenta; Esther González, secretaria o Susana, la exsecretaria.
No obvió tampoco a destacados miembros supramunicipales, como Manuel Alonso, Vicenta Pallarés y Carlos Couto o el hermano Luis Álvarez, artífice de muchos diseños.
Tras unas 18 horas de trabajo (repartido también por varios hogares de la zona) y la labor de una treintena de auténticas artistas, completaron varios conjuntos, algunos de los cuales quedarán para el recuerdo. Así, y gracias a los refuerzos llegados desde otras localidades, se pudo incorporar al conjunto un tapiz floral con tejas auténticas que representa la capilla del San Xoanciño, “grazas a Fina Penabad, da Asociación Andahío de Perbes, onde quedamos abraiados polo marabilloso trato que recibimos dela e os representantes municipais”, dijo Bello.
A su vez, el regidor, Blas García, agradeció la contribución de San Xoanciño a exportar el nombre del municipio por medio mundo, y recordó la convivencia y buena sintonía de sus miembros a la hora de “facer parroquia”... algo a lo que también aludió la presidenta, extendiendo su reconocimiento a todos los alfombristas y a quienes ayudaron preparando flores y tuyas en casa, sin obviar las nuevas generaciones: Claudia, Mauro, Sofía, Noa y Alba.