Nicola Paganini se reencarna en un joven de O Milladoiro

Dicen que los jóvenes de hoy en día pasan la mayor parte de su tiempo embriagados por las redes sociales y los videojuegos. Twitch, YouTube, la Ps5 o la Nintendo Switch, plataformas y consolas que cualquier niño y, no tan niño, conoce de sobra. Atrás han quedado los tiempos en los que los jóvenes pasaban la mayor parte de sus días en la calle jugando al fútbol o entreteniéndose con cualquier tipo de cosa. Fenómenos que ya han quedado atrás debido a la abducción digital que las recientes generaciones han sufrido. Pese a todo, la esperanza no está perdida, ya que existen niños cuya pasión va mucho más allá de dedicar su tiempo a divagar por internet. Así pues, la música y el deporte combaten de manera directa este vertiginoso ascenso de la adicción juvenil a las nuevas tecnologias.

Anxo Gómez Piñeiro es un niño de 13 años que vive en Ames, cocretamente, en O Milladoiro, y es la excepción que confirma la regla, ya que su mayor pasión reside en la música, especificamente, en el Violín. Su andadura como violinista comenzó a la temprana edad de 8 años, a la cual entró en el Conservatorio Histórico de la ciudad compostelana. La elección de esta institución fue debida a que en la misma existe prueba de acceso, pero puedes elegir el instrumento que quieras, la única contra es que es un centro de formación privada. De este modo, Anxo se encuentra, en la actualidad, cursando 1º de profesional y se ha mostrado como un prodigio del violín, ya que con su escasa edad ha obtenido muy buenos resultados en certámenes internacionales de instrumentos de cuerda.

El joven amesá es alumno de Yulia Petrushevskaya, integrante de la de la Real Filharmonía de Galicia y primer violín de la misma, además de profesora en el Conservatorio Histórico de Santiago de Compostela.Yulia ha sido y es un pilar fundamental para Anxo, ya que antes de adentrarse en el mundo de los instrumentos de cuerda nunca había tocado ningún tipo de instrumento, salvo la pandereta, ya que el adolescente practicaba baile gallego .

Concursos. La experiencia de Anxo en los certámenes de música e instrumentos de cuerda es dilatada, ya que lleva acudiendo a este tipo de eventos desde que tiene 9 años, llegando incluso a ir al país vecino de la mano de su violín. Así pues, el de Milladoiro obtuvo el primer puesto en el Concurso Internacional de Instrumentos de Corda de Vigo, además de un gran segundo puesto en el Concurso Internacional de Violín de la Villa de Llanes.

Todo esto no solo procede del gran talento que posee Anxo, ya que este representan tan solo el 1% del éxito. El amesá, en épocas de concurso, llega a ensayar unas ocho horas al día, todo ello compaginado con llevar bien el instituto y las clases que percibe en el Conservatorio, al que acude 3 días a la semana y en el que se le realizan exámenes como si de la ESO se tratara, ya que al fin y al cabo es una titulación oficial que requiere de un gran sacrificio.

sacrificio. Quien algo quiere, algo le cuesta. Esta frase la tiene grabada a fuego Anxo, ya que a sus 13 años compaginar la vida de un adolescente con el instituto, los ensayos y las clases del Conservatorio supone un esfuerzo casi titánico, solo propio de aquel que ama enormemente lo que hace. En su tiempo libre, el joven de Ames suele sumergirse en la lectura y en la música, ambas sus mayores aficciones, que emplea para distraerse y desconectar de las intensas horas que dedica al instituto, el cual y en palabras de su madre “no ofrece apenas facilidades para que Anxo pueda compaginar ambas cosas”. Así pues y como bien lo sabe él mismo: quien algo quiere algo le cuesta.