Os Tilos defiende su centro de salud y reclama mejoras

Los residentes en la urbanización teense Os Tilos defenderán la permanencia de su centro de salud, uno de los cuatro que desaparecerían si la Xunta acaba por construir un gran dispensario en A Ramallosa. Así, desde la asociación de vecinos han distribuido hojas para recoger firmas en defensa de sus infraestructuras sanitarias. Y esta noticia coincide con el malestar (trasladado por otros lugareños a título particular) ante la pésima imagen que siguen dando las pintadas, destrozos, baches y restos de badenes diseminados en la zona.

Con respecto al centro de salud, desde la AA VV de Os Tilos divulgaban un documento para reunir firmas de cara a “impedir el cierre o traslado de nuestro centro de salud” en base al último plan de infraestructuras sanitarias de atención primaria “en el cual se especificaba la apertura del gran local en A Ramallosa, integrando al resto de instalaciones teenses.

Los afectados creen que la Xunta debe de “rectificar” el plan para Os Tilos, ya que entienden que obligaría a “los pacientes afectados a realizar un desplazamiento de más de seis kilómetros”, lo que consideran “descabellado, ilógico e irracional”. A su juicio, impediría “prestar la asistencia y la prevención más adecuada para la salud de nuestros vecinos que, por sus patología, necesitan controles periódicos, obligando a los pacientes a desplazarse”, al tiempo que se alude a las deficiencias respecto a “un buen servicio de transporte”. Y terminan subrayando que el dispensario de la urbanización “tiene lista de espera para poder obtener médico de cabecera”, lo que da fe de la “actividad y necesidad” de este servicio allí.

Y coincidiendo con esta movilización, otros lugareños se ponían en contacto con este diario para insistir en el mal estado de las infraestructuras en la urbanización, temas recurrentes en la mayoría de los casos. Así, critican que las pintadas sigan empapelando marquesinas y muros, pero también el lamentable aspecto de las cabañas de madera que acogen servicios municipales “y que parece que estén podridas, además de plagadas de grafitos”.Como no, reiteran dos clásicos de las quejas: los restos de badenes en la rúa Carballo y los baches en Castiñeiro.