Santiago
+15° C
Actualizado
martes, 23 abril 2024
16:11
h
Vecinos y veraneantes se aliaron para poner a disposición de las dos mujeres ropa, comida y un piso // Una se empleó en un restaurante // El niño y las cuatro niñas se incorporaron al colegio // Cruz Roja aportó 300 € al mes por familia TEXTO S. Souto

Portosín se volcó en la acogida de dos ucranianas y sus cinco hijos

La localidad sonense de Portosín, uno de los principales destinos turísticos de la comarca del Barbanza, no es solamente un lugar hospitalario con quienes lo visitan para pasar sus vacaciones de verano, sino también con quienes llegan buscando una oportunidad.

El pasado mes de abril llegaron a Galicia, como muchas otras personas que escapaban del horror de la guerra, dos hermanas ucranianas, Tania y Jeanne; la primera, con tres hijos y la segunda, con dos.

Tras la mediación de la ONG Aga Ucrania, el pueblo de Portosín se volcó con la acogida a estas dos familias. El primero en abanderar esta respuesta solidaria fue Yago González, periodista y miembro de la conocida saga asturiana de Los Cucos (muchos de cuyos integrantes llevan más de medio siglo veraneando en la zona) quien puso a disposición de Tania y de Jeanne un piso en esa localidad, en el que se instalaron.

A los cinco días de llegar a Portosín, las tres hijas de Jeanne y los dos de Tania ya estaban debidamente incorporados al colegio local. Y no fueron pocos los vecinos que les recibieron con regalos, ropa, comida, material escolar, artículos de higiene personal... y, sobre todo, con mucho cariño. Una labor en la que también se implicaron el cura párroco, don Ramón, Cáritas (sobre todo con ropa y ayudas económicas) y la Cruz Roja (que le otorgó una ayuda de trescientos euros al mes a cada una de las dos familias ucranianas).

Todos pusieron su granito de arena. María Lojo ayudaba a los chavales con los deberes, y Raúl, su marido, les llevaba cada día al colegio, al que también va su hija Clara, que pronto entabló amistad con los protagonistas de esta crónica.

Marisa Bermúdez y Blanca López, por su parte, se encargaban de echar una mano con el papeleo y las gestiones, entre muchas otras tareas. Aunque, en realidad, esta respuesta solidaria es coral, y son muchos más los protagonistas de esta hermosa y entrañable historia.

OFERTAS laborales. Pero ni Tania ni Jeanne querían permanecer en Portosín con los brazos cruzados, y de inmediato se puso en marcha una operación para encontrarles trabajo. Una operación que, por cierto, duró tan solo unos minutos.

Y es que las ofertas laborales se produjeron al instante. Montse Santos y Antonio Lugilde, los propietarios del restaurante local A Casa do Tella e Rosalía, emplearon a Tania en su establecimiento.

“Fue una experiencia breve e intensa, pero enriquecedora para todos; para ella y para nosotros. Tania se incorporó a la plantilla de nuestro restaurante en una época de gran trabajo, y nos dio un gran apoyo. Al principio creímos que el idioma iba a ser un pequeño obstáculo pero, como en nuestro equipo todos hablan inglés, no hubo problemas en ese sentido”, señala al respecto Montse Santos.

la opción del teletrabajo. Por su parte, María Dolores Santamaría, la propietaria del Bodegón O Pescador, le ofreció trabajo a Jeanne en su establecimiento hostelero, aunque finalmente no fue necesario, porque ella tuvo la oportunidad de teletrabajar, al darle esa opción su empresa desde Ucrania.

Hace unos días, las dos hermanas y sus hijos regresaron a su país, dejando atrás muchas y muy buenas amistades en Portosín.

“Seguimos en contacto y conversamos con frecuencia a través del WhatsApp”, comenta Montse, quien se muestra orgullosa de la gran implicación y de la demostración de solidaridad que dio todo el pueblo en esta acogida humanitaria.

delegribeira@elcorreogallego.es

25 ago 2022 / 01:00
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
TEMAS
Tema marcado como favorito
Selecciona los que más te interesen y verás todas las noticias relacionadas con ellos en Mi Correo Gallego.