Una fotógrafa padronesa gana la plata en los Shine Photo Award
“Mis inicios parten del momento en el que descubrí que la cámara no sólo era una afición, sino una auténtica pasión que me llevó a ser coleccionista de máquinas de todas las épocas, por eso digo siempre que mis estudios son sólo la profesionalización de mi pasión”. Así define su vocación la fotógrafa padronesa Rocío Angueira, que tras años de trabajo y formación decidió en 2021 presentarse por primera vez a un concurso internacional, el Shine Photo Award, y se llevó ni más ni menos que la plata.
“De hecho llegó como regalo adelantado de Reyes, puesto que la resolución del Shine Photo Award se hizo oficial el 5 de enero. Fue algo bastante inesperado, puesto que era el primer concurso al que me presentaba y lo hice por probar suerte, no creía yo que terminaría con una de mis fotos galardonada con una plata. Me hace especial ilusión, no por el premio en sí, sino porque el jurado está compuesto por 6 fotógrafas internacionales ( España, Estados Unidos, Israel, Alemania, Austria y Australia) especializadas en este sector, lo cual es todavía más gratificante. También porque la foto premiada pertenece a una de las nuevas sesiones que acabo de estrenar, que son las de seguimiento, que abarcan el primer año de vida del bebé ( 4 - 8 y 12 meses)”, explica Rocío.
La artista padronesa dio sus primeros pasos en firme en el mundo de la fotografía a los 18 años, con sus estudios en el IES Lamas de Abade, de Santiago. “Por aquel entonces, Fran Herbello impartía las clases de fotografía digital y yo tuve la suerte de que fuese uno de mis profesores. Desafortunadamente, luego de terminar el curso y mis prácticas, en aquel momento, no encontré ningún trabajo relacionado con este mundo, puesto que apenas tenía 20 años y muy poca experiencia. Años más tarde, y sin que la fotografía me abandonase , puesto que se convertiría en mi mayor hobby, decidí emprender mi propio negocio”.
Nació así As Fotos Da Avoa. Cuenta que “mucho antes de nacer mi sobrino”, motivo por el que decidió hace más de 4 años dirigir su trabajo hacia la fotografía infantil, “dedicaba largas horas a retocar fotos antiguas de mi familia, amigos , conocidos para poder darles una segunda vida. Por aquel entonces, mi abuela acababa de fallecer, y me pareció una buena idea que el nombre de mi primer negocio hiciese referencia a ella. Hoy mi estudio es un lugar para toda la familia, donde se crean recuerdos desde el embarazo, pasando por los primeros días de vida de un bebé, su primer año, y por supuesto, las navidades, donde no solo me acompañan los más chiquitines, sino también sus primos, tíos, padrinos, abuelos y hasta bisabuelos. De hecho, recientemente me he mudado a la Picaraña, a un local más grande (140 m2) para tener mucho más espacio y poder así tener diferentes salas para cada sesión. Con el tema covid, las familias lo agradecen, porque no coinciden entre ellas”.
Su negocio empezó en el propio Padrón, donde nació y vive, pero no es ese el motivo por el que decidió tener allí su estudio. “Lo es porque creo que, a nivel territorial, es un muy buen lugar. Está cerca de Santiago, Milladoiro, Bertamiráns, y de Rianxo, Boiro, etc. Tengo clientes que han venido desde O Grove o inclusive desde Pontevedra”.
Cree que la fotografía ha evolucionado mucho, “hace 15 años era muy raro encontrar alguien que hiciese fotografía newborn al nivel que se hace ahora”. Entre sus referentes señala a Pepa Bueno, Alba Soler , Ana Brandt, Svitlana Vronska... “De la mayoría, he tenido el placer de poder asistir a sus clases y cursos... La formación es esencial”.