España, uno de los países pioneros del mundo en aprobar las cuartas dosis
¿Hasta cuándo necesitaremos seguir poniéndonos dosis de refuerzo? Esta es la gran pregunta que, después de recibir el tercer pinchazo, e incluso antes, se hacen muchas personas. Sabiendo que las vacunas actuales no protegen al 100 % de la infección (menos en un momento de alta transmisibilidad del virus a causa de la variante ómicron) y que su eficacia se reduce a medida que pasa el tiempo, parece inevitable caer en una media de dos inoculaciones al año. Aunque desde la OMS ya se han mostrado en contra de esta estrategia.
Este mismo jueves, la Comisión Nacional de Salud Pública aprobaba en España la administración de una cuarta dosis (el segundo refuerzo) a las personas inmunodeprimidas, las incluidas en el grupo 7. En este colectivo se engloba a las personas que reciben tratamiento con fármacos inmunosupresores, personas de muy alto riesgo como las que padecen de fibrosis quísticas, trasplante de progenitores hematopoyéticos, trasplantes de órgano sólido y en lista de espera para ser trasplantados y trasplantados de pulmón, hígado, páncreas, corazón o intestino.
También los enfermos de diálisis de diversos grados, los que padecen enfermedades oncohematológicas y diversos tipos de pacientes de cáncer con o sin quimioterapia, así como diversos casos de VIH (sida), inmunodeficiencias o síndromes de Down mayores de cuarenta años.
Teniendo en cuenta que el periodo de espaciado entre dosis también se redujo por la aprobación de esa comisión de seis a cinco meses, y que los inmunodeprimidos recibieron la tercera dosis al arranque del mes de septiembre, podrían recibir ya esa cuarta a comienzos de febrero. En su mayoría, a partir del día diez. España se convertiría así en uno de los cuatro únicos países del mundo que, por el momento, han aprobado esta cuarta inoculación.
La Organización Mundial de la Salud y la Agencia Europea del Medicamento parecen coincidir en que los pacientes inmunodeprimidos sí deben recibir toda la protección adicional posible, pero se muestran más críticos con el hecho de un cuarto pinchazo para toda la población. Por ejemplo, Grecia optó, al igual que España, por la cuarta dosis solo para inmunodeprimidos. Pero Israel y Chile ya avanzaron el proceso a todos los adultos.
En concreto, Israel fue el pionero en la cuestión, como ya sucedió con la vacunación. El país se enfrenta en estos momentos a una ola del virus muy complicada a causa de ómicron. Para atajarla, las autoridades optaron por cerrar fronteras a finales de noviembre, cuando apareció el primer caso de la nueva cepa, pero viendo que esto no reducía las infecciones y que solo afectaba a la economía, volvieron a abrirlas la pasada semana. Las previsiones en este momento en la potencia asiática son devastadoras: se espera alcanzar los 4 millones de infectados en una población de 9 millones en la que el 80 % de los adultos ya cuentan con la pauta vacunal completa y más de la mitad tienen las tres vacunas.
Por su parte, Chile, empezó el lunes también a poner cuartos pinchazos a inmunodeprimidos, pero el 7 de febrero arrancará ya con todo los mayores de 55 que hayan cumplido seis meses desde su anterior inyección. Y es que, aunque en el país la pandemia lleva varios meses bajo control, las fiestas navideñas han dado lugar a repuntes, más graves con la llegada de ómicron. Por primera vez en siete meses la pasada semana este territorio americano superó la barrera de los 4.000 nuevos casos, a pesar de que el 92 % de la población tiene pauta completa.
Profesor Emérito de Medicina Preventiva en la USC
El profesor Emérito en Medicina Preventiva de la USC y experto en esta pandemia, Juan Gestal, considera que “hay que ser muy prudente con la reiteración de dosis de vacuna”, sobre todo en lo que respecta a su inoculación en toda la población, que, hasta la fecha, ya tendrá que recibir seguro la tercera dosis. “En los inmunodeprimidos, puede ser aceptable esta cuarta dosis”, concede el experto, pues ante su dañado sistema inmune toda protección es poca frente al contagio.
Sin embargo, esto podría generar que, si la eficacia vuelve a subir tras su administración, como sucedió tras la tercera dosis puesta en este colectivo, las agencias del medicamento y los Gobiernos se planteen generalizar un cuarto pinchazo para todos los adultos. Gestal se muestra contrario a esta posibilidad, asegurando que “hay que parar ya (de inocular más preparados), con independencia de cuál sea su respuesta”.
Por ello, afirma que “en la población general, en principio, no veo justificada” la puesta de una cuarta dosis. Sobre todo teniendo en cuenta, “además, que ahora ya está empezando a bajar la ola de contagios”, según indica el profesor Gestal, anticipando que esto llevará a que “cada vez haya menos justificación para administrar esa cuarta dosis”.
Por su experiencia profesional, asimismo, deja sobre la mesa una reflexión: “He visto reacciones alérgicas locales importantes en personas hiperinmunizadas frente al tétanos”. O sea, sí hay experiencias previas.
··· El Grupo de Asesores Técnico sobre la Composición de la Vacuna contra el covid (TAG-CO-VAC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó este viernes que se necesitarán más vacunas que tengan un mayor impacto en la prevención de la infección y la transmisión del coronavirus, según informó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
··· Según este grupo de expertos, creado por la OMS en septiembre, hasta que se desarrollen tales vacunas, puede ser necesario actualizar la composición de las actuales para garantizar que sigan proporcionando los niveles de protección recomendados por la OMS contra la infección y la enfermedad.
··· Y es que el TAG-CO-VAC también apuntó que una estrategia de vacunación basada en repetidas dosis de refuerzo de la composición original de la vacuna “es poco probable que sea sostenible”. También porque la prioridad inmediata para el mundo es acelerar la vacunación primaria, especialmente en los países más pobres: el 85 % de la población de África no cuenta con protección al virus.