Entrevista | Edgar Vicedo Ayala Jugador de baloncesto del Obradoiro

Edgar Vicedo: “Estuvimos 13 arriba y deberíamos haber matado el encuentro ahí”

Uno de los grandes protagonistas del Monbus Obradoiro en el derbi gallego ante el Breogán

Edgar Vicedo lanzando un triple durante el derbi ante el Breogá

Edgar Vicedo lanzando un triple durante el derbi ante el Breogá / ACB

Edgar Vicedo Ayala (Madrid, 1994) fue uno de los grandes protagonistas del Monbus Obradoiro en el derbi gallego ante el Breogán, siendo el jugador que más puntos hizo (21). Lamentablemente, no pudo acompañar su gran partido con una victoria, pero sí tuvo ocasión de celebrar el ascenso de su pareja, Patricia Soler, con el Baxi Ferrol.

¿Qué sensación le deja el derbi?

Amarga, porque creo que hubo un momento en el que nos pusimos trece arriba y deberíamos haber matado el encuentro ahí. Dimos otra oportunidad más y ellos la aprovecharon. Fueron bastante sólidos en todo el partido, nunca bajaron los brazos y nosotros no supimos rematar en ese momento el partido. Pudimos estar mejor en ese punto y creo que se hubieran venido abajo. No lo hubiesen visto tan factible. Fue un derbi bonito para el aficionado, que creo que es para lo que se juega, y una pena que no podamos dejar la victoria en Santiago, pero esto continúa.

Usted fue el revulsivo en el primer cuarto, ¿cómo lo vivió?

Algo normal. Intento, tanto para el lado bueno como para el lado malo, no sobreexcitarme en la motivación o en lo que está sucediendo. Trato de estar lineal para seguir concentrado. Metas uno, dos o tres, (el partido) continúa. Intento seguir centrado, porque puede perjudicar. Mantuve los nervios y emociones fuera para seguir jugando. Fue un partido, a nivel personal, bueno.

En el segundo cuarto parecía que el Obra encestaba todo.

En el encuentro anterior no metimos ninguna desde fuera... Cada partido es un mundo y, al final, supimos buscar esas ventajas desde el perímetro y, encima, estuvimos acertados.

Ahora toca el Manresa, ¿qué espera de este encuentro?

Un partido que va a ser bastante físico. Ellos rinden en los 40 minutos a un nivel muy alto en este aspecto, presionando y agobiando al rival. Se juegan bastante y no hay que focalizarse en la clasificación, porque primero sería faltarle al respeto al rival y equivocarnos nosotros mismos por pensar que va a ser fácil.

¿Qué sintió la primera vez que se enfrentó al Obradoiro?

Cada vez que venía aquí era una pista muy dura. En mi época en Estudiantes, sabíamos que era una cancha bastante complicada. Creo que gané solo una vez de las ocho o nueve que he venido. En pistas como esta, donde la afición arropa mucho, mola más estar del lado del local. He tenido la suerte de poder vivir ambos.

¿Cuáles fueron sus sensaciones en el debut?

Muy buena, solo que tardé mucho por el tema del covid, con partidos que se posponían. Si no recuerdo mal fue contra el Burgos y realmente fue algo fantástico

¿Cómo vivió el descenso del Estudiantes y el verlo en LEB Oro?

Duro. Es donde me he criado, donde he echado más horas que en ningún sitio, desde los quince años. Para mí es mi casa. Ver como descendíamos y ser de los “culpables” de haber llevado al club a eso... Pues jode. Al final, todo continúa y sé que están en un momento de transición. Ojalá los volvamos a ver donde se merecen estar.

¿Qué le trajo al Obradoiro?

Siempre me había llamado la atención el método de Moncho (Fernández). Podía cuadrar en mi juego o a volver a retomar minutada para intentar competir y para conseguir objetivos más personales o individuales. Cuando tuve la opción de venir para aquí, no me lo pensé dos veces.

¿Venía acostumbrado a una ciudad más grande?

Sí (risas). He tenido que hacer cosas o hobbies que, gracias a estar aquí, pues me he aficionado más, como la fotografía. También me gusta coger el coche e irme a ver playas y pueblos de los alrededores. Son más cositas que voy aprendiendo.

Su padre es entrenador y exjugador de voleibol, ¿por qué baloncesto?

Por suerte, en casa he podido hacer siempre lo que me ha apetecido. En ningún momento he tenido la presión de mi padre de “tú vas a hacer voleibol”. Al final jugué a fútbol, a balonmano y probé voleibol. Estuve como dos semanas en Palencia, concentrado, y llamé a mi padre y le dije: “lo siento, pero no es lo mío”. Alguna vez que fui por la Federación (Española de Voleibol) el presidente me dijo, en plan cariñoso, que era un vendido (risas). Luego vino mi abuelo y me llevó a probar baloncesto, que era lo que me faltaba, y me fui al Estudiantes.

¿Podría compartir alguna anécdota en Santiago o Galicia?

Como vivo en Fene, allí en Ferrol, cuando voy al parque de perros muchas veces algún seguidor del baloncesto se queda mirando como:¿qué hace este tío aquí?. Algún aficionado al baloncesto me ha preguntado si era Vicedo y qué hacía allí.

¿Cómo ha vivido el ascenso de su pareja con el Baxi Ferrol?

Muy contento. Una pena que ella estuvo lesionada desde principios de enero, pero contentos de que lo hayan conseguido. Es algo por lo que competían y, con lo que han trabajado, que te aseguro que ha sido mucho porque por casa casi no la he visto (risas), pues han conseguido el ascenso en su casa y con su afición, dos jornadas antes de acabar la competición. Fue genial