O GRAN CAMIÑO

El viento no puede en A Coruña con el mejor ciclismo

Ante el peligro para los corredores, la clasificación de la crono inicial de O Gran Camiño no se tendrá en cuenta

El galés de 20 años Josh Tarling fue el mejor y en solo 15 kilómetros distanció en 42 segundos a Rafferty

Los favoritos no arriesgaron lo más mínimo y al igual que el resto de participantes utilizaron bicicletas convencionales

Jonas Vingegaard creó expectación a su paso por las calles de A Coruña

Jonas Vingegaard creó expectación a su paso por las calles de A Coruña / cabalar

El año pasado fue la nieve camino de la localidad lucense de Sarria la que obligó a suspender una etapa de O Gran Camiño. En esta ocasión el viento ponía en peligro la integridad de los corredores en la fachada marítima de A Coruña por lo que la organización decidió, de acuerdo con los equipos participantes y personal implicado, realizar algunas modificaciones con el objetivo de garantizar la seguridad de todos los participantes.

Así las cosas, la organización tenía un serio problema porque había el riesgo de que no se pudiera correr y los equipos, en febrero, con todo por delante, no estaban dispuestos a afrontar mucho riesgo. La decisión fue salomónica. Se saldría a disputar la contrarreloj individual con bicis convencionales, mucho más estables, y los tiempos no valdrían para la clasificación general. La etapa sólo serviría para distinguir al mejor contrarrelojista, que se proclamaría ganador del día, y la lucha por la victoria final quedaría reducida a las tres etapas en línea que se disputan hasta el domingo en las otras tres provincias gallegas; Lugo, Ourense y Pontevedra, en el orden habitual de recitarlas.

Fue una lástima. Las carreras españolas no están teniendo muy buena suerte en esta fase de inicio y sirva como ejemplo lo que le sucedió hace unos días a la Vuelta a Andalucía. A la carrera le pilló la protesta de los agricultores y con la Guardia Civil controlando las tractoradas no se pudo garantizar la seguridad de la prueba ciclista. Así que tan sólo se pudo disputar una de las cinco etapas previstas. En Galicia llevaban una semana de tiempo primaveral. Los cicloturistas corrían por las carreteras próximas a A Coruña en uniforme de verano y los más valientes, al margen de las bicis, se zambullían en el mar, manso, tanto que ni hacía las delicias de los surferos.

La relajación de la etapa coruñesa supuso una gran decepción para los aficionados herculinos que esperaban ver toda una batalla en una contrarreloj de 14,8 kilómetros en la fachada marítima de A Coruña, con una llegada espectacular a la Torre de Hércules.

En la línea de salida hubo momentos en los que las rachas de viento superaban los 80 kilómetros por hora, por lo que muchos ciclistas decidieron salir en la contrarreloj sin poner en peligro su integridad. Los grandes favoritos optaron por la prudencia y no arriesgaron loo más mínimo ya que ante el temporal de viento era muy fácil irse al suelo y arriesgar toda la pretemporada con una inoportuna caída.

Fue una primera etapa en la que no existió la tensión competitiva entre los grandes favoritos, que reservaron fuerzas para las próximas jornadas.  

De hecho, Jonas Vingegaard, abrigado hasta las orejas, no se atrevía a salir del hotel a media mañana. Y la verdad, A Coruña, la ciudad que acogió la salida de la primera de las cuatro etapas de O Gran Camiño, invitaba a cualquier cosa menos a pasear por la calle. Casi había que agarrarse para no ser tumbado por el viento; encima llovía por lo que el día invitaba a otros placeres, que los hay, aparte de montar en bici.

Vingegaard no asumió riesgos, ¿por qué? Porque tanto le da una victoria más o menos y porque siempre en algún momento dado se piensa en el Tour. Esa fue la única razón por la que terminó la crono en la posición 45 a más de dos minutos del vencedor, Josh Tarling, un nuevo valor de la especialidad de sólo 20 años, un galés que apunta tan alto como sus 194 centímetros de altura, y que a tan tierna edad sí valía la pena el desafío con el viento para conseguir un triunfo con el que nutrir su todavía escasa lista de victorias.

El británico se impuso este jueves en la primera etapa de O Gran Camiño después de recorrer en 18 minutos y 21 segundos los casi 15 kilómetros de la crono, con salida y llegada en La Torre de Hércules.

El irlandés Darren Rafferty (EF Education – EasyPost), a 42 segundos del ganador, y el español Pablo Castrillo (Equipo Kern Pharma), a 48, completaron el podio de la primera etapa, en la que el limiano Carlos Canal finalizó en la novena posición a 1.09 de Tarling.

Mientras tanto, los favoritos se lo tomaron con calma con Michal Kwiatkowski (décimo a 1.13), Rigoberto Urán (duodécimo a 1.25), Carlos Rodríguez (décimo octavo a 1.41), Rubçén Guerreiro (vigésimo a 1.42), Egan Bernal (vigésimo primero a 1.43) , David Gaudu (trigésimo sexto a 2.11), y Jonas Vingegaard ( en el puesto 46 a 2.22) con Richard Carapaz a continuación a 2.43.

Este viernes se espera batalla de la buena en unas carreteras que acogen uno de los eventos deportivos del año en Galicia, que se retransmite por televisión a más de 170 países.