Gran paso de un Obradorio que sale del descenso con su triunfo en Bilbao

En una victoria coral de los santiagueses, destacó la faceta anotadora y defensiva de Marek Blazevic

Los jugadores de Moncho Fernández consiguieron su merecida recompensa después de luchar cada balón para llevar al límite a su rival

Pustovyi durante el encuentro

Pustovyi durante el encuentro / ACB

El Monbus Obradoiro consiguió un triunfo determinante en feudo del Surne Bilbao Basket y con este resultado la esperanza de conseguir la permanencia se acerca pues iguala en la clasificatoria a un Breogán que perdió en la prórroga ante Gran Canaria y se queda a un triunfo de otro rival directo por el descenso como el Granada, que ganó al colista y prácticamente desahuciado Palencia.

De todas formas el conjunto santiagués no se puede despistar ya que los deberes no están hechos en su totalidad. En la próxima jornada el Covirán Granada recibe el sábado, a las seis de la tarde, al Breogán en un choque que puede ser determinante para el descenso. El Obradoiro jugará el domingo, a partir de las doce y media de la mañana en la cancha del Real Madrid, conociendo ya el resultado del enfrentamiento entre sus dos máximos rivales para salvar la categoría.

En esa lucha, el encuentro de Bilbao estaba calificado como muy importante. Con Timma sin recuperar definitivamente fuera de la convocatoria y dos pivots como Blazevic y Pustovyi en el quinteto titular dispuesto por Moncho Fernández, el equipo encajó de salida un parcial de 5-0 con un primer triple de Reyes. Una renta que los locales lograron mantener durante los tres primeros minutos, momento en que aparecieron los dos postes altos santiagueses para remontar por la vía rápida con un parcial de 0-7 en el que monopolizaron todos los puntos del equipo (7-9 superado el ecuador del primer cuarto).

El Bilbao Basket comenzaba a tener serios problemas en ataque y a eso se uniría una manifiesta incomodidad defensiva que se tradujo en no pocas segundas opciones para un Obra muy enchufado en cuanto a intensidad que encontró en Blazevic a su hombre más inspirado para sumar otro suculento parcial de 0-6 y colocar el 9-15 en el minuto 7 obligando al entrenador local Jaume Ponsarnau a agotar su primer tiempo muerto.

De vuelta a pista los vascos sí encontraron mejores sensaciones, fundamentalmente porque pudieron correr y atacar con esa elevada velocidad que tanto les gusta, y eso sería suficiente para ajustar el electrónico al final del primer cuarto (18-19).

Un parcial de 4-0 en el inicio del segundo acto suponía un serio aviso para un conjunto gallego ahora seco en lo ofensivo y sin el auxilio del triple (Por entonces 0/5 en esa suerte), pero entonces apareció un siempre incisivo Mendoza y Zurbriggen con un primer triple para poner unas nuevas tablas (24-24 en el minuto 2). Al poco Pustovyi tuvo su primer descanso de la tarde dejando como referencia a un Blazevic que siguió aportando canastas para que el Obradoiro no cediera en un choque de buen ritmo anotador en esta fase pero donde nadie era capaz de mandar (32-28 en el ecuador y tiempo muerto de Moncho Fernández).

Sin embargo el parón no resultó productivo y los locales, gracias a un ritmo más alto y un afortunado triple de Pantzar, en un abrir y cerrar de ojos se hicieron con una psicológica ventaja de +10 que suponía la vuelta a pista de Pustovyi. Aunque eso no era suficiente y no fue hasta que apareció Jordan Howard anotando sus primeros tres puntos desde los libres, que el Obradoiro se soltó en lo ofensivo con un Dotson también muy implicado. Al descanso 40-38.

Un plástico gancho de Pustovyi y más puntos de Howard remontaron el resultado ante un Bilbao Basket bastante espeso, con dudas frente a la correosa defensa gallega donde hombres como Blazevic se batían con dureza impidiendo que los locales corrieran. En este tramo tan cerrado y trabado el equipo de Moncho Fernández buscó al base estadounidense Devon Dotson (13 puntos), que junto a Pustovyi y Blazevic alcanzaban los diez puntos (47-51 superado el ecuador).

El duelo cada vez estaba más embarrado y además la grada comenzó a jugar su partido, presionando a un trío arbitral al que exigían más sanciones en el aro rival. Ese ambiente no beneficiaba a los visitantes, ahora de nuevo enrredados en lo ofensivo (53-53 en el minuto 2), por lo que Moncho Fernández decidió proteger a Pustovyi y entró Guerrero para mantener el nivel defensivo. En el tramo final ambos se fueron al triple con mucho más acierto que antes, Zurbriggen y Suárez hicieron dos seguidos, y la manga terminaría con un bonito mate de Guerrero (59-60).

El cuarto definitivo se inicio con más errores que aciertos pero con el Obra presionando de forma voraz sin importarle demasiado las faltas, pero entonces apareció el local Smith con dos triples consecutivos y Moncho Fernández pidió un tiempo muerto porque cualquier detalle podía ser decisivo (65-62 en el minuto 3), y que de vuelta al juego Andersson hiciera otro más para los vascos suponía un serio problema (Para entonces en el triple 8/26 locales por 4/18 visitante).

Pero el Obra no se rendía y Blazevic, Pustovyi o Scrubb se lo dejaban todo en las pinturas, yéndose al suelo a por el rebote para llevar al límite a su rival y mantener intactas las opciones de victoria (70-70 a falta de un minuto y Smith fuera por una torcedura).

En ese momento clave la pegajosa defensa de Blazevic ganó una antideportiva a favor que Scrubb mediante puso a los gallegos por delante después de varios minutos a remolque, un +3 que esta vez sí valió para que saliera cara en un final apretado y no cruz como tantas veces esta temporada, porque Pustovyi no falló desde los libres y el Obradoiro se llevó un triunfo decisivo en su lucha por la salvación. A la conclusión 72-75.