Así pensaba, se preparaba y jugaba Kobe Bryant

Ahora parece que sucedió hace siglos, pero a finales de enero el panorama baloncestístico y deportivo se sacudió con una de esas noticias que cuestan creer al conocerlas: el fallecimiento de Kobe Bryant. El célebre escolta estadounidense, uno de los mejores jugadores de baloncesto de la historia, era una de las nueve personas que viajaban en el helicóptero que se estrelló en California y que provocó que perdiese la vida con tan solo 41 años. Su influencia en su generación y en las posteriores es notable, y él mismo compartió su legado en un libro firmado con su nombre: Mentalidad Mamba (2019).

Kobe Bryant adoptó durante su carrera el apodo Black Mamba (Mamba Negra), que hace referencia al sobrenombre que recibe un tipo de serpiente extremadamente venenosa y agresiva. En esas características condensó su propio estilo de juego sobre la cancha de baloncesto: implacable con sus rivales, determinado en sus objetivos, siendo un anotador compulsivo dispuesto a asumir toda la responsabilidad para conducir a su equipo hacia la victoria. Su estilo y mentalidad han sido inspiradores para numerosos jugadores de baloncesto alrededor de todo el planeta, que quedaron en shock con su muerte hace apenas cuatro meses.

En este libro, publicado poco antes de su fallecimiento, el propio Bryant comparte anécdotas y reflexiones de su trayectoria profesional, desde la intención didáctica de compartir su forma de pensar y de afrontar los problemas del deporte... y de la vida. Ahí se ve que su éxito no solo radicaba en el talento, pues su preparación rayaba lo obsesivo. Kobe diserta acerca de casi todo: su entrenamiento mental, su estudio a través del vídeo, sus rutinas, sus lesiones, su técnica, sus compañeros, sus rivales, las personas que más le han influido... Los textos son cortos, directos, pero no falta de nada.

Ese es el formato, a modo de pinceladas, porque la imagen también tiene una presencia fundamental en Mentalidad Mamba, y ahí Kobe Bryant eligió uno de los mejores compañeros posibles: el fotógrafo Andrew D. Bernstein. Sus instantáneas no solo salpican las reflexiones del exjugador, sino que su calidad les dota de un protagonismo inesperado. El libro sería muy distinto con otras fotografías. Además, dos de las personas más importantes en la carrera deportiva de Bryant también dejan su impronta: el prólogo corre a cargo de Pau Gasol; la introducción es de Phil Jackson.

En definitiva, Mentalidad Mamba es un libro sin demasiadas pretensiones, accesible para todos y que se lee con facilidad, pero que descubre la forma de pensar del exjugador de Los Angeles Lakers y algunos de sus secretos. Su trascendencia va mucho más allá de sus cinco anillos de la NBA, de sus once presencias en el mejor quinteto, de sus 18 participaciones en el All Star o de su cuarto puesto en la lista de mayores anotadores de la historia. Ha sido espejo para muchos jugadores y en este libro uno comprueba por qué. Ó. DE LA FUENTE