Clásico entre segundos que buscan la ‘pole’ hacia la liga

El gran clásico del fútbol español dejará esta noche un nuevo líder en la clasificación de LaLiga Santander y una buena dosis de presión para el Atlético de Madrid, tras la cita entre un Real Madrid crecido por la imagen ofrecida ante el Liverpool y un Barcelona con el factor físico de su lado que vuela en la liga.

Al final de la primera vuelta era difícil explicar que del clásico de abril saldría un nuevo líder. Nadie lo podía imaginar por la distancia de un Atlético crecido. El desplome colchonero y el regreso a la regularidad de dos grandes que siempre vuelven presentan un partido con todos los alicientes en un nuevo escenario.

El Atlético tendrá que responder mañana en casa del Betis y con bajas (Suárez, Llorente) después de ver qué rival se posiciona mejor para la batalla final por el título. Dos rachas enfrentadas. Doce partidos sin perder del equipo de Zidane, recuperando pegada con 30 goles a favor y seguridad con tan solo siete en contra. Una remontada espectacular de los de Ronald Koeman, con trece victorias en las catorce últimas jornadas. Nueve triunfos consecutivos lejos del Camp Nou.

Al duelo que siempre marca al ganador y al perdedor, más aún en un momento clave de la temporada, llega el Real Madrid lanzado en lo anímico tras la imagen mostrada con el 3-1 al Liverpool, con la unión para superar las bajas defensivas de Sergio Ramos, Carvajal y Varane, el partido soñado del brasileño Vinicius, los goles de Marco Asensio en sus cuatro últimos encuentros.

Son motivos que lanzan el optimismo antes de un clásico en el que la principal preocupación es la diferencia en el desgaste físico ante un rival que no tuvo partido al no estar en la Liga de Campeones.

Es un factor que provoca que Zidane medite introducir novedades o mantener lo que tan bien funcionó en Champions. La imagen imponente de Militao, el poderío del centro del campo con tres pilares intocables, la línea goleadora de Benzema con goles en las seis últimas jornadas y el reto de volver a marcar en un clásico casi cuatro años después.

Los cambios pasarían por el regreso a un sistema con tres centrales. Provocaría el paso de Mendy al centro de la zaga y la entrada de Marcelo en el carril izquierdo. Para ello tendría que salir del once Vinicius, poco probable tras el liderazgo y doblete ante el Liverpool, o Asensio en racha. Cuenta Fede Valverde.

SALTO. El Barcelona aterriza en Madrid con el objetivo firme de dar el salto al liderato. No hace tanto era un equipo a la deriva. La situación institucional, sin presidente desde octubre y con una crisis económica galopante, tenía un reflejo en la situación del equipo, que no acababa de levantar el vuelo. Llegó a estar doce puntos por debajo del Atlético (26-14) en diciembre tras caer en Cádiz.

Pero poco a poco, Koeman dio con la tecla. Con tres centrales y dos carrileros, su equipo fue creciendo. Apareció Dembélé, Messi seguía a lo suyo, De Jong fue diferencial e incluso Sergio Busquets era otro. Desde aquel partido en Cádiz en los últimos 19 el Barça no ha perdido: 51 puntos sobre 57 posibles.

Por eso el partido es decisorio. Si los de Koeman no pierden en Valdebebas, el Barcelona habrá dado un paso de gigante cuando quedan nueve partidos para el final.