Çolak decide de jugador y aplaude como aficionado

Con los asientos del Estadio Abanca-Riazor sin aficionados, el jugador del Deportivo Emre Çolak pudo por fin festejar un gol en la grada sin ser amonestado, algo que le había pasado factura en el pasado, y durante unos segundos dejó de ser futbolista para convertirse en hincha en una celebración original.

El centrocampista turco anotó en el tiempo de descuento el segundo gol del equipo coruñés ante la Ponferradina, el del “éxtasis” del Deportivo y sus aficionados, en palabras de su entrenador, Fernando Vázquez, porque suponía la culminación de una remontada exprés que acerca a los coruñeses al objetivo de la permanencia.

Un partido que el Deportivo tenía perdido cuando el reloj había alcanzado los 90 minutos reglamentarios y que ganó en los cinco de añadido, tres puntos que le dejan a dos victorias de la salvación en una temporada en la que llegó a verse con pie y medio en Segunda B a pesar de que partía con el objetivo de luchar por el ascenso.

Los blanquiazules llegaron a ser colistas, pero la Navidad trajo un soplo de aire fresco con incorporaciones como la de Vázquez para el banquillo y Çolak para el césped.

El turco no tardó en exhibir su calidad, fue protagonista de la victoria de su equipo ante el Racing de Santander a mediados de enero; anotó, como el sábado, el 2-1, un golazo, y fue a festejarlo a la grada, que entonces sí tenía público, lo que le supuso la segunda amarilla y la roja, ante su incredulidad.

Cinco meses y medio después, Çolak volvió a celebrar un tanto suyo, el de otro triunfo vital, en esa misma grada, ahora con sólo fotógrafos. Se situó donde suelen estar los seguidores del equipo, se puso mirando al campo y aplaudió, como si se tratara de un deportivista más.

En la nueva normalidad futbolística, Çolak pasó de goleador a hincha sin dejar de ser jugador y esta vez no se llevó una tarjeta amarilla.

Su gol coincidió con la semana en la que en sus redes sociales publicó un mensaje con sabor a despedida: “Coruña, te echaré de menos”.

El contrato de Çolak, que regresó al Deportivo por su cariño hacia el equipo, la ciudad y el responsable de los fichajes en invierno, Richard Barral, le vincula al club hasta final de esta temporada y parece difícil que se amplíe.

Mientras tanto, el equipo gallego disfruta de las genialidades (las positivas y también alguna negativa) del talentoso centrocampista, a veces en el campo y otras, fuera de él.

CASTA. David Simón, lateral derecho del Dépor, resaltó la “casta” que demostró el equipo el sábado. “Ganar en el último minuto, no rendirse hasta el final, sacar esa casta cuando peor estábamos, eso te da mucha moral”, indicó ayer. El futbolista canario aseguró que el Deportivo tiene “un equipazo” y “si a eso se le suma que el equipo no se rinde”, la confianza sube y el “objetivo” de la permanencia se ve “más cerca”