Cuando el ‘casi’ no consuela

“En sus dos últimas actuaciones –ante Andorra y Bilbao–, el cuadro aragonés fue un bloque solidario, comprometido, generoso, disciplinado, constante, ordenado, intenso en los dos lados de la pista; y su sobresaliente mejoría le reportó dos contundentes victorias con las que iniciar su escalada en la clasificación. El equipo ha alimentado su autoestima, se ha despojado de la ansiedad y se ha librado de las dudas, la desconfianza y las inseguridades que habían ido lastrando su recorrido en la Liga Endesa desde el inicio de la temporada”. Con estas palabras el periodista de El Heraldo de Aragón, Guillermo Mestre, traducía esta semana el buen momento del Casademont Zaragoza.

Por eso hoy no alienta ni siquiera a la esperanza ver el orden en la clasificación, o el número de triunfos en cada casillero. Esta mañana (12.00 horas) visita Sar un rival que ha mejorado infinitamente su imagen, su juego y sus resultados, acordes ahora así a la calidad y caché de sus jugadores, y frente a él debe superar el Monbus Obradoiro su racha de siete derrotas consecutivas y frenar la caída libre de sensaciones y fe que lo han mantenido noqueado tantas jornadas.

Se miden en una Caldeira aún sin fuego, sin público, un Zaragoza con la intención de confirmarse en la zona tranquila de la clasificación y un anfitrión que, aunque retomó su competitividad en dos últimas citas ante el Barça y el Joventut, ve lastrada cualquier reacción sobre todo por la falta de acierto.

“Tenemos ganas de volver a jugar”, repite Moncho Fernández desde el duro tropiezo del jueves frente a la Penya cuando en apenas 2 minutos vio como su equipo dejaba escapar una renta de 7 puntos tras encajar un parcial de 0-11. Pero es consciente también el entrenador del Obra de que, tras un calendario extremadamente exigente en el que tocó medirse sin descanso a los equipos de la zona noble, nadie debe ver ahora la visita del Casademont como una perfecta oportunidad para resarcirse ante un enemigo más débil. “Desde el punto de vista numérico Zaragoza ha mejorado mucho su rendimiento ofensivo”, analiza. “Es el que juega a más posesiones por partido porque su contraataque es demoledor, y a ello une dos aspectos que le están ayudando a ganar, como son el acierto de sus jugadores, pues son un equipo con muchísima calidad tanto en el perímetro como en las posiciones interiores, y la capacidad de pase porque son un equipo solidario, que se pasa el balón, que buscan al compañero mejor colocado”, reitera.

Repasa el técnico del Monbus los refuerzos de un conjunto maño revitalizado desde la llegada al banquillo del argentino Sergio Hernández (que sustituyó en noviembre al gallego Diego Ocampo) con nombres como Ennis, Sulaimon, Bray o Thompson. “Tienen mucho poderío físico en todas las posiciones a lo que se une la habilidad en el 1x1 de sus jugadores”, asume.

“Cuenta con unos pívots grandes y polivalentes, muy fuertes, y un perímetro con mucha calidad y atleticismo. Aleros de 2,06 como Brussino o jugadores tan en racha ahora mismo como Ennis, unido a Sulaimon o Barreiro jugando en el 3 o en el 4. Son un equipo muy poderoso”, advierte de nuevo.

Pendientes de Justiz. Y es que con dos triunfos de ventaja sobre la zona de descenso, el conjunto del exseleccionador argentino intentará lograr su tercera victoria consecutiva en la ACB y la cuarta contando la Liga de Campeones, para poner tierra de por medio con el descenso e igualar a su anfitrión de hoy.

El conjunto aragonés ha mejorado tanto en el aspecto ofensivo como en el defensivo, tanto a nivel colectivo como individual, y a las buenas noticias se une el regreso el pasado miércoles, después de once meses lesionado, del cubano Javier Justiz.

El pívot viajó con el equipo a Santiago pero su presencia en la rotación dependerá de la decisión de su técnico ya que, en ese caso, tendría que dejar fuera a uno de los otros extranjeros por el tema de cupos, que sería el también pívot Jason Thompson.

Entre las prioridades del conjunto rojillo hoy estará intentar imponer su poderío ofensivo (es el tercer máximo anotador de la Liga Endesa con 86,2 puntos de media) y su fortaleza en el rebote, especialmente el defensivo (2.º del ranquin con 26,9), para poder jugar como más le gusta.

Entre sus debes está la defensa (con 88,1 puntos encajados, los peores de la liga) y los balones perdidos (5.º con 15,1) aunque como alertaba Moncho Fernández el jueves al hablar del Joventut también es un equipo que va mucho a la línea de libres (2.º de la liga con 16,6 de promedio aunque en sus porcentajes sea al tercer peor equipo de la competición) pues es el que más faltas provoca (22,3 por cita).

“Somos el equipo con más posesiones de la Liga y ellos son el que menos, 10 menos que en el baloncesto como estadística general es muchísimo, lo que marca bien claro que ellos quieren jugar cinco contra cinco”, sopesaba ayer Hernández. “No hacen mucho uso del ataque rápido, van al set directamente, trabajan bien con sus tiradores, se saben pasar bien el balón, castigan las ayudas... son buenos, no los voy a descubrir yo, son buenos”, añade el técnico que lo tiene claro: “Será una guerra de ritmos”.

“Nosotros trataremos de incitarlos para que suban el suyo y entren en nuestro juego, y ellos van a tratar de, más que nunca, jugar 20 segundos por posesión para que no hagamos uso de nuestra carrera y ataque secundario que nos está dando el 65 % de los puntos” insiste.