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Futbolista santiagués del RCD Espanyol

Borja Iglesias: "En dos años mi vida ha cambiado radicalmente, pero soy el mismo"

Cuando uno habla con Borja Iglesias Quintás (Santiago, 1993), parece que tiene enfrente a un chaval del barrio de Castiñeiriño que se lo pasa bien jugando al fútbol. Su cercanía, su simpatía y su normalidad a la hora de expresarse cobran más relevancia cuando uno recuerda que es uno de los delanteros del momento por el que se pelean media Liga española y parte del extranjero, que ha anotado 17 goles en la última temporada, que ha sonado para la selección española y que a sus 26 años promete seguir celebrando muchas dianas en la élite. Esta semana organiza la primera edición de su campus, en el que el ariete del RCD Espanyol (por ahora) trata de ser el mejor espejo para los más pequeños.

¿Cómo está resultando esta primera edición del campus?

Bien, muy contento, porque es algo que me hacía mucha ilusión. He participado en alguno y hacerlo tú y que los niños sean tan cercanos, que lo disfruten tanto, es muy bonito.

¿Lo disfrutan más ellos o usted?

Pues no lo sé, ellos están contentos y lo están pasando bien, pero yo estoy muy feliz, me lo paso muy bien, estoy con ellos durante la mañana y aprendo mucho de cómo se relacionan, de la importancia que le dan al fútbol, a entender las normas... Es muy curioso y es algo muy nutritivo para todos.

¿No piensa en cómo antes usted estaba en el otro lado, y ahora es un ídolo para ellos?

Sí, de lo que yo he podido aprender, intento guiarles un poco. Trato de enseñarles la importancia que tiene seguir estudiando, aparte del deporte, ser cauteloso con las situaciones, intentar buscar lo que te gusta y a partir de esa pasión darle una vuelta más para aprender, para nutrirte, para formarte, y que se alimenten bien, que descansen bien, que tengan hábitos saludables. Eso es algo muy importante y nunca está de más decírselo.

Lleva casi la mitad de su vida fuera de Santiago, pero siempre ha tirado mucho para su ciudad, como por ejemplo a la hora de organizar este campus.

Sí. Santiago me encanta y Galicia también. He vivido mucho fuera de Santiago pero cada año vengo un par de veces como mínimo y estoy aquí una época con mi familia y con mis amigos. Estoy muy contento de que el campus pueda ser aquí.

¿Y qué suele hacer cuando visita la ciudad?

Soy bastante normal, me gusta irme a tomar algo con mis amigos, estar con mi familia, comer por sitios que me gustan y visitar mucho la Zona Vieja, que me encanta.

¿Cómo empezó a jugar al fútbol?

Pues en el colegio La Salle, en la actividad extraescolar. Debía de tener cuatro años y medio o cinco y me apunté. A partir de ahí me ha gustado mucho siempre, he disfrutado mucho con mis amigos, he jugado muchos campeonatos en los fines de semana y poco a poco he ido creciendo, he tenido posibilidades, las he ido viviendo con mucha intensidad y cuando desde pequeño tienes esa ilusión de ser futbolista como la tenemos todos, tener esa opción de intentarlo y vivirlo desde dentro es de ser muy afortunado.

También pasó por el Santiago.

Sí, jugué en La Salle hasta los diez años, más o menos, y luego pasé al Santiago, que cuando yo llegué era el Rosalía. Son épocas que recuerdo con mucho cariño y que disfrutaba mucho.

¿Desde el principio se le dio tan bien jugar al fútbol?

Bueno, sí... Dentro de lo que cabe, nuestra generación era muy buena. Jugábamos muchos Campeonatos de Galicia, jugué varios Campeonatos de España con la selección gallega y ganamos dos en edades benjamín y alevín. Son cosas muy bonitas que las guardas con mucho recuerdo y luego he podido coincidir con compañeros que tuve ahí como Álvaro Lemos o Álvaro López Ratón, que hemos sido compañeros de equipo y de habitación. Es muy bonito recordar todas esas vivencias que tuvimos tan jóvenes.

Con 14 años le descubre el Valencia. ¿Cómo ocurrió?

En uno de estos Campeonatos de España. Ellos envían ojeadores, a Paco Gómez le gustó cómo jugaba y me llevó a hacer una prueba al Valencia. Después decidieron que si quería podía ir a formarme allí.

¿Se lo pensó mucho? No debió de ser fácil para un chaval de 14 años irse tan lejos de casa.

Sí, es lejos, pero yo tenía la ilusión. Es cierto que cuando estás allí pasas épocas complicadas, en las que te cuesta mucho adaptarte, echas de menos a tu familia y a tus amigos de siempre, pero siempre lo tuve claro. Siempre quise estar en un sitio así, formarme y poder aprender, aparte de todo lo que conlleva en cuanto a la forma de madurar.

Siempre ha metido goles, pero en los últimos años, 32 en Segunda B en la temporada 2016/17, una después debuta en Segunda y anota 23, y en esta última se estrena en Primera y suma 17 dianas. ¿Le resulta igual de fácil en todas las categorías?

Hay cosas que ayudan a hacer más goles y otras que restan. Las categorías están para algo y la dificultad sube. Es cierto que también el nivel de tus compañeros es mucho más alto, te mueves en mejores campos, mejores balones... Es una balanza en la que encontrar el equilibrio, y sobre todo yo he disfrutado muchísimo tanto con mis compañeros como en mi parte del trabajo. Eso ayuda mucho a adaptarte. No puedo decir que es igual de fácil, porque no es así, pero sí que me he adaptado bien porque me han tratado muy bien.

Aunque había debutado con el Celta, hasta los 25 años no alcanza realmente la Primera División. ¿Nunca sintió impaciencia al ver que ese momento no llegaba?

Sí, como persona, como alguien que busca algo, lo quieres ya, cuanto antes. Pero ese proceso de maduración que he tenido me ha hecho llegar más preparado a mi primera temporada en Primera División. Sí que me hubiese gustado llevar cinco años marcando goles pero la realidad es que no es sencillo y hay muchísimos jugadores que llegan, debutan y no se mantienen. Tengo la gran suerte de que, una, he podido ser constante; y otra, he tenido oportunidades. A día de hoy soy superfeliz.

Su nombre vuelve a sonar para muchos equipos, como cada verano. ¿Nunca piensa en conseguir cierta estabilidad?

Sí, totalmente, y a día de hoy soy muy feliz en Barcelona. Es algo que valoro mucho cómo me quieren, la estabilidad que tengo allí, pero al final el fútbol tiene estas cosas y la rumorología está en el día a día y hay que saber convivir con ella. Estos veranos han sido un poco movidos pero creo que hay que valorar estas buenas situaciones.

En el último año se ha convertido en jugador de Primera División, ha anotado goles, su nombre ha llegado a sonar para la selección española, ha salido en el programa de televisión La Resistencia... ¿Cómo lo hace para no perder el norte?

Es difícil asimilar todo lo que te sucede cuando estás dentro. Mi vida en los últimos dos años ha cambiado radicalmente, es una realidad, pero la persona sigue siendo la misma. Hay que ser consciente de que todo lo bueno que te pasa es porque estás haciendo un buen trabajo y es porque la gente te valora, por eso hay que ser muy agradecido. Intento ser cercano, ser agradecido y demostrar que a pesar de que trabajo mucho soy consciente de que tengo una gran suerte, soy muy afortunado.

Maneja sus propias redes sociales, ¿no? No es algo habitual.

Sí, es extraño, pero es un mundo que me gusta, que está creciendo mucho. Tenemos una herramienta espectacular para ser cercanos, más accesibles de lo que quizá era un futbolista hace cinco o diez años. Es algo muy bonito, que bien utilizado puede servir como guía o como ayuda y estoy muy contento porque a pesar de que cada día me cuesta más contestar e interactuar, por la cantidad de mensajes que tengo, sí lo sigo haciendo con cierta asiduidad.

Por lo que puedo ver, todo el feedback es positivo.

Bueno, a todo el mundo le llegan mensajes que a veces no te gusta leer o que te hacen incluso sentir mal, pero hay que valorar ambas partes y darle la importancia que tiene a cada una. Ni cuando te llega un mensaje de que eres el mejor del mundo es cierto ni cuando te llega uno de que eres el peor del mundo es cierto.

¿Se acuerda de los tiempos de la SD Compostela en Primera?

Me pilla muy pequeño, pero tengo amigos muy relacionados con el fútbol que lo vivieron con mucha intensidad y seguro que a mí me apasionaba mucho en esa edad. No llego a tener recuerdos, sí alguno de cuando empezó a ir hacia abajo. Me acuerdo de encontrarme a jugadores, como una vez con Lekumberri con el que tengo una foto y me hizo mucha ilusión, y aún la tengo guardada, con Franck Passi, que jugué con su hijo Marvin... Sí que tengo algún recuerdo de ellos, pero la relación de la ciudad con el fútbol no la tengo en mente.

Ya ha jugado en San Lázaro con el Celta B. Ahora mismo es una quimera, pero usted siempre ha hecho carrera fuera de Santiago. ¿No le gustaría jugar aquí?

Sí, estuve unos años en Vigo, cerquita, pero es cierto que en Santiago no llegué a jugar ya como un poco profesional. Me encantaría, es mi ciudad, la vivo con mucho cariño y de una forma especial porque llevo mucho tiempo fuera y cuando vengo la disfruto, y poder vivir una aventura deportiva aquí sería muy bonito, pero es cierto que a día de hoy es complicado.

Hay una Eurocopa en 2020, si vuelve a acercarse a los veinte goles su nombre estará ahí.

Ojalá, ojalá. Me encantaría, ya no solo jugar una Eurocopa con ellos, simplemente representar a tu país en cualquier concentración, en cualquier evento, amistoso o lo que sea, es algo muy bonito, que está al alcance de muy pocos. Ojalá algún día pueda llegar. Pondré todo de mi parte para trabajar, para volver a estar bien y en forma, y si consideran que puedo aportar estaré encantadísimo. Si no, será un aficionado muy grande como lo he sido todos los años.

Este año fue el segundo pichichi español de Primera con 17 goles, a tres de Iago Aspas. ¿Es un objetivo llegar a ser el primero?

No es sencillo estar en esos números todos los años. Ojalá pueda mejorarlos, lo tengo en mente y me gustaría trabajar en eso sabiendo la dificultad que tiene y que cada año es un mundo y seguro que Iago sigue subiendo su nivel. Ha estado meses lesionado y aún así ha sido muy difícil competir con él. Lo ha ganado justamente porque es el mejor y me alegro mucho por él porque además a mí me ha cuidado, me ha querido, me ha tratado con mucho cariño y eso es difícil de encontrar.

"Hay que ser consciente de que todo lo bueno que te pasa es porque estás haciendo un buen trabajo y porque la gente te valora, por eso hay que ser muy agradecido"

"Me encantaría ya no solo jugar la Eurocopa, sino representar a tu país en cualquier concentración, evento, amistoso o lo que sea. Es algo muy bonito, al alcance de muy pocos"

"Como persona quieres las cosas ya, pero mi proceso de maduración me ha hecho llegar más preparado a mi estreno en Primera. Muchos llegan, debutany no se mantienen.Hoy soy superfeliz"

27 jun 2019 / 23:55
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