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El Compos choca contra el duro muro del Llanera

El equipo santiagués pierde (0-1) // Su juego, un constante querer y no poder // Adiós a su cualidad de invicto como local

S. D. Compostela (0): Pato; Roque, Casas, Joel (Fernando, min. 64), Jimmy; Antas, Jordan (Salado, min. 81); Pablo Durán, Josiño (Roberto Baleato, min. 81), Escudero (Rafa Mella, min. 59); y Primo.

Llanera (1): Mapisa; Mundaka (Arango, min. 72), Otia, Espinar, Crespo, Ceínos; Pape; Matías Fernández (Martín Pérez, min. 61), Viti; Javi Sánchez (Omar, min. 61) y Romaric (Amadou, min. 72).

Árbitro: Sánchez Ingidua (comité castellano y leonés). Mostró cartulina amarilla a Fernando, Roque, Antas y Salado por el Compostela, y a Javi Sánchez, Mapisa y al delegado por el Llanera.

Gol: 0-1 Romaric (min. 39)

Estadio: Vero Boquete de San Lázaro. 600 espectadores.

Un Compostela falto de pólvora en los metros finales no pudo doblegar al Llanera, que rentabilizó al máximo una gran jugada individual, y cierta endeblez local para defenderle, de Romaric para ser el primer equipo en asaltar el Vero Boquete de San Lázaro, y añadir más leña a la inquietud por el bache de resultados que le ha llevado a ser el segundo peor equipo de la segunda vuelta.

El guión de partido estuvo claro desde las alineaciones iniciales. Rodri Veiga apostó por controlar el esférico, tenerlo y moverlo con paciencia a la espera de poder realizar un cambio de ritmo que castigase a su oponente. Así consiguió generar un saque de esquina en el que Primo acarició el primer tanto. El ariete cántabro controló en el segundo palo, de espaldas, logró revolverse pero su tiro se marchó pegado al palo.

El bando asturiano también gozó de una clara ocasiones para abrir el marcador en la respuesta. Un remate en la frontal de Javi Sánchez, que dejó sin capacidad de reacción a Pato, tocó el poste izquierdo de la meta local.

Desde ese momento el choque se convirtió en un monólogo. El Compostela manejó el choque a placer, Antas fue el equilibrio, Jordan y Josiño, la pausa, Jimmy y Roque se convirtieron en el estilete para abrir campo y Escudero, Pablo Durán y Primo se transformaron en la pesadilla de la última línea visitante.

Así, Escudero obligó a Mapisa a tener que salir para cortar un centro raso en diagonal para interceptar, Primo apretó al meta en un intento del Llanera de querer sacar el balón jugado y estuvo cerca de conseguir premio, el cuero le rebotó y cogió dirección portería, pero demasiado suave, lo que permitió al cancerbero a rehacerse. Un pase entre líneas encontró a Pablo Durán, que tras el control abierto hacia el costado izquierdo, no pudo superar al arquero visitante, que, en primera instancia, había salido en falso.

Otra combinación interior volvió a dejar a Primo en posición franca en torno a la media hora. El ariete, con el control y la posición corporal, le ganó la partida a Espinar, pero su disparo cruzado, con la pierna derecha, lo desvió Mapisa a córner.

El Compostela insistía una y otra vez por ambos costados. En una de las llegadas de Pablo Durán, en el minuto 39, el jugador tomiñés fue derribado en la entrada al área. En la respuesta, el cuero llegó a las botas de Romaric, que arrancó frente al banquillo local. Se marchó de Joel, aguantó la embestida de Antas, eludió a Casas y definió ante Pato para sorprender al Vero Boquete de San Lázaro.

De hecho, cinco minutos después, en un fallo en una cesión de Joel, cerca estuvo Matías Fernández de ampliar la renta, al quedar mano a mano con el meta uruguayo, pero definir apenas desviado.

El paso por los vestuarios redobló la apuesta del Compostela, que se volcó decididamente al área rival. Jimmy y Roque se instalaron en campo contrario, y desde esa posición se sumaron a las combinaciones ofensivas.

Precisamente, de una combinación del lateral izquierdo con Pablo Durán, el Compostela pudo igualar la contienda. Mapisa salvó, en el inicio de su recital particular, en el minuto 50. Acto seguido, el portero salvó en un cabezazo de Escudero, y en el minuto 53, volvió a intervenir para evitar el tanto del delantero simanquino. Primo, en el minuto 63, recibiría en fuera de juego un rechace y, a pesar de que anotó a puerta vacía, el tanto no subió al marcador.

A medida que transcurrieron los minutos, la precipitación se convirtió en la tónica general del juego del Compostela, que vio cómo se comenzaron a cerrar las ventanas por las que antes conseguía entrar hasta el área visitante. Cada vez más cómodo, replegado en su propia área, el Llanera consiguió despejar cuánto balón cayó en su área, y no se sonrojó en rechazar, incluso, a córner para abortar cualquier peligro local.

El juego del equipo preparado por Rodri Veiga se convirtió en un constante querer y no poder. Ante la imposibilidad de encontrar huecos para combinar por dentro, abusó de centros laterales que facilitó la labor de Mapisa y los defensas. Solo un testarazo demasiado cruzado de Salado pudo generar algún sobresalto en la defensa contraria en la última media hora, pero el muro que estableció el conjunto asturiano resultó infranqueable y castigó con la derrota debido a la falta de gol de la S. D. Compostela.

13 mar 2022 / 01:00
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