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Moncho Fernández. Entrenador del Monbus Obradoiro de la Liga Endesa

“El objetivo es recuperarnos y volver a ser el equipo que fuimos antes de enfermar”

Restan 17 partidos para el final de la Liga regular, muy poco... o una eternidad, todo depende del prisma con el que se quiera afrontar. En una temporada donde la incertidumbre, las dudas, los cambios de planes y los vaivenes físicos y sicológicos solapan muchas veces a los planteamientos tácticos, por encima de números y de cifras, aunque sin perderlos de vista lógicamente, mandan las sensaciones. Sobre percepciones, momentos y retos gira esta conversación con Moncho Fernández, un entrenador admirado por su capacidad para reinventar al equipo y reinventar su baloncesto cada año, aunque este curso, pese a su experiencia en más difíciles todavía, admite que también la realidad ha superado su desbordante imaginación.

Viene el equipo de estar un mes parado por el tema del brote de COVID, apenas disputa tres partidos y la competición se suspende por la Copa del Rey y la disputa de las ventanas FIBA. Apenas si ha dado tiempo a chequear el estado del equipo. ¿Cómo lo ve su entrenador?

Estamos en un momento de impass porque estamos saliendo de la enfermedad y se nos van varios jugadores y estamos sin competir. Si nos fijamos en los últimos resultados no han sido buenos porque el equipo no ha estado bien en el aspecto del juego y del acierto claramente condicionado por nuestro estado, pero a la vez cada día que pasa es un día que ganamos en la recuperación. Ahora mismo decir en qué punto estamos en concreto es difícil.

Al juntarse estos tres momentos de parón ¿el planteamiento puede ser “empecemos de cero”?

No, ni sería bueno porque teníamos muchas cosas andadas. Hay que mirar dónde estamos y por qué estamos aquí. Un poco es eso. ¿Dónde estamos? Pues creo que junto con Estudiantes somos de los equipos que menos partidos han jugado de la Liga, 19 llevamos los dos, y el inicio del año ya fue complicado de por sí con la llegada tardía de los jugadores por temas de papeleo, alguna situación personal, lo que repercutió en los estados de forma. También en esta primera parte las lesiones nos han golpeado de forma grave como la de Kartal, un jugador que tenía que ser muy importante y aún no ha debutado, la de Mike Daum no una sino dos veces, la de Birutis, la de Rafa... entonces a todo esto se ha unido el COVID. Aquí también la ausencia del público ha hecho que todo sea mucho más complicado para todos. Echamos mucho de menos a la gente, habría sido un año fantástico el de este 50 aniversario del Obra si se pudiese haber hecho todo lo previsto y no va a poder ser. Este es un factor que condiciona también.

¿Y cuál es el planteamiento para lo que viene por delante?

Por delante tenemos sobre todo el objetivo de recuperarnos. El otro día decía Pogba que habían pasado 3 meses desde que había sufrido el COVID y que desde el punto de vista de salud está perfectamente pero que no sabía por qué su juego no era el mismo. A nosotros nos queda por delante una especie de competición europea porque vamos a jugar 17 partidos en dos meses y poco y habrá 5 o 6 semanas en las que vamos a doblar la jornada y habrá mucho tiempo para jugar y poco para entrenar, mucho para descansar, donde un problema pueda significar perderse varios partidos. Se abre un escenario atractivo para todos pero un poco incierto.

Y aún con todo, ¿el objetivo sigue siendo la permanencia?

Claro, tiene que ser. Es el principal objetivo del club por historia, por capacidad económica... Aunque a muchos les siga sonando a poco hay que ver cuántos se cambiarían por estar en nuestra situación y hay que poner en valor lo que significa estar en la Liga Endesa en las condiciones en las que estamos. Que conste que ello no implica renunciar a nada. Yo soy de objetivos a corto plazo, tangibles, y ahora mismo tenemos uno que es muy claro que es recuperarnos y volver a ser el equipo que fuimos antes de enfermar.

¿La permanencia es un objetivo conformista teniendo en cuenta que este Obra 2020/21 cuenta con una de las plantillas más talentosas, versátiles y quizás también más equilibradas en su aportación de los últimos años?

Bueno, si esta conversación la tuviésemos antes igual destacábamos que teníamos a dos 5 debutantes en la Liga, uno de ellos debutante en la categoría profesional, un escolta que tampoco jugó en la ACB, un base titular que tampoco, el presupuesto sigue siendo de los más bajos. ¿Ahora es de las plantillas más talentosas? Me cuesta hacer esas comparaciones porque no llevan a ningún lado y cada equipo hay que compararlo con quiénes juegan y la Liga como siempre tiene un nivel excepcional. Tenemos a campeones del mundo, campeones de la Champions League, equipos muy altos en las clasificaciones de Euroliga, de Eurocup, no lo digo yo sino quienes han jugado en otras ligas.

Porque encima hay factores que se pueden escapar pero que lastran cualquier ideario como la dificultad de los viajes por las restricciones, los cambios de agenda continuos, temas de rutinas que se deben cambiar sobre la marcha. Supongo que todo ello incide en cualquier puesta en escena para un partido ¿no?

Si, nos condicionan a todos. También hay que tener en cuenta que pensamos en los jugadores como gente joven, guapa, bien pagados... sí, es así, pero su vida es del pabellón al coche, del coche al piso, del piso al coche y del coche al pabellón, con lo que todo eso implica además de estar alejados de sus familias, de su entorno. Es una situación desde el punto de vista sicológico complicada. Si me viera en el papel de alguno de ellos lo estaría pasando francamente mal. Es difícil para todos, como para el resto de la sociedad.

¿Como entrenador ha tenido que resetear mucho? ¿Hacer planes incluso con metas u objetivos es imposible ya?

Más que con metas u objetivos tenemos que estar preparadísimos para eso. Más que nunca. Es la planificación más cambiante a la que nunca nos hemos enfrentado no solo por factores intrínsecos, lo que nos atañen a nosotros como son las lesiones, los viajes, que se pueda entrenar, sino por los exógenos como que el rival coja COVID y haya que aplazar el partido. Es algo que lo habíamos hablado con Rubén (Vieira) y lo teníamos previsto.

¿Pero la realidad no ha superado la ficción?

Teníamos una estrategia si nos confinábamos. Lógicamente también dentro del confinamiento hemos tenido que cambiar cosas pero tuvimos la rutina de que Rubén no ha caído enfermo y se encargó de ser el cuidador general de todos. Todo el mundo recibió su pack COVID en casa, preparado para hacer su trabajo y estuvo muy pendiente del estado de salud de todo el mundo porque fue el que se libró del cuerpo técnico junto con Dan (Petts).

Lo cierto es que por encima ya se empezó la temporada con el pie cambiado por la lesión de Kartal Ozmizrak, un jugador llamado a ser capitán general.

Sí, fue un obstáculo muy grande porque pensábamos que iba a ser una lesión que iba a tener una determinada duración y luego fue más larga porque se volvió a hacer más daño. Ha sido un problema muy grave en un jugador que iba a tener un papel importante. Igual que Daum. Eso que el jugador ha hecho todo de su mano para recuperarse y ahora está en ese camino. Sin duda sí que han sido unos inicios más difíciles que otros años, porque Jake también se incorporó más tarde, Birutis se lesionó en su mejor momento y le costó volver y ahora cayó víctima del COVID y fue de los que más duro le golpeó la enfermedad.

¿Confía en que esta temporada podremos ver jugar a Kartal?

Creo que sí, confío en que sí.

Otro nombre propio. ¿Le sorprende ver a Birutis ya como tercer jugador más valorado de la Liga?

Es que nunca haces ese tipo de valoraciones. Sí que veíamos que era un jugador que por sus características técnicas y físicas y por su ambición y ganas de pasarlo bien nos podía ayudar. A la hora de construir al equipo teníamos a Steven, un jugador debutante en su primera experiencia profesional, y a Birutis un jugador joven que iba a tener un papel preponderante en una liga muy importante aunque hubiera estado en las filas del Zalgiris. Todo ello digamos con la experiencia que nos daba la polivalencia de Cohen. Lo que sí pensábamos es que nos podía ayudar, además es un dato que desconocía.

¿Bendito problema tener un excedente de bases con Pozas, Oliver, Koniaris y después Kartal y Rafa en la recámara?

Sí. Nuestra profesión consiste en tomar decisiones prácticamente cada segundo y la del club también. Nos vimos en una situación donde solo Albert, un base de 42 años, estaba sano porque no sabíamos qué podía pasar con el tobillo de Pepe que se perdió varios partidos incluido el de Murcia donde además Rafa se rompió la mano en la primera jugada, con Kartal sin volver de su lesión... y había dos posibilidades, tener 4 bases en el mejor de los casos en un futuro o quedar solo con uno. Optamos por reforzar el equipo sobre todo pensando que vamos a afrontar una segunda parte de la Liga en dos meses y medio, súper comprimida. Cualquier lesión, una gripe, un catarro o cualquier chorrada implica que un jugador se pierda varios partidos. En el futuro además las plantillas estoy convencido de que irán a más de 12 jugadores.

¿Cuántas veces ha pensado: “Este partido con público lo habríamos ganado”?

No, no lo pienso. Siempre pienso en lo que está en mi mano. Yo pienso “este partido sin público, si hubiésemos hecho mejor aquel saque de banda podíamos haber ganado”. Pero sí es cierto que los echamos mucho de menos, no solo por lo que ellos nos dan. Me da rabia que la gente no pueda disfrutar en el 50 aniversario del club de este equipo, me da rabia que los jugadores, que son muchos, que debutan, no reciban los aplausos de la gente cuando dicen su nombre o su número.

¿Es comentario de bar pensar que el no tener público perjudica más a los equipos pequeños?

El no tener público perjudica al básquet, y a todos. Perjudica a muchísimos equipos no solo al Obradoiro. Perjudica a lo anímico, a que la gente se desenganche, perjudica muchísimo en lo económico y eso que aquí la gente, y lo vuelvo a poner en valor, cuando llegó la hora de devolver los abonos una mínima parte lo hizo, algo que tampoco critico.

“Los propios chicos no han querido nunca agarrarse a este tipo de excusas”

Entre el 29 de diciembre, día en el que se detectó el primer positivo por COVID en el plantel, y el 23 de enero, cuando el grupo pudo volver ya a los entrenamientos, el Obra fue víctima de un brote que azotó a 12 integrantes de la plantilla. Desde el retorno solo ha disputado tres encuentros (victoria ante Bilbao y derrotas en Zaragoza y Andorra) donde fueron evidentes las secuelas del confinamiento y de la enfermedad.

¿Está costando salir del túnel?

Nos ha afectado mucho y hay gente a la que le ha afectado muchísimo no solo en lo físico sino en lo mental. Cuando tú vienes de una situación en la que lanzas y metes y metes y de repente te encuentras en la misma situación y fallas y fallas y fallas te afecta. Pero sí nos ha afectado de forma diferente porque hay gente que se ha recuperado de forma rápida y a otros les ha costado más. Pero no es algo que solo pase en el Obradoiro.

¿Su nivel de exigencia hacia sus jugadores baja ante una situación así, se hace uno más permisivo?

No, lo que pasa es que sé lo que pasa y en el día a día establecemos una serie de cargas, avanzamos progresivamente y ahora digamos que ya estamos a nivel de trabajo prácticamente como siempre. Lo que pasa es que el estado de forma de los jugadores no es igual en todos y el nivel de exigencia no es algo que marque yo, los propios chicos no han querido agarrarse nunca a este tipo de excusas y siempre hemos buscado las soluciones dentro del básquet.

¿Es cuestión de tiempo entonces?

Quiero pensar que sí. Este virus es muy cambiante y ojalá seamos de los que nos recuperamos rápido.

Del confinamiento general íbamos a salir todos mejores, ¿de un confinamiento como equipo por COVID se aprende también algo?

Sí claro, como veo el vaso medio lleno siempre creo que hemos sido afortunados porque dentro de haber tenido la enfermedad los síntomas no han llevado a nadie al hospital, han sido graves en alguno pero los hemos pasado con síntomas leves, hay que ver la parte buena. Y es que ves el minuto a minuto de las cifras y es como si se hubieran caído dos aviones cada día. Es un desastre de una magnitud que no somos capaces de comprender.

“Solo pienso en acabar. La relación entre un club y un entrenador es cosa de dos”

En junio la junta directiva del Obradoiro convocó a los medios para explicar qué había sucedido tras la suspensión de la Liga Endesa 2019/20. Entonces exhibió una nueva realidad económica del club aún más precaria de lo habitual, donde incluso pudo estar en entredicho la supervivencia del proyecto y donde el paso adelante de los miembros del consejo de administración fue clave, como también lo fue en el caso de los jugadores, de los trabajadores y del cuerpo técnico que aceptó una rebaja del 10% de su salario.

¿Lo que ocurrió es un ejemplo más de que este Obra solo se puede mantener sumando todos?

Cuando nos confinaron en marzo tambalearon todas las estructuras y desde el punto de vista de hacer frente a un final de temporada sin ingresos, tener que afrontar una nueva temporada, y sin meterme en lo que desconozco, hubo mucha gente en el consejo de administración que hizo un esfuerzo grande para que hubiese Obradoiro como fuese y que esto se sacase adelante. Después se le pidió apoyo a la gente y a los empleados. Y lógicamente todos quisimos lo mismo, que esto siguiese funcionando y existiese y en tiempos de crisis mundial, si hay que arrimar el hombro se arrima y no por eso somos mejores. Todo el mundo tuvo una buena predisposición y si nos viésemos en las mismas condiciones estoy convencido de que lo volveríamos a hacer.

En este no saber lo que va a pasar al día siguiente también entra el tema de la planificación para la próxima temporada. Siempre a estas alturas se habría hecho algún anuncio pero en su caso, por ejemplo, su contrato se acaba este año y no se sabe nada sobre su continuidad.

Corresponde al club, a la dirección deportiva y al consejo de administración. Ahora hay que centrarse en lo inmediato que es acabar esto como dios manda y luego veremos qué pasa. Son circunstancias excepcionales y es tal la vorágine y la inmediatez de las cosas que no te da tiempo a parar. Falta media vuelta de Liga y solo son dos meses y medio. Lo mejor que podemos hacer es centrarnos en lo que nos debemos centrar y lo que depare el futuro quién lo sabe.

¿Pero el destino de Moncho Fernández y del Obra seguirán unidos?

Lo único que pienso es en acabar. La relación entre un club y un entrenador es cosa de dos, y para que yo sea la primera opción de alguien ese alguien tiene que querer que yo sea la primera opción. Podemos darle vueltas y yo girando las respuestas cuando es absurdo. Ahora hay que finalizar esto y cuando acabe la temporada supongo que tendrá que haber una reflexión de muchas partes para muchas cosas. El que sigamos adelante es también una heroicidad y eso es lo importante. Lo que tenga que ser ya será. Hay tiempo.

21 feb 2021 / 01:00
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