El Obra, con la moral en máximos a dar la sorpresa frente al ‘nuevo’ Real Madrid

Si la Liga Endesa suele dar poco margen a la celebración porque enseguida aparece otro reto inmediato por delante, en esta semana inicial ese factor se multiplica. Apenas 48 horas después de haber logrado su primera victoria de la temporada con un notable partido ante el Joventut en Sar (93-91), el Monbus Obradoiro encara hoy otro obstáculo en la cancha del nuevo Real Madrid (Wizink Center, 20.00 horas).

La jornada inaugural, el pasado domingo, se saldó con una derrota en la pista del Unicaja de Málaga que dejó mal sabor de boca, una sensación ya olvidada gracias al canastón sobre la bocina de Thomas Scrubb para derrotar al Joventut el viernes. Al margen de lo que cambia el panorama con una victoria, aunque llegue en la última décima, el Obra hizo disfrutar a la Caldeira con una exhibición colectiva de lucha y de acierto, pero con algunos desajustes atrás fruto de encontrarse a estas alturas de la temporada. El grupo sabe dónde radica su fuerza, pero también que el Real Madrid castiga cada error más si cabe que la mayoría de rivales.

Así lo reconocía Henry Ellenson minutos después de imponerse a la Penya. “Conozco a algunos jugadores del Real Madrid y el talento que tienen. Sé que no será fácil, especialmente como visitantes, pero si luchamos de la misma forma creo que todo es posible. Debemos concentrarnos, estar unidos y hacer un gran partido de equipo”, apuntó el pívot estadounidense, líder obradoirista en minutos (30:01), puntos (17), rebotes (4,5) y valoración (16,5) en los dos primeros duelos.

Ellenson estaba exultante en la noche del viernes. “Es una victoria enorme. Es mi primera en esta Liga, la primera vez que estoy en España y sé que no es fácil ganar. Y lo mismo para el equipo. El rival era duro, con mucho talento, en esta Liga proteger el factor cancha es importantísimo y nos da más confianza para un partido realmente complicado”.

La expedición obradoirista se desplazó ayer a Madrid desde A Coruña y, salvo contratiempo de última hora y según informa el propio club, contará con todas sus piezas en el Wizink Center. Incluido Fernando Zurbriggen, que se dañó un tobillo al realizar un mal apoyo ante el Joventut pero que después continuó jugando como uno más en el Multiusos de Sar.

Esa profundidad se antoja importante para hacer frente a un compromiso tan exigente. Tras el partido del viernes, Moncho Fernández se mostraba convencido de la capacidad de recuperación del grupo. “Cuando juegas back to back, vuelves a jugar prácticamente al día siguiente o en 48 horas, el factor recuperación es muy importante, sin ningún tipo de dudas”, admitió el entrenador del Obra.

El santiagués se extendió en su respuesta y puso como ejemplo el calendario del pasado curso, claramente influido por el covid: “El año pasado fue la primera vez que vivimos esta situación en muchas ocasiones, o con más frecuencia de lo que era habitual. Recuerdo que fueron cuatro o cinco partidos, y ganamos en alguno y en otros fuimos capaces de competir. Estoy convencido de que vamos a estar bien, de que vamos a poder competir. Desde el punto de vista de la recuperación y el físico, jugadores que hoy -por el viernes- han jugado menos minutos tendrán que participar más. Pero la plantilla está diseñada precisamente para que los doce puedan afrontar el reto de jugar dos partidos en 48 horas”.

CAMBIOS. El Obra tendrá enfrente al Real Madrid más renovado de la era Pablo Laso. Los bases Thomas Heurtel y Nigel Williams-Goss, el alero Adam Hanga y el ala-pívot Guerschon Yabusele, además del pívot Vincent Poirier que fue incorporado durante el último tramo de la pasada campaña, ya forman parte del núcleo duro madridista en el que han ido perdiendo algo de peso los habituales de la última década.

Con Rudy Fernández regresando de su lesión hace dos días, las bajas seguras de Anthony Randolph y Trey Thompkins (aún no han debutado este ejercicio) y la duda del alero vigués Alberto Abalde, a punto de reaparecer, el equipo blanco llega con la todavía anecdótica condición de invicto. Ganó la Supercopa en Tenerife y batió a Burgos y Andorra en el arranque de la Liga Endesa.

Y si algo destaca del Real Madrid actual es su asfixiante defensa. Su dato de 60,5 puntos encajados de media en dos partidos lo dice todo y evidencia un choque con los papeles cambiados. Esta vez los de Laso exhiben su defensa como gran argumento (78 puntos a favor) y el Monbus Obradoiro presenta más certezas en su ataque, con 86 tantos a favor y 91 en contra.

A ese aspecto se refirió Pablo Laso en la previa. “Me gustaría que fuésemos capaces de tener el nivel defensivo que estamos mostrando. Eso bajaría la anotación del Obradoiro, que es un equipo que tiene mucha capacidad y amenaza de tres puntos”, confesó el entrenador blanco.

“Ellos tienen muchos puntos en las manos con jugadores con mucha capacidad de anotación como Robertson, Beliauskas, Álvaro Muñoz, Scrubb o Hobbs. Luego tienen un referente interior en Birutis que genera mucha atracción”, detalló. “Estamos obligados a tener que hacer un partido serio, un buen partido, volver al Palacio y sacar un encuentro en el que además el Obradoiro siempre nos plantea muchas dificultades”, añadió Laso.

Presentar batalla será, precisamente, el primer reto del Obra en el Wizink Center.