El Obradoiro muerde en el derbi

El derbi de Sar fue para el Monbus Obradoiro (100-83). Se citaban los dos clubes gallegos en la Liga Endesa con dinámicas opuestas y desde lugares muy lejanos en la clasificación. Si había un favorito era el Río Breogán, pero el plantel de Moncho Fernández sí mostró esta vez la intensidad, el colmillo y la garra que escaseaban. Con eso y su buen baloncesto ofensivo, sumó su sexta victoria del curso, una de las que pueden valer doble por su utilidad para insuflar la fe y confianza que se necesitaban.

Laurynas Birutis ejerció de referencia local (26 puntos y 8 rebotes; 37 de valoración), bien secundado en ataque por Kassius Robertson (21 tantos) y con un Thomas Scrubb excelso en defensa y tan polivalente como siempre (13 puntos, 6 rebotes, 5 asistencias), con un Braydon Hobbs también multiusos (11 puntos, 8 rebotes, 7 asistencias; 24 de valoración).

En el equipo lucense, Dzanan Musa se mostró más apagado de lo normal pese a terminar con 20 puntos, y Trae Bell-Haynes (24 tantos) y Marko Lukovic (14) fueron sus guías. El Breo no certificó su billete a la Copa del Rey pero solo una improbable carambola evitaría su pase.

Ya el ambiente, con aforo completo, se dejó notar en la previa: en el calentamiento, en la salida a la pista y por supuesto también en las presentaciones, donde las dos hinchadas trataron de insuflar el último empuje a los suyos antes del salto inicial.

Tanto Obra como Breo partieron con sus quintetos de gala, los habituales, y que el derbi era algo más que un partido de liga regular se dejó notar incluso cuando la Caldeira de Sar celebró el primer rebote como si de un triple se tratase. La primera canasta de tres, precisamente, fue de Robertson, para dar la mayor renta local del primer cuarto (5-0, min. 2).

Enseguida se enchufó el cuadro lucense gracias a las facilidades que encontraba cada vez que penetraba en la zona, y entre Lukovic y Bell-Haynes le dieron la vuelta al marcador (12-15, min. 6). Llegaría a los cuatro puntos la ventaja visitante más amplia mientras el Obra también sumaba moviendo el balón de lado a lado y buscando a Birutis en la pugna con Mahalbasic. Entre el lituano y Robertson se afanaron en limar la diferencia y un triple de Ellenson en la última acción permitió al Obra acabar el periodo por delante. Gracias a su acierto, porque la defensa, otra vez, no aparecía.

La intensidad subió varios niveles con la entrada de Muñoz, Vicedo y Suárez, y con el propio Vicedo relevando a Scrubb en la tarea de anular a un inédito Musa, el Obradoiro dio el primer gran arreón tras un triple de Hobbs que multiplicó los decibelios (41-33, min. 16).

El equipo santiagués siguió buscando a Birutis para construir su ataque a partir del lituano y esta vez la intensidad defensiva sí le permitía mantenerse por delante aun bajando su ritmo anotador. Musa firmó su primera canasta en juego, un triple (44-38, min. 17), pero enseguida respondió Álex Suárez para regocijo de la afición local. Fue Vicedo, el último en llegar al equipo obradoirista, el que agitó los brazos buscando la complicidad de la grada tras la canasta que finiquitaba el primer tiempo, obra de Robertson (51-40, min. 20).

Sin su entrenador de los últimos dos partidos, Javi Muñoz, ni el que tomará las riendas de inmediato, Veljko Mrsic, ambos bajas por covid, el Breogán no encontró el cambio de dinámica tras el descanso. Su desacierto continuó siendo la tónica y la diferencia del Obra empezó a crecer con cada minuto.

Surgió un Thomas Scrubb menos inspirado en ataque para llevar la distancia a la veintena (67-46, min. 26), ya con Zurbriggen en pista ante los problemas de faltas de Hobbs. Dos tiros libres de Robertson abrieron más la brecha (73-51, min. 28) pero emergió entonces Musa para iniciar un parcial de 0-10 a favor del Breogán (73-61, min. 30), hasta que Scrubb se sacó de la manga un triple a tabla sobre la bocina desde el centro de la pista para que el temor de Sar volviese a transformarse en euforia (76-61).

El panorama era otro. Los balones divididos empezaban a caer en las manos del Breo y al Obra se le apagó la luz demasiadas veces, lo que aprovecharon los visitantes para amagar con la heroica (82-69, min. 33). Se quedó en un intento porque el equipo santiagués encontró la forma de sumar con regularidad, no falló desde la línea de tiros libres y al regresar a los veinte puntos de renta (89-69, min. 36) dejó la victoria pendiente del último sello (100-83).