El último baile
TRAS UNA TEMPORADA atípica, llena de condicionantes y adversidades, Monbus Obradoiro afronta su último partido de liga contra San Pablo Burgos; un equipo que certificó su sexta posición de play-off el pasado viernes con una ajustada victoria contraa Estudiantes, tras una mala racha de resultados con 3 derrotas en lo que va de mes.
El conjunto dirigido por Joan Peñarroya funciona a las mil maravillas. Su capacidad de anotación es tremenda con muchas variantes de quinteto para jugar a distintas velocidades; ya sea con tres bases juntos que se complementan, o dos aleros grandes para postear sin un interior puro con el objetivo de abrir espacios y sacar a la defensa rival de sus posiciones de ayuda amenazando el triple permanentemente. Se basan en ataques rápidos en transición, llegadas de 1c1, castigando el poste alto y triangulaciones a la continuación interior sobre sets con los dos pívots arriba, fuera de la línea de tres.
Su polivalencia en diferentes conceptos tácticos les ayuda a liderar el marcador, situándolos estadísticamente entre los mejores equipos en puntos, asistencias y porcentajes de tiro. No cabe duda de que despliegan un baloncesto muy atractivo, rápido y con mucha experiencia, siendo la plantilla más veterana de toda la competición.
Ahí reside un talento individual desbordante. Renfroe, Cook, McFadden y Benite son auténticos generadores de puntos con capacidad de asistir de cualquier manera. Horton, Kravic, Rivero y Sakho completan la pintura a base de contundencia bajo los tableros.
El despliegue de juego coral y su capacidad de asociación también se ven reflejados en la defensa. Luchan cada balón buscando anticiparse en la lectura del rival, recortando bloqueos indirectos para presionar las primeras líneas y el uso de zonas. Todo ello les sitúan como líderes en robos por encuentro, pero también de los que más faltas cometen.
A este último dato se puede encomendar el conjunto gallego dado su excelente porcentaje en tiros libres y de tres puntos. Tendrán que realizar un partido prácticamente perfecto y no cometer errores básicos atrás para que no se les escape el rival en el marcador en un abrir y cerrar de ojos.
La mejoría en dinámica de juego ofensiva, sumado al rebote y el poder interior desplegado en las jornadas anteriores, serán la clave en un choque repleto de emociones que vivirán a máxima intensidad.