El VAR es la protección de los árbitros

LAS DIANAS EN NUESTRO FÚTBOL son los árbitros y los entrenadores y el rebote llega a los palcos cuando las cosas no van del gusto del respetable. Las pañoladas y el lanzamiento de almohadillas han desaparecido de los estadios debido al VAR elemento de protección de los colegiados. Los trencillas ya tienen en quien escudarse y excusarse. Estos días se eleva la queja en la Liga Española y se asienta como permanente. Nada nuevo que justifique toma de decisiones incongruentes.

Gastamos mucho tiempo y más energía en justificaciones y en hablar de los problemas que no nos queda para buscar soluciones. Aclaremos primero las normas y luego nos ponemos a hablar del reglamento y de su forma de aplicación, ahí está la madre del cordero.

La verdad es que cuesta creer algunas de las decisiones tomadas después de tanto análisis. Desconfían los aficionados, los entrenadores y los protagonistas del campo. Los ojos de muchos no dan crédito a las determinaciones ni a las líneas. Los condicionantes de la cámara lenta, la perspectiva de la foto, el ángulo, la distancia, el momento y el cálculo dan que desconfiar y te pueden llevar a la crisis de resultados y financiera. Eso que sabemos que la vista engaña y no aprendemos del refrán.

Esta tecnología aterrizaba para terminar con algunas polémicas arbitrales y para aplicar en reglamento, hacer el fútbol lo más justo posible, pero el tiempo va demostrando que ni una ni otra se cumplen. Polémicas sigue habiendo todas las semanas, porque, a pesar del videoarbitraje, las injusticias, admitidas por los mandamases, se suceden de una jornada a otra. Lo que en un estadio es penalti, en la misma jornada en otro campo de fútbol no lo es.

El sistema utilizado no parece exacto y se invalidan goles. El mayor despropósito se puede ver partido tras partido en los goles anulados o concedidos por fuera de juego por centímetros, sin poder certificar de manera exacta y absoluta que el delantero está más adelantado que el defensa. Al final, lo que debería ser matemático vuelve a estar sujeto a la interpretación, y ahí, cabe todo.

Afronten el problema y busquen soluciones, porque, por ahora, no se ve la tan demandada y prometida unificación de criterios, aunque la tecnología parece que funciona bien técnicamente la manejan humanos con sentimientos y colores.

Los inicios fueron con Velasco Carballo, presidente del CTA, y Clos Gómez, director del Proyecto VAR, ahora está Medina Cantalejo, convertido en el nuevo presidente de los árbitros, seguimos igual.

Inició su trayectoria con nuevas promesas que distan mucho de apaciguar el rebaño y sus prometidas aclaraciones la lían cada vez más a pesar de que el comité dice: “Ha habido mucha confusión. Desde mi llegada tratamos de mejorar en todos los aspectos el uso de la herramienta del VAR, es decir que solamente se utilice en errores claros y obvios, para que sea más efectiva, en las últimas jornadas se ha usado muy poco y cuando se ha hecho, ha sido de manera correcta”.

Ahora tenemos tres tipos de fútbol, el fútbol con VAR, el fútbol con VAR manejado y el fútbol sin VAR. No son más felices en la Liga Profesional que en las otras. Pregunten a los equipos de la RFEF y modestos, comprobaremos los diferentes sentires de los que lo sufren.