“Ellenson sabe que viene a una Liga en la que tendrá que currar mucho”

Víctor Pérez (03/06/1973, Santiago) siempre ha representado la calma en un staff técnico que destila carácter, y es esa figura que parece conformarse con un rol secundario, pero cuya impronta acaba por dejar legado. Serio y riguroso en el trabajo, acorde con el ideario de baloncesto de sus compañeros de viaje desde hace ya 11 años en el Monbus Obradoiro (Moncho Fernández y Gonzalo Rodríguez), el ruso, como le conoce todo el mundo, no es sin embargo de los que se guardan las sonrisas -de esas traviesas que achican los ojos-, un gesto que enseguida comparte cuando se le señala como el mejor preparador de pívots de la Liga Endesa: “Eso de ser mejor lo dices porque eres amiga. Yo solo soy un entrenador que intenta ayudar y hacer lo que le piden, que trabaja para ayudar a que los jugadores mejoren”.

La pregunta del millón: ¿Está el Obra preparado para visitar al Unicaja este domingo (20.00 horas)?

Sí. Creo que tuvimos una pretemporada con 7 semanas, con bastantes partidos, el equipo llega en condiciones óptimas para afrontar esos partidos de Málaga y el inicio de la Liga. No nos podemos quejar de cómo ha ido.

Se habla de un equipo con talento, con versatilidad, con fondo de armario..., sobre el papel parece que se ha hecho un buen proyecto pero hay muchos peros ¿no?. De nuevo la ACB será una liga exigente, con grandes jugadores, en la que se invierte mucho dinero. No será fácil tampoco esta vez.

Estamos contentos con el equipo que hemos formado dentro de nuestras limitaciones que siempre tenemos, pero la Liga cada día es más potente, llegan mejores jugadores, los equipos tienen un mayor nivel con lo cual nadie está exento de que, aun teniendo un buen equipo y un buen proyecto, lo vayas a sacar con solvencia. Tenemos que mentalizarnos de que la Liga es muy dura como todos los años, que vamos a tener que pelear hasta el final, que todos los partidos van a ser súper importantes y que si el objetivo se logra en la última jornada bienvenido sea, y si es antes iremos con más tranquilidad. Nunca nos hemos olvidado de cuál es nuestra meta y una vez la logremos ya pensaremos en mirar a cotas más altas.

El otro día Paco Olmos, el entrenador del Breogán, lo que más destacaba de este Monbus era que lo veía un equipo más largo que el de la pasada temporada. ¿Coincide?

Siempre intentamos hacer una plantilla de doce jugadores porque también siempre en el caso de tener algún problema por lesión, que por desgracia en los últimos años hemos tenido muchos, para nosotros es más fácil echar mano de otro hombre que a lo mejor tenía un rol más secundario y que pase a otra principal, que meter a uno nuevo en nuestra dinámica. Ya no solo por el aspecto económico sino por la estructura y filosofía de juego que no es fácil y la Liga no espera. Todos los años por diferentes motivos los doce han participado y han tenido momentos importantes en la temporada. Es algo que buscamos.

¿No ve ahí una diferencia?

No, creo que el equipo de la temporada pasada también estaba capacitado para jugar en cualquier momento y otros años también.

Después de un año en el que pasó casi de todo lo que podía pasar, uno piensa: ‘Bueno, ya a partir de aquí solo queda ir a mejor’.

La verdad es que fue una temporada muy accidentada por muchos motivos de lesiones, cuando nos vino el COVID también nos paró totalmente pero son circunstancias que pasan, tienes que estar preparados para ello porque el Obradoiro no es el único que tiene incidencias, y no hay nunca un buen momento para una lesión ni para parar. Hay que tomar las cosas con naturalidad y tirar para adelante. Nuestro ADN siempre es de celebrar y de sufrir en cada partido, pero también es de sobreponerse a las dificultades.

¿Cómo se le presenta la temporada al mejor entrenador de pívots de la Liga Endesa?

Eso de mejor es porque eres amiga. Yo solo soy un entrenador que intenta ayudar y hacer lo que le piden, que trabaja para ayudar a que los jugadores mejoren. Este año empiezo con tres jugadores diferentes y creo que tenemos un perfil parecido al del año pasado, con dos 4 puros como Filipovity y Álex Suárez, dos 5 puros como Birutis y Viny (Okouo) y un jugador en ese perfil de 4-5 que es Ellenson que siempre nos gusta tener como en su momento fueron Brodziansky, Whittington o Cohen.

Llamaba la atención Scrubb en su presentación que el Obra tenía una plantilla muy joven, que creía que podía ser incluso de las más jóvenes de la ACB, pero es que hablando de pívots sólo están 3 de 24 años, uno de 25 y el otro que es Álex de 27. No se si eso es bueno o malo

La verdad es que suele ser el perfil de jugadores que tenemos porque nos es difícil acceder a jugadores consagrados en la Liga, así que la inexperiencia no es algo novedoso. Sí lo fue hace dos años el fichaje de Kravic en el juego interior, por ejemplo, o en la última temporada el de Cohen, porque estaban cerca de los 30 y con una gran trayectoria. Pero el perfil de jugador mayoritario siempre es un jugador joven de 23 o 24 años, recién salido de la NCAA, o con pequeña experiencia en Europa, o que por primera vez accede a una liga competitiva como la ACB y eso es a lo que podemos acceder y es un poco nuestra marca y lo que buscamos.

Jugadores que crecen en el Monbus Obradoiro.

Si, un jugador que llegue en agosto y cuando se vaya en junio sea mejor jugador. Ahí vamos.

¿Le mete presión que el club venda el crecimiento de los pívots como un activo para fichar?

No, lo que buscamos es que el jugador nos ayude en el día a día, que vaya mejorando, progresando, que pueda llegar lo más lejos posible y que si al final se va del Obradoiro será porque tan mal no lo hemos hecho, le hemos ayudado. Si el Obradoiro consigue su objetivo es lo que nos importa. El objetivo es que el equipo se mantenga, y luego entra la mejora individual que va de la mano.

Alguien que no haya visto jugar nunca al Monbus y solo repase sus estadísticas, esas que le señalan con uno de los equipos que más triples lanzan de la competición, con más tiros de 3 muchas veces que de 2 o que cerró la Liga con su alero como máximo triplista de la ACB pensará que aquí no pintan nada los pívots ¿no cree?

Siempre se nos ha tildado de ser un equipo que buscaba mucho generar para los exteriores, pero si es cierto que si lo haces también se benefician a los interiores. Lo que queremos es ganar los partidos desde el equipo, nunca nos hemos puesto en las manos de uno o de dos jugadores aunque los hayamos tenido muy importantes o con más protagonismo. Buscamos un juego coral en el que todo el mundo participe, todo el mundo se sienta realizado y un día destacará uno y otro día otro. No buscamos hacer un MVP de la Liga sino ganar desde el equipo con mayúsculas. Se nos acusa de abusar del tiro de 3 pero los interiores también han tenido siempre protagonismo en nuestros equipos y han podido demostrar su juego que es lo que queremos, despertar las virtudes de todos los jugadores.

¿Y en un baloncesto en el que el 80 o 90 % del juego es pickandroll cuesta mucho cambiar el chip de los jugadores cuando llegan aquí?

Nuestros jugadores lo tienen que saber jugar, pero también tienen que saber generar desde otras situaciones. Buscamos hacer el traje a medida de ellos. Lo que nos diferencia un poco de otros equipos es que tenemos una gran movilidad en nuestro juego, buscamos más esa circulación de balón, el movimiento de esos tres jugadores que no están implicados en el pickandroll... buscamos hacer un juego dinámico que es lo que nos hace diferentes juguemos pickandroll, juguemos salidas bloqueadas o balón interior.

Buscando como siempre la polivalencia de la plantilla, ¿el jugador que puede remover todas las pociones esta temporada es Henry Ellenson?

Ellenson es un jugador que tiene esa polivalencia de poder desenvolverse en dos posiciones interiores, de 4 o de 5. Nos dará esa versatilidad, porque además es un jugador grande, de poder utilizarlo en la posición de 4, de que amenace con su tiro exterior e incluso a veces también pueda poner el balón en el suelo, o que en el futuro también lo haga quizás de espaldas, mientras que en el 5 es una amenaza en el juego de cinco abiertos y en el pickandpop. Pero es una figura que ya tuvimos. Es bueno contar con ella porque permite diferentes estructuras de juego.

Despidió la pretemporada en el Torneo Encestarías este domingo con un 5/5 al triple.

Su virtud principal es el tiro de 3 y su amenaza en el tiro exterior. Cualquiera que lo haya seguido en la NCAA y la NBA lo sabe, pero eso hay que explotarlo sin que sea lo único que haga. Queremos buscar también dotarle de otras armas para que pueda hacer otro tipo de juego porque lo convertirá en mejor jugador también. Requiere tiempo, y como en todos los casos que cuando se vaya tengan mas recursos ofensivos.

¿Le costará más entender que hay que trabajar en defensa?

Igual le va a costar menos que a un jugador que viene de la NCAA, porque en esa competición el ritmo de juego es menor, las posesiones son más largas, no hay tanto contacto físico, es más juego con balón... Pero ya a un tío que viene de la NBA, de enfrentarse con cuerpos importantes, con un ritmo importante, con jugadores rápidos y atléticos el venir a Europa no lo notan tanto. El físico de la NBA es tan bueno como el de la ACB así que ese nivel de adaptación ya lo tiene.

Número 18 del draft de 2016 pero sin haber tenido esa gran oportunidad en la NBA, ¿cómo es el Ellenson del día a día?

Es un chico joven que sabe que ahora vino a Europa. Encontró su sitio en la NBA porque dio un salto muy rápido, no acabó su ciclo universitario, y ahora llega a jugar a una Liga muy competitiva. Hay gente que igual piensa que esto es un paso atrás, pero es todo lo contrario. Sabe que viene a una ACB en la que tendrá que currar mucho, que trabajar, es un chico que escucha, desde el primer día demostró capacidad de atención, de concentración, quiere ver qué quiere el entrenador que haga y eso le va a ayudar. Es un jugador al que le gusta el baloncesto, al que le gusta entrenar y competir, y viene a disfrutar de la experiencia y a ayudar al equipo.

¿Está muy lejos de su mejor estado de forma?

No, podría parecer por su corpulencia física que está fuera de forma pero está en un buen estado físico, igual no en el mejor, pero tampoco lejos de su plenitud. En los partidos jugó 20 o 25 minutos con lo cual, si no estuviera bien, no los podría aguantar.