Alemania no desea más disgustos ante Hungría que el ‘no’ al arcoíris

Berlín. El alcalde de Múnich, Dieter Reiter, cargó contra la UEFA por prohibir iluminar con la bandera arcoíris del colectivo LGTBI el estadio Allianz Arena de la ciudad, donde esta noche se celebra el Alemania-Hungría. La UEFA rechazó la solicitud del alcalde de Múnich, en nombre del municipio, en una medida que ha tenido numerosos apoyos deportivos (FC Barcelona, Bayern o Juventus) y políticos (la propia presidencia de la UE destacó que los colores del arcoíris unen la diversidad; y la ONG Amnistía Internacional distribuirá miles de banderas arcoíris en el Allianz Arena para el partido). El asunto, nacido por una controvertida decisión del parlamento húngaro, condiciona el partido de fútbol de esta noche.

“La UEFA entiende que la intención es también enviar un mensaje para promover la diversidad y la inclusión”, señala en un comunicado, en el que precisa que es una causa que “ha estado apoyando durante muchos años habiendo unido fuerzas con los clubes europeos, las selecciones nacionales y sus jugadores, lanzando campañas y un gran número de actividades en toda Europa para promover la ética de que el fútbol debe estar abierto a todo el mundo. Y, en consecuencia, la UEFA ha propuesto fechas alternativas para la iluminación que se alinean mejor con los eventos existentes”.

Insiste en que “está decidida a desempeñar su papel en el cambio positivo y cree que la discriminación sólo puede combatirse en estrecha colaboración con los demás”.

EL PARTIDO. En el campo, Alemania buscará sellar su pase a octavos de final de la Eurocopa, para lo que le bastaría el empate ante una Hungría que quiere dar la sorpresa en Múnich, donde sólo le vale la victoria para superar la fase de grupos como uno de los mejores terceros. El empate ante Francia les ha dado a los magiares un punto que estaba fuera de la mayor parte de los pronósticos y evita especulaciones. EFE