Wembley lleva en volandas a Inglaterra hasta cuartos

La pasión de Inglaterra compensó sus carencias futbolísticas y llevó a la selección a imponerse con claridad (2-0) a una Alemania que nunca demostró el brío ni la fe necesarios para contestar la energía de los anfitriones.

Los Inglaterra-Alemania dejan huellas indelebles en el subconsciente de los países. Para la Inglaterra del Brexit, el partido era poco menos que una cuestión de Estado. En Wembley, además.

La última vez que ambos equipos se habían enfrentado en una Eurocopa fue hace 25 años. El hoy seleccionador inglés, Gareth Southgate, falló entonces el lanzamiento decisivo en la tanda de penaltis.

Southgate e Inglaterra se tomaron cumplida revancha. Nunca pudieron los alemanes, con un juego más pulido y técnico, sobreponerse a las más de 40.000 gargantas que convirtieron el duelo en un evento de alto voltaje, prácticamente prepandémico.

Y eso que los primeros diez minutos mostraron a una Alemania enchufada, con ganas de vivir en campo contrario y Kroos y Goretzka rebanando cada intento de Inglaterra de salir con el balón. Así, gracias a la presión en el centro del campo, llegó la primera oportunidad de Goretzka.

Pese a todo, ambos equipos atacaban con balas de fogueo. Preparados para una batalla larga, Inglaterra y Alemania reservaban fuerzas.

Un potente tiro de Sterling desde lejos, que desvió Neuer, sacó a los ingleses de su letargo, a lomos del revoltoso Saka. A la media hora le tocó a Alemania rozar el gol, pero Werner no acertó a embocar.

Empatados a cero al descanso, el regreso de vestuarios comenzó de forma similar a la primera parte, con una Alemania dominadora de la posición, pero con problemas para hacer daño a los entonados centrales rivales.

En medio de la nadería, Inglaterra demostró en el minuto 75 por qué se la ha metido desde el principio entre las favoritas. Un balón bien pivotado por Kane al borde del área cayó en los pies del recién entrado Grealish, que abrió muy bien a la entrada por banda de Shaw, y el pase de la muerte lo convirtió en gol, quién si no, Sterling, el único inglés que había visto puerta en toda la Eurocopa (tres goles con éste).

Quiso entonces reaccionar Alemania. Un fantástico pase de Havertz para la carrera de Müller parecía el inevitable empate, pero el ariete del Bayern envió fuera su disparo.

Indultada Inglaterra, de nuevo apareció Grealish para habilitar desde dentro del área a un Kane que por fin se estrenaba en la Eurocopa. Los Three Lions sentenciaban así su pase a cuartos.