Fue mi peña, ganamos y marqué

tengo muy buenos recuerdos del partido que jugamos en Logroño. Jugamos un partido muy bueno, ganamos 0-4, y además fue uno de los primeros encuentros a los que se desplazó la peña mía, Vendaval Suso Moure, formada por gente de mi barrio, y al final todo salió perfecto: victoria amplia y yo además marqué mi primer gol en Primera. Ese gol fue una gran alegría personal para mí, porque suponía haber marcado con el Compostela en todas las categorías del fútbol español, desde Tercera hasta Primera.

En Logroño conseguimos el marcador más abultado a nuestro favor de toda la temporada. Fue un partido muy importante para el equipo, nos dio mucha confianza para la liga. Éramos un equipo modesto, y para estar en Primera y seguir en ella, resultados así nos mostraban que competíamos bien y podíamos ganar, lo que era más importante aún cuando jugábamos contra equipos de la zona baja de la tabla. Era además casi la recta final de la Liga y los puntos empezaban a tener más valor.

Mi primer gol en Primera no fue muy estético, al balón le pegué entre la rodilla y la espinilla. En esa época los campos a veces no estaban muybien, y afectaba al golpeo. Lo decisivo es que entró, a veces le pegabas muy bien pero no entraba.

Lo importante era estar ahí, había jugadores a los que les costaba más llegar al área; a mí me gustaba llegar, aunque jugara más atrás. Una semana después marqué mi primer gol en San Lázaro, además cerca del final para ganar al Sporting de Gijón.

Nos salvamos. El fútbol es un juego de equipo, y la clave ese año fue el grupo que formamos jugadores y entrenador, dentro y fuera del campo. Hicimos equipo.