Galicia apunta a su mejor cosecha de medallas en los Juegos de Tokio

Con el récord de participantes a punto de caer, Galicia no solo hará historia con su mayor delegación olímpica en los Juegos de Tokio, sino que en Japón se puede producir también la mayor cosecha de medallas jamás lograda. Hasta diez deportistas se han subido al podio en sus respectivos Campeonatos del Mundo en alguna ocasión durante el último ciclo olímpico, en pugna con los mismos rivales con los que se encontrarán en Japón desde el día 23.

Hasta ahora el mayor botín de medallas logrado por Galicia en los Juegos se sitúa en cuatro, cifra alcanzada tanto en Pekín 2008 como en Londres 2012. Haber competido con la elite en los años previos a los Juegos no es garantía de nada, pero sí el mejor termómetro para saber quién va a estar en la pelea.

EL K4, INFALIBLE. Si hay algún podio en el que ha habido acento gallego desde Río 2016, es el del K4 500 en piragüismo. Aunque haya variado el nombre de alguno de sus integrantes durante los últimos cinco años lo que siempre ha permanecido invariable es la nómina de dos gallegos a bordo. Y con ellos, el K4 ha conseguido medalla en todos los Mundiales. Cristian Toro y Rodrigo Germade acompañaron a Marcus Cooper y Carlos Garrote en la plata de Racice 2017. Al año siguiente, en Portugal, Saúl Craviotto, que será uno de los dos abanderados españoles en Tokio, junto a Mireia Belmonte, se subió al barco en lugar de Garrote, repitiendo suerte: una nueva medalla de plata. Szeged 2019 supuso el estreno de la tripulación definitiva, con Craviotto, Cooper, el betanceiro Carlos Arévalo y el cangués Germade. El K4 español volvía a acudir puntual a su cita con la plata.

La regularidad es la nota predominante en una embarcación que apunta a un bonito duelo con Alemania en Tokio, donde Craviotto intentará igualar a David Cal como el deportista español con más medallas olímpicas. El último cara a cara fue para el cuarteto español, que se impuso de manera magistral en la Copa del Mundo de Hungría.

TERESA PORTELA, A POR LA MEDALLA PROMETIDA. Teresa Portela supera la treintena de medallas internacionales y la veintena de años en la elite. Los de Tokio serán sus sextos Juegos Olímpicos, cifra jamás lograda por una deportista española. En los cinco anteriores el metal le fue esquivo. Lo rozó con los dedos en Londres 12, pero una mala salida la dejó sin un hueco en el podio. Los Juegos le deben una, aunque soñar con una medalla olímpica son palabras mayores. Teresa lo sabe, y por eso insiste en que no hay mayor medalla que darlo todo en los escasos 40 segundos que tardará en cubrir los 200 metros con su kayak.

A su favor juega la experiencia a la hora de afrontar la competición, después de tantos años al primer nivel. Llegará a Japón con 39, pero la edad no es ningún hándicap. En el Mundial de 2019 demostró que sigue peleando entre las mejores, colgándose el bronce en la regata que supuso el billete olímpico para el K1.

NICO RODRÍGUEZ, REGULARIDAD A TODA VELA. Cuando estaba a punto de entrar a trabajar en una clínica dental Nico Rodríguez recibió la llamada de Jordi Xammar. El regatista catalán acababa de competir en Río de Janeiro y se había propuesto regresar a los Juegos para ganarlos. Para ello quién mejor que Nico para acompañarle. El vigués no lo dudó y ambos montaron un 470 que ponía su meta en Tokio, pero que empezó a cosechar grandes resultados mucho antes. Ya en 2018, sin alcanzar siquiera los dos años de trabajo, se codeaban con la elite. En la localidad danesa de Aarhus se subían por primera vez a un podio mundial del que ya no se bajarían en ninguna de las siguientes ediciones.

Al bronce en Dinamarca le siguió, un año más tarde, la plata en el Campeonato del Mundo de Enoshima, en el campo de regatas donde se celebrarán los Juegos Olímpicos de Tokio. En 2020 la pandemia impidió celebrar el Mundial, que regresó este mismo año, nuevamente con Nico y Jordi en el podio; esta vez, con un bronce en Vilamoura (Portugal). El 470 español es una de las embarcaciones más regulares de la flota internacional, y en Tokio está llamado a hacer grandes cosas.

ECHEGOYEN Y LÓPEZ MARRA, EN EL MOMENTO JUSTO. Támara Echegoyen se caracteriza por realizar proyectos olímpicos más cortos de lo habitual. Se embarcó con Paula Barceló a apenas dos años vista de Tokio, ampliados finalmente a tres por el aplazamiento de los Juegos. Si breve, dos veces bueno, reza el dicho, y la campeona olímpica en Londres 2012 lo cumple al dedillo. A pesar de tan poco tiempo para prepararse, los resultados empezaron a llegar cuando tenían que llegar. En febrero de 2020, cinco meses antes de la fecha inicialmente prevista para la cita olímpica, la ourensana y la balear conquistaban el oro en el último Mundial disputado hasta la fecha, en Geelong (Australia). Llegarán con galones a la competición de 49er FX y como aspirantes a todo.

Más tiempo han tenido el sonense Iago López Marra y el cántabro Diego Botín. Si fueron seleccionados sobre la bocina para competir en Río, con vistas a Tokio han dispuesto de todo un ciclo olímpico en el que ganar madurez. La experiencia es ahora mayor que en Brasil, y los resultados de estos años también han sido mejores. También en tierras australianas, cosecharon una medalla de plata en el último Campeonato del Mundo celebrado hasta hoy, por lo que llegarán a Japón como subcampeones mundiales.

GÓMEZ NOYA Y LAS SEGUNDAS OPORTUNIDADES. Javier Gómez Noya estaba llamado a pelear por el oro olímpico en Río 2016 pero una caída a escasas semanas de los Juegos le dejó sin competir en Brasil. Aparecieron entonces las dudas sobre si el ferrolano volvería a acudir a una cita olímpica, más aún cuando empezó a flirtear con la larga distancia. Comenzó el actual ciclo olímpico como había acabado el anterior, entre los mejores. Cerró las Series Mundiales de 2017 con una medalla de plata, antes de dejar un poco de lado el circuito para probar otras experiencias. Regresó en 2019, demostrando con su tercer puesto en las Series Mundiales, en un año que compatibilizó con otras distancias, que no había perdido ni un ápice de competitividad.

El propio triatleta ferrolano, quíntuple campeón del mundo y subcampeón olímpico en Londres, declaraba en estas mismas páginas que se ve “capaz de llegar al mismo nivel o más que hace unos años”. El duelo de 2012 con Alistair Brownlee no se podrá reeditar en Japón, pues el británico no ha sido seleccionado. Nueve años después la batalla presenta nuevos contrincantes, aunque mientras Gómez Noya esté en carrera un puesto en la lucha siempre seguirá estando reservado para él.

EL BALONMANO, UNA OPCIÓN REAL. Rodrigo Corrales será el encargado de echar el candado a la portería de los Hispanos, que regresan a los Juegos Olímpicos con más hambre que nunca tras haberse perdido la cita de Río 2016. Con el cangués en sus filas el colectivo de Jordi Ribera se presentará en Tokio como una de las candidatas al podio. En este ciclo olímpico ya consiguió subirse al cajón en el último Mundial. El bronce en Egipto 2021 supo a mucho más que a un tercer puesto, con el guardameta gallego en modo estelar, dejando las expectativas muy altas para los Juegos.

A favor de los Hispanos también dice mucho su participación en los Campeonatos de Europa, pues aunque la cita olímpica congregue a selecciones de todo el planeta, los equipos europeos son los que copan el podio en Mundiales y Juegos. Y la selección española es, precisamente, doble campeona continental, en 2018 y 2020.

Con las Guerreras estará Alicia Fernández. La jugadora valdoviñesa es una pieza fundamental en los planes del seleccionador, Carlos Viver. Y también lo fue en el Mundial de 2019, cuando la selección se hizo con un subcampeonato que solo una decisión arbitral controvertida privó de cotas mayores. Aunque el nivel no fue el mismo en el último Europeo, intentarán recuperar su mejor versión en Tokio. La plata de 2019 en Japón les demuestra que tienen potencial para luchar entre las mejores e intentarán repetir suerte en suelo nipón.

EL BALONCESTO NUNCA FALLA. La convocatoria definitiva de las selecciones de baloncesto será inminente. Alberto Abalde tiene serias opciones de contar para Sergio Scariolo y Raquel Carrera tiene el puesto asegurado en los planes de Lucas Mondelo, a los que se pueden sumar Tamara Abalde y Paula Ginzo.

Tanto los chicos como las chicas han brillado en los Mundiales de este ciclo olímpico. La selección masculina se proclamó campeona en 2019, y tras el metal logrado en China llegará a Japón entre las aspirantes a lo máximo, con permiso de Estados Unidos. Además, el regreso de Pau Gasol ejerce un valor añadido.

También se han subido al podio las chicas dirigidas por Lucas Mondelo, que disputaron el Mundial en casa. En Tenerife 2018 la selección femenina pisó el tercer peldaño, colgándose el bronce. Habitual en los puestos de privilegio, la selección femenina afrontará una renovación en Tokio.

ANA PELETEIRO Y LAS GANAS DE ASOMBRAR AL MUNDO. La nómina de deportistas gallegos con medallas en los Mundiales del último ciclo olímpico se cierra con Ana Peleteiro, si bien su metal llegó en pista cubierta. La triplista ribeirense fue tercera en Birmingham 2018, pero todavía no ha pisado el podio en una cita global al aire libre. Su mejor resultado fue el sexto puesto en Doha 2019. Más allá de los precedentes, en Tokio, durante su bautizo olímpico, intentará hacer el mejor salto de su vida.