Gracias ‘señor José’... y ¡Muchas felicidades!

100 años En un club donde la palabra amigos se incluyó como parte indispensable de su nombre desde su fundación, donde en 50 años de vida el término familia adquirió un significado mayor que cualquier lazo de sangre, donde “nadie se queda atrás” como defienden aún hoy cada uno de sus integrantes y donde cada granito de arena aportado, fuese cual fuese el origen, siempre resultó clave, personas como el señor José pellizcan el corazón del obradoirismo.

El guardián del viejo Sar, el primer conserje de la historia de una instalación que acogió glorias y caídas del club compostelano, el hombre para todo junto a Faustino organizando el bar, preparando las reuniones de directivos, cobrando los abonos casa por casa pero sobre todo “buena gente”, cumple hoy 100 años de vida demostrando que hay cariños que no mueren y que la generosidad vence al tiempo. Ejerció de centinela de un pabellón que tanto servía para entrenar tácticas y poner a punto el cuerpo como para dar cobijo a jóvenes ávidos de disfrutar, de aprender, de demostrar y de soñar y aquellos que tanto le deben, a los que cuidó como un padre, veló como un tutor y con los que compartió confidencias como un amigo, le siguen recordando siempre con una sonrisa y la palabra gracias en su boca. Como el Obradoiro CAB el señor José ha peleado mil y una batallas... ¡y las que quedan!