La excelencia táctica
PARA LOS TÉCNICOS es tiempo de reflexión y de estudio. Los entrenadores nunca descansan. La permanente lucha por incrementar el rendimiento obliga a estudiar de modo permanente. La búsqueda de talento, la explotación del mismo, no permite descansos. Todos hemos desperdiciado horas de trabajo y cometido fallos en los diagnósticos, en la dosis y en la forma de aplicación a los talentos y los hemos perdido. Para jugar al fútbol debemos entender y conocer que este deporte se sustenta en soportes biológicos y cognitivos, por lo tanto, hay que desenvolver modelos de dirección y orientación en la preparación de los futbolistas.
Todo lo engloba la táctica. Es una estrategia, que se realiza predeterminadamente, destinada a cumplir un objetivo, siguiendo y cumpliendo una serie de pasos. En los partidos no hay física ni técnica, todo es táctica. Son un medio táctico, que ayuda y permite, sobre todos a la movilidad.
La planificación estratégica es el comienzo de todo, la visión del futuro. Responde a cómo queremos actuar cuando tenemos el balón, qué hacemos cuando lo perdemos o lo recuperamos.
El profesor Julio Garganta me preguntaba dónde ubicamos la excelencia táctica, si en lo físico, en lo cognitivo, en lo afectivo y entramos en un debate sin fin.
La ciencia aplicada al fútbol lleva un avance imparable camino del equilibrio entre la táctica y el jugador. Vemos que cada vez se suman más recursos tecnológicos para ayudar a elevar el rendimiento y optimizar el talento del futbolista. Por un lado, está la táctica, por otro, el futbolista en el escenario de aplicación del juego.
No se comprende esta práctica sin considerar la relación con el balón y con los espacios de juego y con entrenamiento perceptivo y perceptivo decisional. Una orientación a la resolución de tareas de carácter individual, grupal y colectivo (unidades, grupos tácticos y el 11).
La evidencia obliga a construir los ejercicios teniendo en cuenta la idea del juego, los problemas que van apareciendo en tu equipo y los que pueda crear el rival.
Tenemos que promocionar la autonomía en el juego, la creatividad del jugador. Basado en la gestión del juego en los distintos momentos y en los requerimientos de la jugada. El jugador se debe entrenar para competir.
Desarrollar ejercicios útiles para el modo de juego que quieres llevar a cabo, para entrenar como se quiere que se juegue. Cada jugador puede trabajar y aprender en su puesto.
Los pasos a seguir en el entrenamiento son tres: aprender, entrenar y dominar. El jugador tiene que aprender el cometido, las misión y función del puesto táctico. Entrenar y practicar el contenido y los automatismos. Dominar la función del puesto según el modelo de juego que se quiera desenvolver. Poner en funcionamiento el sistema perceptivo motriz y decisional que va a necesitar en el juego. El contenido de la sesión de trabajo lleva una fase preparatoria, utilizando los principios que se quieren entrenar y la fase principal, con práctica lo más parecido al juego.
Preguntamos y contestaremos a ¿cómo queremos organizar y construir el juego? Vamos por partes y descomponemos el modelo de juego, para mí hay seis momentos fundamentales que son: organización ofensiva, transición defensiva ligada a balón parado defensivo, organización defensiva, transición ofensiva y balón parado ofensivo.