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La maldición del equipo anfitrión al jugar playoff

Se vivió este año en los estadios de fútbol de A Coruña, Eibar, Las Palmas, Alicante y Tenerife

El formato de eliminatoria a partido único en una sede única determinada por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se ha comprobado que no ha sido exitoso en cuanto a respuesta de público, con la excepción del Deportivo en Riazor, pero tampoco ha resultado provechosa a nivel competitivo para los anfitriones, incapaces de hacer valer esa ventaja en los encuentros definitivos.

Si ya había resultado sorprendente la eliminación del Badajoz el curso pasado, a manos del Amorebieta, en el camino a Segunda División en el Nuevo Vivero, la situación encontró su réplica este mes en Riazor. Al valía empatar en casa para volver a la división de plata, se puso por delante en el marcador, pero su rival, entrenado por un coruñés, Rubén de la Barrera, anterior inquilino del banquillo herculino, empató en el tiempo regular y se llevó el encuentro, y el ascenso, en la prórroga. El Racing de Ferrol ni siquiera pudo llegar a una final que previsiblemente se jugaría en su estadio y cayó en la ronda anterior en Balaídos ante el Nàstic.

Esa misma maldición tuvo su paralelismo en el playoff de ascenso a Primera División. El Girona, que que acabó la liga en el sexto lugar en la clasificación, fue capaz de resolver como visitante las dos eliminatorias que parecían escapársele, a tenor de los resultados cosechados en Montilivi.

Perdió con el Eibar, en la ida de semifinales, por 0-1. Aguantó el chaparrón del equipo armero en Ipurua, y gracias a un gol marcado por Stuani en el tiempo suplementario, tras llegarse con 0-1 al final de los 90 minutos, consiguió avanzar hasta el enfrentamiento decisivo después de convertir en un funeral el recinto eibarrés, atónito por comprobar cómo a su equipo se le había escapado el ascenso directo ante el descendido Alcorcón en la última jornada y ante el Girona en casa con un marcador a favor de la ida gracias al tanto de Aketxe y valiéndole el empate al final de la prórroga.

Nuevamente Montilivi fue testigo de una decepción para el Girona, en este caso, en forma de empate sin tantos ante el Tenerife. Pero en el Heliodoro Rodríguez López, donde estaba preparada la fiesta para el ascenso del Tenerife, al que le valía mantener el 0-0 inicial, se consumó un nuevo drama y la afición del conjunto chicharrero acabó en un mar de lágrimas ante la ocasión perdida por su equipo de regresar a Primera doce años después. Un desafortunado tanto en propia meta de José León, en un centro de Baena, acabó en la red, complicó la situación del equipo de Ramis, sin capacidad de respuesta tras completar Arnau Martínez el 1-3 que allanó el triunfo para el conjunto preparado por Míchel, infalible a la hora de guiar a sus equipos al ascenso. Antes lo había logrado con el Rayo Vallecano de sus amores y con el Huesca.

Se tomó, así, la revancha el cuadro gerundense, que subió de la mano del equipo de Marc Gasol a la ACB, de lo sucedido en 2021, cuando el Girona, que había terminado la liga en la quinta plaza, se quedó sin poder festejar el ascenso en casa. Fue superado por el Rayo Vallecano (0-2), a pesar de que en Madrid el marcador le había sido favorable (1-2). El Tenerife, a su vez, había sido el verdugo de su archienemigo, la Unión Deportiva Las Palmas, que también desaprovechó el factor de jugar la vuelta ante su público y que se quedó con la miel en los labios.

La situación, en esta temporada, se podría hacer extensiva a la Segunda RFEF. La decisión de disputar la promoción de ascenso en Alicante convertía al Hércules en uno de los principales aspirantes a conseguir dar el salto de categoría. Pese a contar con el factor campo a su favor, el cuadro blaquiazul no pudo librarse del gafe del anfitrión. El empate ante el Unión Adarve en los 120 minutos disputados en el Rico Pérez (1-1) permitió al cuadro madrileño, segundo del grupo que había compartido con el Compostela, avanzar y llegar a la eliminatoria decisiva, que se llevó el Ceuta, nuevo equipo de Primera RFEF.

Hubo dos equipos que, en esa fase de ascenso, lograron festejar el ascenso en casa.

En el Nuevo Pepico Amat de Elda, el equipo local ganó al Sestao River, al que le valía la igualada para acceder a la Primera RFEF. Misma suerte corrió La Nucía, que en el campo en el que juega como local, el Camilo Cano, venció al Arenas de Getxo por 2-1 y jugará en la tercera categoría del fútbol español.

21 jun 2022 / 01:09
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