La ‘otra’ Carreira Pedestre
Este domingo tendría que haber sido un día especial. Este domingo, como cada último domingo del mes de octubre hasta que llegó la maldita pandemia, las calles de Santiago deberían estar llenas de gente animando a los cientos de corredores de todas las edades, profesionales, amigos, familias, vecinos, a los valientes. Este domingo, como es -era- tradición desde 1978, Compostela tendría que haber celebrado su fiesta grande del deporte con la disputa de la Carreira Pedestre Popular que organiza EL CORREO GALLEGO.
Pero no pudo ser. Las estrictas condiciones que aún reglan la disposición de las pruebas atléticas habrían restado brillo y calor a la cita y, por segundo año consecutivo, se optó por suspenderla con dolor para quien siempre vela por su continuidad y pena también por quien siempre le ha sido fiel... Aunque los hubo que se resistieron a este momentáneo adiós. Un grupo de más de 50 atletas de diferentes clubes de la ciudad respondieron a la quedada por redes sociales y cumplieron con cada uno de sus ritos: desde la salida en la Avenida Xoán XXIII hasta la llegada a la Praza do Obradoiro.
“Algunos ya lo hicimos el año pasado. Entonces fuimos unos 6 o 7, nos salió un día de perros de mucha lluvia, pero esta vez, a través de las redes sociales, nos juntamos mucha más gente de los clubes”, detalla Juanma Mata, uno de los más fieles corredores de la Pedestre. “Ya durante estas semanas, cuando nos veíamos en alguna de las carreras que sí se están celebrando, hablamos del tema, y el domingo fuimos apareciendo muchos incluso con la camiseta de sus clubes”, añade. Entidades como el SD Compostela, Tartarugas, Fontes do Sar o Noitebra, a la que pertenece Mata, completaron los 12 kilómetros de un recorrido que presentó más de un inconveniente. “Como siempre nos avisamos del cambio de la hora -un clásico cada año- y a las diez ya estábamos todos en Xoán XXIII para hacernos fotos en el photocall de la catedral que hay allí en la dársena colocado”, detalla. “En vez de ir por la carretera fuimos por la acera, salvando obstáculos en los Concheiros que está en obras y como no había mucho tráfico fuimos bien. Lo más complicado quizás fue llegar al Obradoiro y ver la masificación de turistas que había porque ya bajando por Platerías había que sortear a la gente”, recuerda.
Y como Pedestre que se precie, si había nostálgicos entre los corredores también los había entre los vecinos de la ciudad. Hasta el concejal responsable de Movilidad, Seguridad Ciudadana y Fiestas de Santiago, Gonzalo Muíños, aplaudió su iniciativa cuando se encontró al grupo en la zona de Santa Isabel: “Nos vio cuando estaba allí parado y pensó que estábamos entrenando. Le dijimos que éramos la carrera no oficial. Pero hubo mucha gente que nos aplaudía al vernos pasar, otros nos esperaban en sitios estratégicos para hacernos fotos y fue una mañana genial”.
“Son ya dos años sin ella. Yo el año pasado también me lancé a hacerla y la sorpresa fue que me encontré a más gente en la salida de otros clubes. Esta vez por lo menos nos acompañó el buen tiempo”, se ríe Juanma Mata, quien en 2019 completó la Pedestre de la categoría escolar con su hijo en silla de ruedas y luego enganchó con la de adultos. “A ver si para 2022 se hace y se organiza para que salga todo bien. Es que Santiago es la capital y esta carrera es emblemática”, subraya con pena.
Ojalá sus deseos se puedan cumplir porque la historia de estos valientes es un ejemplo, pero hay muchos más. La Carreira Pedestre Popular se ha convertido en una cita indispensable en la ciudad, en punto de encuentro como catalizadora de valores y toca pelear por recuperarla.