Los procesos de adaptación con Mundial en medio

LOS TIEMPOS NOS OBLIGAN a avanzar y a plantear nuevas formas de programar y de dirigir. El fútbol es uno de los deportes más complejos que se pueden practicar, cualquier situación que se da durante un partido está influida por numerosos factores de diferente índole, todos ellos interrelacionándose de determinada manera en cada momento y que como consecuencia dan lugar a una realidad nueva, siempre diferente, observable, variable e influenciable por un Mundial en medio.

Toda planificación responde a la necesidad de ordenar los contenidos y objetivos del entrenamiento para obtener los mejores resultados de desarrollo de las capacidades del futbolista. En los deportes de equipo el incremento de una cualidad no es suficiente para la mejora del rendimiento en competición. A diferencia de lo que ocurre en los deportes individuales, en el fútbol no es necesario que el jugador se encuentre en su mayor pico de forma para que pueda rendir.

A lo largo de los años hemos pasado a contemplar el año deportivo, que abarca desde 1 de julio a 30 de junio y programar la temporada en tres grandes etapas como son la pretemporada, competición y transición. La temporada propiamente dicha era de pretemporada, puesta a punto específica y mantenimiento. Ahora no hay tiempo dedicado a la pretemporada, el período precompetitivo desapareció y a los entrenadores no se le da tiempo para construir el modelo de juego y la preparación del equipo, se necesitan resultados desde el primer día, ya sea en previas europeas, en trofeos caseros o partidos amigables.

Estamos en la etapa de los macrociclos, mesociclos, ciclos y microciclos. Más dedicados a los microciclos con los métodos estructurados y la periodización táctica por bandera ya que nadie espera por los resultados y los entrenadores sólo tienen presente.

Este curso se celebra un Mundial en medio de una temporada, partiéndola en dos. La primera parte ya la hemos vivido y comentado, la segunda tenemos que esperar acontecimientos, ver cómo llegan esos jugadores, cómo se vuelven a involucrar con sus equipos y su estado físico, psicológico y emocional. Todo sometido a un nuevo proceso de adaptación.

Los jugadores y demás personal tienen que adaptarse a un nuevo ambiente si quieren sobrevivir en este mundillo, están obligados a ajustarse al medio que nos presenta este nuevo planteamiento de la temporada deportiva con competición, vacaciones, mundial y nuevamente competición. Esta evolución adaptativa guarda una estrecha relación con el desarrollo psicológico del individuo para asimilar las etapas. Hablamos de adaptación y asimilación costumbrista, tanto física como mental y en esta novedosa situación todos tendremos que aprender algo y el tiempo ayudará a enseñarnos. Si la asimilación es el proceso por el que los esquemas previos se imponen sobre los nuevos elementos, modificándolos para así integrarlos tiene que tener sus tiempos y el tiempo, en fútbol, es un bien escaso.

Nunca hubo un Mundial entre temporada. Unos jugando, otros parados o medio parados y quieras que no, se desafectan y desvinculan un poco.

El conflicto también lo tienen el resto de equipos y jugadores que no participan o eliminados prematuramente, le queda un mundo hasta competir. Para los que no van a Qatar, vacaciones o rutinas de entrenamiento que pueden desvincular del objetivo propuesto. También puede haber efectos favorecedores que permitan pensar y repensar la marcha y poner a funcionar acciones que permitan mejoras en los equipos y ver dónde se está y a dónde se quiere llegar.