Los tres tenores que pueden desafinar

Los Brooklyn Nets han hipotecado su futuro por el presente inmediato. Hay que vivir el momento presente, el futuro es incierto, dicen los libros de autoayuda.

Otros son más de planificar a medio o largo plazo.

La llegada de James Harden a los Nets conforma un nuevo Big-Three en la NBA, tres estrellas juntas (Durant, Irving y Harden), sin duda el más talentoso de la NBA actual. A priori tienen casi todo hecho para plantarse en la final de la competición, pero aquí entra el juego de los egos, las químicas internas y, al final, que en el deporte no todo es lo que puede parecer.

Harden promedió el año pasado 34 puntos por noche, Irving 27 y Durant, que se pasó casi todo el año lesionado, ronda siempre los 30 puntos de media. En equipos distintos superan los 100 puntos entre los tres pero, ¿qué pasa cuando las estrellas se juntan para ganar un anillo? Se han dado casos exitosos y otros en los que 2+2 no son siempre son 4. Por ejemplo, los Miami Heat campeones contaron con un Lebron que, como no podía ser de otra manera, ejercía de juez y parte, pero Wade, que ganó un anillo con O’Neal promediando 35 puntos en las finales, supo echarse a un lado para dejar su merecido trono al rey. Bosh, que venía de ser la estrella de los Raptors, entendió que era el tercero en discordia.

Hay casos aún más benevolentes. Los Celtics de Garnett, Pierce y Allen entendieron desde el primer día que su misión era ganar un anillo, y se hizo, pero para eso debían conjugar el plural en todo momento.

La excelencia en el reparto de funciones quizás radicó en los Spurs de Popovich. Duncan dominaba a su antojo y Tony Parker y Ginobili, incluso éste saliendo desde el banquillo, se unieron a su causa. Perfeccionaron la máxima de que el ego no puedo distorsionar ni la realidad ni el objetivo común. Ganaron cuatro anillos.

Quizás otro no tanto exacto pero tanto o más efectivo fueron los Lakers de Gasol. Kobe Bryant llevaba la batuta, pero Gasol y Odom fueron dos efectivos idóneos por su altruismo. El balón era de Kobe y los otros iban a bailar al son que marcara. Funcionó. Dos títulos

¿Pero quién va a ceder en los Nets? Los tres tenores necesitan tener el balón en las manos, capitalizan muchos tiros y, lo más grave, sus egos siempre han sido elevados. Y a las estrellas hay que añadir a Joe Harris, Dinwiddie... ¿qué tiros quedarán para ellos?