Manguito rotador
ESTA SEMANA os voy a hablar un grupo famoso de tendones de nuestro cuerpo, el manguito rotador. Y, ¿qué es el manguito rotador? Es un grupo de músculos y tendones que rodea la articulación del hombro y mantienen firme la cabeza del húmero en la cavidad poco profunda del hombro. Está formado por varios tendones: supraespinoso (el que se lesiona con mayor frecuencia), infraespinoso, subescapular y redondo menor.
Hay varias situaciones que pueden afectar el manguito rotador. La más comunes es la inflamación de los tendones del manguito rotatorio o tendinopatía, pero puede llegar hasta la rotura completa de uno o varios tendones.
Así se pueden presentar una tendinitis del manguito rotador, si los tendones se inflaman. Los tendones pueden quedar “pellizcados” contra una de las otras estructuras que componen la articulación del hombro (acromion). Esto puede ser la causa y el resultado de tendinitis. La tendinitis afecta con más frecuencia los tendones que están debajo del acromion, en concreto el supraespinoso, provocando así la famosa tendinopatia de supraespinoso por lo que se conoce como síndrome de atrapamiento subacromial.
La tendinitis calcificante es otra lesión frecuente, se produce cuando se deposita calcio en los tendones de tu manguito rotador si permanecen inflamados mucho tiempo.
Otra lesión típica es la bursitis, en concreto de la bursa subacromial que también puede inflamarse y esta muy asociada a las dos anteriores o tras traumatismo.
Y por ultimo la rotura de uno o varios tendones, que pueden ser a la vez parciales o completas. Puede ser resultado de un trauma, tal como una caída, o debido a pequeñas lesiones en el tendón, causadas por el uso y desgaste con el tiempo. En dichas circunstancias, se debe recibir una evaluación médica lo antes posible para analizar el papel de la cirugía artroscópica.
Estas lesiones del manguito rotador son frecuentes y aumentan con la edad, no solo aparecen en deportistas. Así vemos que ocurren claramente antes en personas que tienen trabajos que requieren realizar repetidamente movimientos por encima de la cabeza.
Suele provocar un dolor sordo en el hombro, que a menudo empeora con el uso del brazo alejado del cuerpo y de forma nocturna. Muchas personas pueden controlar sus síntomas y volver a las actividades con ejercicios de fisioterapia que mejoran la flexibilidad y la fuerza de los músculos que rodean la articulación del hombro.
Por lo tanto, si una persona presenta un dolor en el hombro que responde a estas características, debe acudir a su traumatólogo de confianza, para que le examine y le busque la mejor alternativa de tratamiento en su caso.