Manin encontró puerta para que el Arenteiro siga de dulce y tercero

O Carballiño. Se mantiene en la cresta de la ola el Arenteiro, sin manifestar signos de debilidad después de encadenar siete partidos en apenas 22 días. Ayer, en Espiñedo, el equipo de Fran Justo frenó la marcha del Valladolid Promesas, que inició la jornada como líder y presentaba una fabulosa serie de cinco triunfos seguidos.

Cocinó a fuego lento el triunfo el Arenteiro. El Valladolid Promesas apretó en el inicio, dispuso de dos buenas ocasiones, en las botas de Pozo y Arroyo, y se encontró antes de la media hora con un zarpazo al que no supo reaccionar. Manin, en la primera llegada visitante, embocó para lanzar a la escuadra carballiñesa, que pudo ampliar la renta en una falta en el borde del área ejecutada por Álex Fernández que pegó en el larguero y botó sobre la línea de gol. La superioridad en los lances –y en el “otro fútbol”– afianzó la posición de control del cuadro ourensano, que reclamó antes del descanso la segunda amonestación para Fran Rivera. El goleador Manin, en el reinicio, se asomó al área rival con un golpeo raso. Recurrió a su sólida coraza el Arenteiro en lo que restaba de encuentro para defenderse ante un filial blanquivioleta sin ideas en la circulación ni acierto en el último pase, y con los centros laterales como único –y escaso– recurso para generar peligro. Samuel García. ADG