Marcos llega a tiempo de elevar a nueve las citas del Arzúa sin KO

Ourense. Parecía condenado a sufrir la ley del ex el Arzúa, castigado en la única concesión defensiva, cumplida la hora de juego, por Iker, pero encontró en el epílogo una oportunidad en forma de córner que no dejó pasar Marcos Rodríguez para rescatar un empate y estirar a nueve la serie de partidos sin perder.

Tuvo un notable dinamismo el intenso pulso táctico planteado por ambos bandos en el inicio. Quedó claro que ninguno estaba dispuesto a ceder metros y, con la defensa bastante adelantada, la lucha se ciñó a unos escasos 30 metros, sin apenas espacios. La primera ocasión llegó a balón parado, en un testarazo picado de Amin. Replicó Iñaki: se fue de cuatro defensores y chutó muy alto. Un disparo cargado de veneno de Manu Rodríguez fue la última aproximación antes de entrar en un valle en el que el conjunto visitante pasó varios minutos sin una posesión larga. En una suerte de acción-reacción, el tramo final de la primera parte tuvo dos buenas llegadas en cada área. La zaga forastera abortó dos buenos centros de Hugo Sanz, y Brais, en sendas salidas alocadas de Marqueta, perdonó.

Al regreso de los vestuarios, el ourensano Brais pifió otro remate en un contragolpe. Al Arzúa le empezaban a faltar fuerzas e ideas y fue cediendo metros. El choque, como la noche, se fue enfriando, y solo una desatención en la retaguardia permitió romper el empate. Iker, muy atento, embocó sin oposición un centro de Tiago. La corta convocatoria apenas permitió a Chollas encontrar alternativas. Pero del banquillo llegó la igualada de Marcos Rodríguez en un saque de esquina con un inmenso testarazo. S. GARCÍA