Más que nunca, el Obradoiro apela al ‘día a día’
Mañana se cumplen dos semanas desde que apareció el primer positivo por COVID // El objetivo es retomar los entrenamientos con los pocos jugadores que tienen ya el OK médico
Las gradas de Sar llevan casi un año echando de menos a la afición, y la pista añora también ahora a los jugadores. Se cumplen mañana dos semanas desde que, en pleno entrenamiento, se conoció el positivo de un jugador del Monbus Obradoiro y aunque desde entonces se sucedieron los contagios, llegando el brote hasta los 12 afectados, parece que por fin el grupo comienza a superar el momento más crítico. Pero la vuelta será lenta y gradual, insistía ayer el preparador físico Rubén Vieira, máximo conocedor de lo duros que han sido estos últimos quince días en el seno del equipo compostelano.
Entre los que son positivos con síntomas, los asintomáticos, los que comienzan a salir ya de la enfermedad y los que nunca la han padecido, la planificación del conjunto santiagués se complica, más si cabe cuando ya algunas de las primeras PCR de confirmación siguen dando positivo en quienes creían superada la enfermedad. Además, está el caso de aquellos jugadores que arrastraban con anterioridad alguna lesión o molestia física como era el caso de Pepe Pozas -con un esguince en el tobillo derecho con rotura parcial del ligamento peroneo astragalino anterior y edema articular- o Álvaro Muñoz -con un esguince de tobillo con edema articular-, porque aunque Rafa García también fue operado precisamente el 28 de diciembre de una doble fractura de los dedos meñique y anular de su mano derecha, será baja durante un periodo largo de al menos 8 semanas.
Por eso el día a día a partir de hoy en el Obradoiro será una incógnita, aunque la idea es comenzar ya a recuperar el terreno perdido con quienes cuenten con el OK médico.
agenda. Lo que parece más o menos claro es que mucho tendrán que mejorar las cosas para que el Monbus pueda disputar el domingo, tal y como esta previsto a las 17.00 horas, el encuentro ante el Madrid.
El protocolo ACB estipula que son necesarios 8 jugadores libres de COVID (las lesiones no entran) y un primer o segundo entrenador para que el duelo se juegue además de tener que pasar al menos 72 horas desde un test negativo y el momento del partido, un requisito que a día de hoy no cumple el Obradoiro.
Con los duelos ante el Movistar y el Andorra ya aplazados, sabiendo que además la siguiente jornada será de descanso también para el conjunto santiagués, vendría bien para el equipo todo el margen disponible para la recuperación.
Caso aparte en el Obra es la situación de Ozmizrak quien también comenzará desde hoy a trabajar para conocer realmente la efectividad del tratamiento al que se sometió en Turquía para mejorar su maltrecho tobillo. El base turco -que padece un esguince con rotura de ligamentos en el tobillo derecho que se agravó con un edema óseo- aún no ha llegado a debutar con el Obradoiro y de la respuesta de su pie dependerá finalmente si el club debe ir al mercado para encontrar un nuevo director de juego.