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{ EL DÍA DESPUÉS }

Partido digno

EL TITULAR es de Alfons Alzamora, jugador con el que coincidí en mi etapa en el Barça y ahora en tareas de comentarista. Creo que es tan acertado como otro que hizo unos minutos después del empate a 59, tras el parcial 16-4 en el que venía a decir que en el Obra estaban apareciendo síntomas de desgaste físico, historia que se repite con bastante frecuencia. Moncho Fernández tuvo que solicitar tiempo muerto y en él le pidió a sus jugadores que no se rindieran. Nadie bajó los brazos a pesar de que las fuerzas ya eran escasas.

En este partido las grandes diferencias entre ambos equipos fueron dos; una el rebote, 44 del Barça con 16 ofensivos por 26 del Obra con tan solo 4 ofensivos. Y la otra, repetitiva en esta temporada, la falta de acierto en los triples, un pírrico 5 de 23 en un equipo construido para tirar y que cuando no mete, sufre y no gana. Lo del rebote es muy difícil de solucionar ante un equipo como el Barça, con un ritmo de juego e intensidad en sus acciones propio de la Euroliga.

Lo del acierto en los triples es otro tema. Hay jugadores que tienen una manita mágica, esos superdotados cuya coordinación óculo-manual les permite tener una puntería innata casi sin entrenarla (los conocidos Corbacho o Kostas). Y hay otros que a pesar de ser también grandes tiradores, como Robertson o sin ir muy lejos, Matt Thomas, basan su regularidad en el trabajo. En cualquier rato libre en el que no se entrena, o antes o después del entrenamiento, hacen ellos solos su rutina de tiros voluntariamente. A veces no hay que llegar a los archiconocidos ejemplos de la escuela yugoslava, Perasovic o Petrovic, que aparte de tener manita mágica, eran unos auténticos esclavos de sus autoimpuestos, largos y solitarios entrenamientos de tiro, pero trabajando más hay más opciones de mejora. Y si Robertson falla sus tiros o si Scrubb tiene una mala tarde, nada que objetar, porque ambos, al menos para mí, tienen el aprobado en el 2,5 por su ética de trabajo en el tiro el primero y por su impagable trayectoria de regularidad y buen hacer el segundo.

Volviendo al partido, el Obra estuvo muy bien tanto en defensa como en ataque, hasta que se le acabó la gasolina o hasta que el Barça encadenó tres triples seguidos en esos minutos fatídicos, del 34, con empate a 59, pasamos a 74-63 en el 37. Jugando a este nivel y con la difícil premisa de que se mantenga durante 40’, se puede ser optimista contra los dos próximos rivales que llegarán a Sar, el sábado el Andorra y el miércoles 16 el Betis.

Son partidos más que importantes, son fundamentales, y contra el Betis también hay que considerar que ganando uno se ganan dos, por el basket average. El Andorra con el cambio de entrenador ha puesto la directa y tras dar la sorpresa en Madrid la semana pasada, el sábado le dio un gran repaso al Joventut. Y el Betis, con continuos cambios en su plantilla, ha encontrado en Jacob Wiley a su Red Bull particular, dándole un plus de energía e intensidad que le permitió obtener su cuarta victoria ante el Breogán. El peligro es que tiene dos partidos pendientes, y el otro colista, el Burgos, uno. Otro rival, el Fuenlabrada, también va hacia arriba, por lo que el Obra tiene que sumar sí o sí.

08 feb 2022 / 01:00
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