Priorizando el colectivo

POR SEPARADO son grandes jugadores, pero juntos son casi invencibles. Iberostar Tenerife solamente ha perdido dos partidos en todas las competiciones y afrontan este choque con mucho tiempo de preparación debido a las ventanas FIBA, donde han participado varios componentes de ambas plantillas. El éxito en cada una de sus victorias reside en el alto nivel de exigencia y competitividad que demuestran en los dos lados de la cancha. Buena parte de esos triunfos vienen de remontadas en el último cuarto sobre parciales que auguraban una derrota segura.

Esa mentalidad, concentración y motivación no solo se sustentan sobre un plan de partido, sino que van acompañados de un juego coral desplegado en base a la circulación rápida de balón, anteponiendo el pase sobre el bote o uno contra uno.

Txus Vidorreta está exprimiendo al máximo todo el potencial de sus jugadores, haciendo constantes variantes en su quinteto para tener superioridad física sobre emparejamientos defensivos. Focalizan a la perfección las debilidades del rival, llevándolo a su propio ritmo de juego en base a pick & roll central y transiciones muy rápidas con todos abiertos en la línea de tres para un bloqueo sobre balón o para la salida de tirador en carrera. Estas posesiones vienen cimentadas alrededor de múltiples conexiones entre Shermadini, Doornekamp, Huertas y Fitipaldo; determinantes hasta la fecha liderando ranquins de valoración, tiro y asistencias por encuentro. Todo ese arsenal táctico también queda reflejado en las estadísticas globales, siendo el tercer equipo más anotador de la Liga, y el mejor en porcentaje de tiro de tres.

Con respecto al Monbus Obradoiro, siempre se ha caracterizado por saber aprovechar todos sus recursos, ofensivos y defensivos, para competir a cualquier equipo. Su estilo tan definido y diferente al resto, genera mucha preocupación en sus rivales. Enfrente se encontraran a un conjunto muy bien posicionado en el lado de ayuda, pasando bloqueos por abajo y presionando en zona durante muchos minutos con el objetivo de precipitar la salida de balón transformándolo en pérdidas.

Las claves del partido se centrarán en no darles ningún tipo de facilidad en su movimiento de balón, luchar por cada rebote negándoles segundas opciones de anotar y sumar ese acierto desde el perímetro encontrando tiros abiertos dando siempre un pase más.