Quilates de Oro en la edad del Bronce

La pandemia obligó a reestructurar el fútbol y revolucionó la Segunda B, la Tercera oficiosa del balompié hispano. Como en el cine, en el fútbol también son fundamentales los secundarios porque la gloria alguna vez se fijó en ellos. De los cuatro grupos con un total de 100 equipos se pasó a 10 subgrupos con un centenar de conjuntos. Hasta 19 equipos de Segunda B militaron en Primera División; tres más que los 16 de Segunda que pasaron por la élite nacional, es decir, todos los de la categoría de plata menos Alcorcón, Fuenlabrada, Mirandés, Ponferradina, Lugo y Cartagena.

En la nueva configuración de este semisótano con pedigrí del fútbol, el grupo gallego es el que cuenta con una mayor representación de equipos que vivieron ese esplendor más o menos fugaz. Aunque la fórmula parece un diálogo de los hermanos Marx en Una noche en la ópera, en el subgrupo A del grupo 1.º hay cuatro equipos que jugaron en Primera: RC Deportivo, Pontevedra, Compostela y Salamanca. El otro subgrupo cuenta con Burgos, Cultural Leonesa y Numancia, que también disfrutaron esas mieles.

En el grupo 2.º, sólo uno de los dos subgrupos tuvo equipos en Primera, pero se trata de Arenas de Guecho, Real Unión de Irún y Racing de Santander, tres de los diez equipos que disputaron el primer campeonato de Liga la temporada 1928-29. La crême de la crême.

Al grupo 3.º lo baña el Mediterráneo de Serrat. Dos equipos de cada subgrupo jugaron en Primera: Nástic de Tarragona y Lleida en uno; Hércules y Alcoyano, en el otro. El decano del fútbol español, el Recreativo de Huelva, llegó en 1979 a la élite. Comparte grupo 4 con el subgrupo en el que están Córdoba y Murcia. El grupo 5.º es el que cuenta con menor presencia de ex primerdivisionarios, los dos extremeños: Mérida y Extremadura de Almendralejo.

De esos 19 equipos, Córdoba y Alcoyano son los únicos que sobreviven en los dieciseisavos de la Copa del Rey. Por el calendario de la Supercopa, se enfrentan el 20 de enero a Real Sociedad y Real Madrid, respectivamente, los perdedores de dicha competición. En la temporada 2014-2015 se enfrentaron por última vez en Liga Córdoba y Real Sociedad. Hay que echar la vista setenta años atrás para un enfrentamiento liguero entre Alcoyano, el equipo de la legendaria moral, y Real Madrid. El equipo de Alcoy llegó a Primera en la temporada 1945-46, cuando se proclamó campeón de Liga el Sevilla; estuvo de forma intermitente hasta el curso 1950-51, que se inició tras el mítico gol de Zarra a Inglaterra en Maracaná.

El Deportivo, con 46 presencias, y Racing de Santander, con 44, son los que han estado más veces en Primera División, seguidos por Hércules (20), Murcia (18) y Salamanca (12). La Cultural Leonesa ocupa el simbólico farolillo rojo con un solo año en la cima del fútbol. Fue la temporada 55-56 que concluyó con la primera Copa de Europa del Madrid. El Dépor, el que más veces jugó en Primera, el último que se despidió de la categoría, es el único de ese selecto club de recuerdos que ganó la Liga, temporada 1999-2000, la última del milenio. Tiene cinco subcampeonatos, incluido el del famoso penalti de Djukic ante el meta del Valencia González en 1994. El Rácing de Santander fue subcampeón en la temporada 1930-31, empatado a puntos con el campeón, el Athletic de Bilbao. Esa Liga termina nueve días antes de que se proclamara la Segunda República.

Palmarés. El Real Unión de Irún es de esos equipos el que más veces ganó la Copa, en tres ocasiones (1918, 1924 y 1927, el año de la famosa generación de poetas). El Deportivo tiene dos trofeos, en 1995 y 2002, año capicúa del famoso macaracanazo (y Pichichi para Diego Tristán, sevillano de La Algaba). Cierra el palmarés el Arenas de Guecho, que la ganó en 1919. El equipo vizcaíno es el que más veces fue subcampeón de Copa, en tres ocasiones. Una lo fueron el Real Unión de Irún (en 1922); el Racing de Ferrol (1939, contra el Sevilla), Castilla (1980, contra el Madrid) y Recreativo de Huelva (2003, contra el Mallorca y el hat trick de Samuel Eto’o).

El Arenas de Guecho se despide de Primera en la temporada 1934-35, Liga que gana el Betis entrenado por el irlandés O’Connell. Cuando Miguel de Unamuno regresa de su destierro francés en 1930, sus partidarios coincidieron con los aficionados que salían de un partido de fútbol Real Unión de Irún-Real Madrid (lo cuentan en su biografía del escritor bilbaíno Colette y Jean-Claude Rabaté).

Historias del fútbol de Primera en Segunda B. Oro en los dominios del bronce en un deporte que entró en España por los mineros de Riotinto. Y por los ingenieros. Con curiosas coincidencias. De las seis temporadas que estuvo el Pontevedra en la máxima categoría (desde hace más de medio siglo no se juega un Dépor-Pontevedra en Primera), en cinco coincidió con el Córdoba en esa categoría, los felices sesenta de Pasarón y el Arcángel. Los cuatro años que estuvo el Compostela en Primera (de la 94-95 a la 97-98), en tres temporadas consecutivas coincidió con los equipos extremeños Mérida y Extremadura. Éste faltó el último año porque perdió la promoción contra el Rayo Vallecano.