Rubén Vieira marca el ritmo: la pandemia, un factor clave

Si es verdad que el primer paso es el que marca el camino... la responsabilidad de Rubén Vieira en el éxito del nuevo Monbus Obradoiro 2021/22 es infinita. Bajo su ala comienzan el proyecto a coger forma, a asentar las bases de lo que luego querrán plasmar Moncho Fernández, Gonzalo Rodríguez y Víctor Pérez sobre el parqué a nivel táctico y técnico y, sobre todo, a cincelar los cuerpos de quienes tienen que traducir un modelo de juego en la mejor manera de sumar un triunfo esquivando al mismo tiempo las lesiones. El ourensano lleva la batuta en el aspecto físico mientras vela también por el cumplimiento de un protocolo COVID que de momento ha llegado para quedarse.

Aunque el Obra comenzó ayer de forma oficial la pretemporada, el preparador físico suma ya varios días de trabajo con los jugadores en Sar. “Comenzamos la semana pasada con el objetivo de ir coordinando los reconocimientos médicos con las evaluaciones individuales. Después hacíamos algún test tanto físico como en pista, al mismo tiempo que ya hacían algo de técnica individual”, desvela. “En general vienen todos preparados pero tenemos que tener en cuenta las condiciones de cada país, de dónde vienen, cuándo acabaron las competiciones cada uno de ellos porque al final imitar el trabajo que hacemos es muy difícil y los hay que han tenido cuarentenas, jugadores que no han podido entrenar porque los pabellones no estaban accesibles...”, sopesa Rubén. Porque “a nivel de casos de COVID estamos peor que el verano pasado, por eso hay jugadores que han tenido que hacer frente a situaciones como Álvaro Muñoz, que en Ávila tenía dificultades para entrenar”.

“A partir de ahora iremos progresivamente juntando todo. Tratando ese binomio que es cantidad y calidad para ir sumando cargas tanto física como de técnica como de táctica. Estos microciclos que nos quedan hasta empezar la competición los vamos a distribuir de manera que lleguemos en las mejores condiciones al inicio de la Liga”, explica el preparador físico del Monbus.

Nuevo protocolo. El curso 2020/21 se caracterizó por el rígido protocolo COVID que instauraron la ACB y el CSD. Un año después, en plena quinta ola de coronavirus, las directrices apenas cambian. “Ahora tenemos más información, nosotros por nuestra propia experiencia, por el gran brote que hemos pasado, pero también hay incógnitas sobre qué va a pasar cuando tengamos un positivo, si es diferente si está vacunado o no, si serán test de antígenos o PCR, tenemos un poco de incertidumbre en este sentido”, confiesa. “Pero lo que sí tenemos claro es que mientras podamos vamos a estar entrenando todos juntos. La ACB está trabajando en ese protocolo”, apostilla.

Se mantienen de momento los test de antígenos antes de cada encuentro de pretemporada “pero lo que no sabemos ahora mismo es si las cuarentenas serán iguales para vacunados que para gente sin vacunar... eso está aún en el limbo”. “Entiendo que todo irá en función de cómo evoluciona la pandemia”, continúa Vieira. El club compostelano mantiene su propio reglamento en cuanto a las llegadas de cada jugador, PRC, días de aislamiento hasta tener los resultados sin hacer distinciones entre los que están inmunizados y quienes no.